miércoles, 18 de noviembre de 2015

JOSÉ JIMÉNEZ #DeCerca

En la última entrega de #DeCerca tenemos la oportunidad de conocer a un cofrade todo terreno, y es que José Jiménez, más conocido como ‘el Tirillas’ ha ido experimentando la pasión cofrade desde muchas perspectivas, la más conocida bajo los pasos de la Semana Santa, la más actual tras el objetivo de su cámara. Conozcamos más de cerca a este singular cofrade.

-Cofrade de Granada, Sevilla, y con esposa malagueña. ¿Cómo se vive tu pasión por la Semana Santa y Andalucía?
Intensa muy intensa, suelo decir que vivo en una eterna primavera, además si le añades que el 80 % de mis amistades  comparten esa locura, que algún día nos entró por el cuerpo, hace que viva  la Semana Santa de Granada y de Andalucía  de forma muy activa.

-Si por algo se te conocía hasta hace unos años era por tu pasión por el costal, el vivir la Semana Santa trabajando por pasear los titulares. ¿Cómo nació en ti esa pasión?
Pasión que aun tengo y que nunca perderé. A veces esta pregunta me la he hecho  varias veces y   sin tener familia con tradición cofrade y no estar desde chico metido en alguna cofradía familiar, la conclusión que saco es que  Dios me dio la oportunidad en la vida de ser sus pies en la tierra y sentí esa llamada que tienen solo unos privilegiados.

-Hace ya unos años que nos conocimos e incluso compartimos grandes trabajos bajo la trabajadera del Señor de la Humildad, y recuerdo de aquellos fríos ensayos unas palabras tuyas que me llamaron mucho la atención: ‘sin los pasos no tendrías fe’. ¿Es tanto para ti la Semana Santa?
Los es todo, rechacé de joven muchas cosas que ya no volverán por estar al amparo de una hermandad, por hacerme mayor cerca de esa oscuridad donde solo se ve la fe, el amor de los hombres de corazón limpio, donde todo lo demás sobra y donde lo principal es ayudar al compañero de al lado para que tu no sufras. No hay cosa más bonita que esa fe y esa verdad. Si la vida fuera como es debajo de un paso, existiría otro mundo mejor.

-Costalero de pro, de los que tienen oficio y no les importa enseñarlo a los que llegan nuevos bajo el palo. ¿Cuántos pasos has cargado sobre tu costal hasta el día de hoy?
Son muchos  y yo soy el que más roneaba de mis pasos, pero con la madurez te das cuenta de que lo importante no es el “currículum costalero”, si no lo que he sido capaz de sacar a la calle para llevar mi devoción y la fe a la gente que ama sus cofradías o los que sin saber por qué se quedan en la calle para que pase el Señor o su bendita Madre, aun sin creer.

 -Habrá gente que no entienda que sean tantos, y el hacer kilómetros y kilómetros para ensayar, incluso lejos de tu hogar parecerá una locura a todos los que no entiendan del movimiento cofrade y la costalería. ¿Cómo les explicarías ese diferente modo de vivir la Semana Santa?
Para mi es una forma de vida, y aunque haya bajado el compás de sacar cofradías porque me lo pide el cuerpo y el alma, se vive de una forma intensa y si el cuerpo me lo permite por qué no sacar pasos y poder disfrutar todo lo posible y poder vivir otras devociones y otros momentos, como dije antes, ser costalero es un privilegio que te da Dios y que hay que aprovechar, no es cuestión de entender si no de sentir, por que como te pongas a explicar  a uno que no es cofrade, créeme que te saca cita para el psicólogo.

-Tu barrio el Realejo, pero ¿dónde están plantadas tus raíces como costalero y cofrade?
Mis primeras lágrimas cofrades al sentir algo que nunca había sentido desde niño, todos esos primeros escalofríos que sin saber por qué se produce en ti, ese primer olor a cera o a incienso, ese primer costal rozando esa madera de olivo y  que guardas como oro en  paño, en definitiva ese paraíso de niñez la viví en ese lugar de Granada donde del moro para delante todo es arte, ese lugar donde si no existiera las cofradías de Granada, tendría su propia Semana Santa y qué Semana  Santa...
Y también donde me alimento de la fe  y de su personalidad como uno más del barrio es en Triana, donde tengo la suerte y el privilegio de pasear al Señor de las Penas por las calle de  Triana y Sevilla.

