Este domingo, el periodista y cofrade Eduardo Salamanca pregonó en la iglesia del complejo monumental nazarí, a María Santísima de la Alhambra.
Eduardo quiso dirigir sus palabras "claras y sinceras" a la titular mariana, ya que se considera devoto de María desde niño. También, hizo un repaso de la salida procesional del Sábado Santo, entremezclando recuerdos de la infancia y vivencias que según Eduardo son inolvidables. Rememoró con alegría la primera vez que vió a María Santísima de la Alhambra en la calle Jesús y María cuando tan sólo tenía 5 años y su primera estación de penitencia como costalero del paso de la Virgen en el año 1979, según él aquel Sábado Santo "bajo las andas de María tocó el cielo".
Quiso hacer un repaso de la historia de la Cofradíade y de la Alhambra, a la que describió como "el joyero que guarda la mejor gema". El pregonero manifestó que la amistad es la mayor virtud de los hemanos de dicha corporación y los denominó "herederos y guardianes" de tan gran privilegio.
Más tarde destacó las virtudes de María, afirmando que el Sábado Santo la Virgen "no es Reina sino Madre" y que su "dolor se expresa de forma íntima como una mujer granadina". Otro de los momentos emotivos de la intervención fue la dedicatoria a su amigo y capataz de la Cofradía. Según Eduardo, éste le dedicó una levantá cuando pasaba un mal momento.
Durante la exaltación también recitó varios poemas con los que ha pretendió transmitir sus sentimientos más profundos y su devoción a la Virgen. Finalmente, terminó diciendo "ojalá fuera niño para dormir en tus plantas y quedarme siempre contigo".
La presentación del acto corrió a cargo de Roberto Martín, amigo del pregonero.
