viernes, 28 de marzo de 2014

LA TRIBUNA DE LOS VIERNES (JUAN DE DIOS JERÓNIMO)

Escándalo

Sí. Es un escándalo. El gran escándalo, diría yo. Un escándalo que golpea a la sociedad una y otra vez. Apenas lo encontramos en los medios de comunicación que optan por silenciarlo una y otra vez. Un escándalo que va directamente a complicar la vida de cualquier ser humano, a sacarle de sus ambiciones y a situarlo ante un horizonte que nunca había imaginado. Es un escándalo y una necedad, una tontería. No soy yo quien lo dice. San Pablo nos trae noticias de cómo la inmensa mayoría de los ciudadanos definían el comportamiento de los cristianos como escándalo y necedad. Es un escándalo (del lat. scandălum, y este del gr. σκάνδαλον) la “acción o palabra que es causa de que alguien obre mal o piense mal de otra persona”. El diccionario de la Real Academia tiene otras acepciones tales como “alboroto, tumulto, ruido, desenfreno, desvergüenza, mal ejemplo, asombro, pasmo, admiración.”

Y es con una de las últimas con las que me quedo. Asombro. Sí. La Eucaristía es asombrosa. Nos deja pasmados un Dios que perdona siempre. Tanto nos asombra, tanto nos admira que podemos pensar que es imposible. Y lo es. Es imposible que advirtamos tanta capacidad de amar. Tanta entrega golpea y escandaliza a una sociedad individualista. Es siempre preferible situar el problema lejos de nosotros y plantearnos que son otros los culpables de que no nos llegue la grandeza de estos misterios. El Papa Francisco ha pedido a los sacerdotes que una y otra vez se sienten en ese “tribunal de la Misericordia de Dios” y que “no se enfaden” con los penitentes. También ha pedido que esas iglesias permanezcan abiertas. Los sacerdotes tienen ahí una excelente oportunidad de mostrarse acogedores. Seguro que se harán eco de esta petición del Papa. De hecho en la diócesis de Granada hoy mismo comienzan 24 horas de oración en la catedral de Granada. 24 horas en las que las cofradías tendrán un protagonismo grande. Decenas de sacerdotes se sentarán en el confesionario. Se oficiarán actos eucarísticos. Y mañana a las cinco el arzobispo clausurará este encuentro que es una respuesta a la petición del Papa de rezar especialmente en Cuaresma. Sí. Para muchos será un escándalo. Muchos dirán que es de necios acudir a este tipo de eventos. También a ellos se les recuerda que no eligió Dios a los más listos… se fijó en los que tienen “sabiduría de corazón”. Ahí caben todos. El Dios de la Eucaristía, el Dios que perdona no es excluyente (otro escándalo): es un Padre. Y ese Padre mide a sus hijos por la capacidad de amar. Cuando esa capacidad se contagia y se nutre del Pan y la Palabra, del Perdón, de la atención a los más necesitados… se multiplica y no deja de crecer. Nuestra tontería, nuestro escándalo al fin es lo que salva al mundo. Es una locura sí, pero en amor, como dijo Machado, locura es lo sensato.