El ritmo de la lluvia marca hasta el momento cada día el discurrir material
de las cofradías, pero como hemos publicado en otras ocasiones, no puede con el
sentimiento cristiano de los granadinos. Ayer se volvió a demostrar. A la hora
prevista partieron de sus templos Los Gitanos y los Estudiantes. La primera
puso en la calle un cortejo poco abundante de penitentes, pero muy nutrido de
representaciones y mantillas. Cuando iba camino de la Catedral recibieron la
alerta municipal que anunciaba la llega de un frente nuboso que podía descargar
lluvia. Ante esas noticias y dado que gran parte de su trayecto hasta la Ábadía
del Sacromonte transcurre por espacios donde es muy difícil refugiarse de la
lluvia, decidieron suspender la estación de penitencia en este punto.
Por su parte, los Estudiantes que mostraban una procesión muy participativa,
lucieron con gusto las cuatro nuevas imágenes que acompañan al Señor de la
Meditación para configurar un misterio en su entorno. Acertaron en la distribución
de las figuras secundarias. Para ello elevaron sobre una roca la imagen de
Jesús, lo colocaron al frente del paso y dejaron atrás, en un segundo plano, al
resto de las tallas, cuyo mérito artístico se realzaba de esta manera. El
calvario entremezclaba diversas flores, con abundantes hojas verdes. Iban tras
Los Gitanos cuando también recibieron la comunicación sobre el riesgo de
precipitaciones y en su caso decidieron completar la estación de penitencia,
puesto que la distancia entre su sede, la Parroquia de San Justo y Pastor, y el
templo metropolitano es muy escasa.
Estaba en el comienzo de su recorrido la Cofradía de las Penas, cuando
recibió el aviso de lluvia. Entonces decidieron continuar, pero al salir de la
Catedral acortaron su recorrido para volver a la Parroquia de San Matías. Estaban
próximos al templo en el momento en que hizo acto de presencia la lluvia, por
lo que apenas incidió en su estación de penitencia.
Mientras las cofradías del Rosario y el Nazareno, abrieron las puertas de
Santo Domingo y las Carmelitas Descalzas para que pudiera venerarse a sus
titulares. Ante los dos recintos se agolparon miles de personas que mostraron
así el cariño a estas hermandades y lo que representan en la Semana Santa
granadina. Detalles como estos, muestran que la lluvia puede entorpecer el
programa de horarios e itinerarios, pero a la vez pone de manifiesto que la
Semana Santa de Granada, trasciende a las procesiones y también se vive el
interior de las Iglesias, donde sobre sus altares móviles, que son los pasos,
las imágenes de Jesús y María, también puede recibir la visita de los
granadinos y visitantes.
La lluvia forma parte, de manera poco afortunada, del paisaje de las
celebraciones pasionales granadinas durante décadas. Sin embargo, año a año, se
pone de manifiesto que nuestras cofradías, disponen de una creciente vitalidad
y que la religiosidad popular, está prendida en lo más profundo de muchos
corazones.
Acompañamos la información con una foto de Velasco como anticipo de la galería gráfica del Miércoles Santo que publicaremos en las próximas horas.
