Numeroso público contempló el paso de Santa María de la Alhambra por las calles de la ciudad. Si esta procesión ya tiene un atractivo excepcional, es la única que sale el Sábado Santo y a ello le unimos lo ocurrido en días anteriores, el resultado es el gentío que estuvo presenciando su cortejo. El orden procesional fue bastante singular, dividiendo a los penitentes en diferentes tramos que se iban entremezclando con mantillas y representaciones. La anécdota de la jornada
se produjo cuando el paso no se debuto ante el Arzobispo, Monseñor Martínez, en la Plaza de las Pasiegas y el Prelado no pudo realizar la habitual intervención que hace ante cada cofradía. Había mucho interés por ver como solventaban los hermanos la dificultad de haber tenido que prescindir de las trabajaderas exteriores, asunto ya comentado en este blog. La fotografía que acompaña esta información es bien ilustrativa. unas randas a las que se adhirieron
emblemas de la cofradía, hicieron las veces de respiraderos y se colocaron cuatro maniguetas improvisadas, con el remate de otros tantos leones de los que antes culminaban los conocidos como palos, colcándose no en las esquinas, sino bastante centradas. En futuro Cabildo de la Alhambra se presume de gran interés y nos dará a conocer si se acepta la propuesta seleccionada por la Junta de Gobierno tras el concurso público.