El último Pregón de la Cuaresma fue un año más el de las Penas. Carmen Muñoz, cofrade del Cristo de San Agustín y de las Angustias, así como uno de los miembros más activos de Cáritas, ofreció un pieza oratoria de máximo carácter, sin tener que recurrir a la expresión grandilocuente. Para ella "pertenecer a una Hermandad es una forma comunitaria de vivir la Fe, un don que Dios nos regala gratuitamente", lo que podemos visualizar según indicó, a través de muchos de los actos de las hermandades. Echó mano de la memoria para recordar cuando antes de la llegada de los costaleros devocionales la procesión daba la vuelta al templo, nada más salir, para evitar los escalones instalados frente a su sede, la Parroquia Imperial de San Matías, y como ahora el paso por ese obstáculo es un momento de especial emoción; el primer año que no pudo salir la Cofradía a causa de la lluvia, lo que sucedió en 1963; la suspensión del desfile en 1988 para defender la festividad de la Inmaculada o los cuatro años que solo salió la Virgen, debido al estado de conservación del Señor de la Paciencia, hasta que fue restaurado por López Azustre. Tuvo también en sus palabras un recuerdo para Francisco Gómez Montalvo, tantos años Hermano Mayor y con el que recordó que compartía la pregonera Hermandad en el Cristo de San Agustín.
Destacó la importancia de la presencia en las calles de las hermandades en momentos como los actuales y se refirió a los cofrades como "nuevos apóstoles". La Pregonera se detuvo en la escena representada por el Señor de la Paciencia, comentando la crueldad del martirio de la lapidación, reservado a los peores malhechores. Conjugando esta iconografía con el título de la Virgen de la Hermandad, indico que las penas son más amargas, cuando son más inmerecidas. Para Muñoz el título de Paciencia, encierra un resumen de todo el Evangelio. No faltaron en su texto los más desfavorecidos como los hambrientos, los drogadictos, las víctimas de los abortos, los sin techo ... y llamó a interesarnos por ellos.
El Pregón lo pronunció con una entonación perfecta y de manera magistral, a pesar de ser su primera intervención en un acto de este tipo. Sin duda, uno de los grandes pregones de esta Cuaresma. El acto tuvo lugar en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago.