lunes, 27 de febrero de 2012

LA JUNTA DE GOBIERNO DE SANTA MARÍA DE LA ALHAMBRA PODRÍA APROBAR UN CAMBIO DRÁSTICO EN LA IMAGEN DE SU PASO EL PRÓXIMO SÁBADO SANTO













Esta miércoles día 28 se reune la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Alhambra. Como ya informó CRUZ DE GUÍA, la Hermandad no tiene los costaleros suficientes para garantizar su salida con las trabajaderas exteriores que portan a un hombre sus hermanos. Se trata del paso que más costaleros calza en Granada, setenta y cinco, cuando la media es de poco mas de treinta. Actualmente solo dispone de sesenta. Si se redujeran el número de puestos a los que van tras los faldones, eliminándose las trabajaderas exteriores, sería posible reunir al rededor de dos cuadrillas. Con el actual mero de costaleros se descarta que ellos solo puedan sacar el trono. Antes de que se extendiera el uso del costal, esta cuadrilla llegó a superar el centenar de miembros. Ya avanzamos que existían dos soluciones. Una de ellas sería traer a costaleros desde la costa granadina o desde Málaga. Esta opción es vista de manera poco conveniente por la mayoría de los directivos consultados por esta redacción y por tanto es muy poco probable que salga adelante. Incluso algunos se podrían plantear dimisiones si saliera adelante esta opción. Por tanto todo hace indicar que esta noche se decidirá la eliminación de las trabajaderas exteriores que sólo se utilizarían en el momento de exhibir a la imagen en su paso y cuando el pueblo suba a la imagen desde Plaza Nueva hasta la Puerta de la Justicia.




La tradición de que sea el pueblo el que suba a Santa María de la Alhambra en el retorno a su templo data de 1944. Ese año la Imagen se hubo de guarecer en el zaguán del Ayuntamiento debido a que le sorprendió la lluvia en pleno recorrido. Eran los tiempos en los que la imagen salía el Jueves Santo. Cuando a la mañana del día siguiente pudo retornar a su templo, no se recurrió a costaleros asalariados, entonces encargados de portar las imágenes, sino que fue el pueblo el que lo hizo. A partir del año siguiente, voluntarios acuden cada año hasta Plaza Nueva para improvisar varias cuadrillas que se encargan de realizar el momento más duro de todo el recorrido.