-Son muchas las hermandades en las que has procesionado pero, ¿en cuáles perteneces a la nómina de hermanos?
Actualmente de la Estrella de Triana.

-Desde hace un par de años no se conoce de hermandad en la que procesiones bajo la trabajadera, ¿por qué cambió el rumbo de tu vida cofrade?
Esta pregunta me la hacían hace poco y suelo  contestar con el corazón, no es que cambiara el rumbo de mi vida cofrade, simplemente el cuerpo y mi mente necesitaba un paréntesis, una reflexión conmigo mismo y sobre todo con Él. Necesitaba salir de ese ritmo, de esos 31 ensayos de cuaresma, creo que pasó de ser una afición a una obligación lo de sacar pasos, y ya no disfrutaba igual. Me siento costalero y moriré costalero, aunque mis jueces dicen por ahí que me he retirado.

-Desde luego es ahora la fotografía lo que más tiempo te ocupa dentro de las hermandades, ¿cómo descubriste ese mundo tras el objetivo?
Siempre me ha gustado esto de la fotografía, he tenido siempre complejo de chino ya que iba siempre con una cámara pequeña, pero con muchas limitaciones, hasta que di el salto  a una cámara Reflex  que me permitía poder captar lo que yo veía y que con la otra cámara no era capaz de llevarme ese momento a casa.
Ahora  he de reconocer que es lo que me da la ilusión que tristemente un día perdí, cuando se es  más mayor, debido a  los turnos laborales, los problemas, etc.
En definitiva es un medio por el que vuelvo a tener las emociones de tuve desde niño, siempre estoy intentando no perder esas sensaciones que recuerdo cuando volvía la primavera a mi casa.

-¿Cómo se trabaja dentro de la fotografía cofrade? ¿Se piensa siempre en los carteles y premios económicos?
Llevo poco tiempo en la fotografía cofrade como algo más  "profesional", pero es un mundo apasionante, hay muchos estilos, técnicas, formas, ideas... cada fotógrafo tiene su estilo propio, su propia percepción de la fotografía cofrade.
Seguro que algún fotógrafo que hace Semana Santa  piense en premios o buscar clientes para otro tipo de servicios fotográficos. Yo soy de los que piensa que como te obsesiones con el tema de carteles y premios, no disfrutas la Semana Santa ya que estas limitado por parámetros de cofradías y concursos. Yo soy de hacer fotos  para mí, pasa algo  en mí que cuando lo veo por el visor de la cámara me obliga a disparar y ese algo es lo que quiero captar sin tener en cuenta concursos y demás cosas, cosa que no quita que  no me presente a concursos, pero no es mi prioridad como fotógrafo cofrade.

-En relación a la fotografía, no sólo te dedicas a los trabajos o reportajes cofrades, pero dentro de nuestro mundo de hermandades y cofradías, ¿te ves algún día ganador del concurso al cartel oficial de la Semana Santa de Granada?
Si el cartel oficial como actualmente tiene el fin que tiene, como es ofrecer a los turistas de fuera la Semana Mayor de Granada, no, no me veo ganador,  ni quiero.
A parte mi tipo de fotografía es algo más arriesgada y que a lo mejor Granada no está acostumbrada a verla en un cartel, por ejemplo para mí  la sombra de un Nazareno o un Crucificado me invita a imaginarme  y activar mi mente en un mundo de cofradías, me dice más que un paso  palio o un paso  de Cristo bien cuadrado y retratado, fiel a la realidad.

-Por imaginar, no sólo podemos imaginar premios y carteles editados con fotografías. Sabiendo de tu pasión por el costal, ¿te gustaría vestirte de traje para comandar cualquier cuadrilla como capataz? ¿Crees que ha llegado ese momento?
Como yo tenga que coger un martillo de un paso, mejor que no salgáis a la calle. Ni es el momento ni me he preparado para eso. Creo que es una  responsabilidad  tan grande que a muchos que lo tocan le vienen grande.

