Los pronósticos anunciaba lluvia. Sin embargo no sucedió así y se pudieron celebrar las cinco procesiones prevista para este Domingo de Ramos. El número global de penitentes y mantillas creció con respecto al año pasado, salvo en alguna cofradía. El cortejo más nutrido fue el de la Burriquilla. Los horarios se pudieron cumplir con normalidad, salvo en la Carrera Oficial, donde tras la Cofradía de la Santa Cena se fueron acumulando retrasos que llegaron a superar el cuarto de hora. Está por determinar si fue por culpa de la Hermandad del Realejo o si la Sentencia tuvo un caminar demasiado lento. Los espectadores se agolparon en los lugares estratégicos. El mimo en el arreglo de los pasos, la calidad de las bandas intervinientes y el orden de los cortejos, fueron la nota dominante. Como anecdótico cabe calificar la caída de las potencias del Cautivo al poco de comenzar la procesión, realizando el resto del trayecto sin este elemento.
El Arzobispo, Monseñor Martínez, estuvo en la salida de la primera Cofradía, la de la Burriquilla, y el Alcalde se encargó de dar la simbólica llamá de apertura de la Semana Santa granadina, tomando la llave que llevaron hasta el Santuario del Perpetuo Socorro los hermanos de la Alhambra. El Prelado estuvo acompañado en su palco de Pasiegas por el compositor García Román.
La noticia estuvo precisamente ante las puertas de la Catedral. Numerosos abonados se quejaron de que la remodelación practica en los palcos instalados en este lugar, ha supuesto una merma considerable de su visibilidad. Manifestaron verbalmente a los federativos su descontento e incluso llegaron a protestar haciendo de sus palabras un griterío de voces. El Arzobispo utilizó la megafonía que recoge sus intervenciones, para explicar que la Federación era consciente del hecho y que trabaja para solucionarlo. El Presidente del ente cofrade ha indicado que tratarán de elevar los palcos afectados. Parece complicado que esta sea la solución y habrá que esperar al año próximo para acabar con esta dificultad.
Al estrechar el pasillo de Pasiegas y trazarlo sin variaciones desde Marqués de Gerona hasta la puerta de la Catedral, se ha producido una modificación cuyo resultado ha permitido ampliar el número de palcos y mejorar la estética del discurrir procesional por la zona, pero también se ha provocado esta dificultad de acceso visual. Está claro que la nueva disposición de palcos ha ocasionado que muchos sean más incómodos y la visibilidad sea menor.