- Y más de cerca, sobre tu Semana Santa, ¿cómo vives el día de una salida procesional desde que te levantas? ¿Cuál es el momento que vives con más emoción? ¿Y cuál es más íntimo y personal?
Supongo que como todos los que no apasiona este mundo. Abres la ventana o suspiras, o te pones más nervioso, me suelo levantar más tarde de lo normal porque seguramente la noche anterior haya sido intensa con otra cofradía o con  amigos que salen en su cofradía.
Quizá el momento más intimo es el beso a mi mujer antes de salir de casa y luego cuando el paso arria los zancos en la capilla, suelo ser de los últimos en salirme y besar mi trabajadera despidiéndome y dándole gracias a Dios por lo vivido horas antes.

- ¿Cómo se presenta el recién comenzado curso cofrade para un cofrade tan implicado como tú?
Pues con muchas ganas, pensando ya donde voy a fotografiar este año, y cómo no, pensando en ese Domingo de Ramos que es tocar el Cielo en la Tierra.

- ¿Y para tus hermandades?
Pues espero que en Granada con más nazarenos en las calles y sobre todo con más apoyo de unas a otras.

- Como cofrade, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en 
día?
La veo bien, aunque algo estancada en el aspecto de llegar a más gente y "captar" más hermanos. Nos estamos olvidando del patrimonio humano que tienen las cofradías y no lo cuidamos, y eso puede ser un gran problema a largo o medio plazo para algunas hermandades. No se nos puede olvidar que todos pasamos, estamos de paso solo se queda lo importante, ellos, ¿por qué no lo aprovechamos y vivimos una vida cerca de las cofradías, sin puñaladas ni intereses particulares?

- Aunque aún quede lejos, ¿qué deseas para la Semana Santa de 2016?
Que las lágrimas que se vean sean de emoción y de sentimientos buenos, no de lluvia y sueños rotos.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade: El olor a incienso.  
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa: El Silencio.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa: Amargura.
- Una marcha: Gran Poder de Juan José Puntas.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas): Tengo muchos pero por decir uno, la noche de Jueves Santo, es un cuadro barroco en nuestras calles.
- Tu rincón para ver cofradías: Albaicín.
- El paso en el que más has disfrutado: Todos.
- Tu momento más feliz como cofrade: Mi primera vez que me metí bajo un paso y cuando igualé en el Señor de las Penas.
- Y el que te hubiera gustado no vivir: Se me borro hace tiempo de la mente.
- ¿Con que adjetivo definirías nuestra Semana Santa? Artística.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Pues tengo muchos la verdad, pero bueno uno último que tiene que ver con la fotografía y que la verdad lo pase realmente mal y que no me volverá a pasar, o al menos eso espero.
Era el día de los besamanos de la Inmaculada, estuve en la hermandad de las Penas a eso de las cuatro de la tarde, dejé la mochila y monte trípode y todo el equipo, hice las correspondientes fotos y me marche más arriba a la hermandad del Nazareno, donde también estaba su titular mariana en besamanos. Tras realizar algunas fotos me dispuse a guardar la cámara en la mochila, pero cuál fue mi sorpresa que la mochila no estaba, dentro de ella  varios objetivos y demás complementos fotográficos, alterado le dije a mi amigo José, ¿tú has cogido la mochila? Me señalaba que no, todo eso en un ambiente de recogimiento y oración en la iglesia. Algo más alterado se lo comento a la gente de la hermandad que se sorprenden y nos ponemos a mirar por los bancos pero nada, un hermano de la hermandad comenta que por qué no lo vemos en las cámaras que tienen las monjas en el convento , total que allí fui con él a visualizar las cámaras de vigilancia, pero había un inconveniente y era que la monja que sabía rebobinar  no estaba en ese momento y no pudimos ver nada, ya daba por perdida, me senté en un banco a no sé Bajé corriendo y allí estaba en el sitio que la dejé. Lo pasé fatal. Cuando volví al Nazareno y lo comenté pasé una vergüenza terrible, así que a los fotógrafos les digo que por Dios no se olviden las mochilas.

Muchas gracias Jose, de parte de todo el equipo.
Gracias a todos, y con ganas de escucharos en las ondas retrasmitiendo la primera en la calle.