martes, 7 de octubre de 2014

LA SOLEDAD VUELVE A SAN JUAN DE LOS REYES



Nota de la Hermandad del Santo Vía Crucis:

San Juan de los Reyes ha recuperado la imagen de la Soledad que tallara Torcuato Ruiz del Peral (siglo XVIII). Se trata de una obra que en la década de los 60 se trasladó junto al resto de la imaginería y piezas artísticas que allí se encontraban por el deterioro del citado templo. La posterior restauración de la iglesia entre 1999 y 2007 y el cierre del Colegio Mayor Loyola (en cuya capilla estaba ubicada en los últimos años) han motivado que la imagen mariana retorne a su lugar de culto original.
La Virgen arrodillada recuerda a la Soledad de la iglesia de San Gil y Santa Ana, que ejecutara José de Mora y que en la actualidad es titular de la Hermandad del Santo Sepulcro. Por otro lado, la disposición de las manos entrelazadas e inclinadas hacia el costado izquierdo denota también la influencia de la Inmaculada Concepción que ejecutara Alonso y que en la actualidad se puede contemplar en la sacristía de la Santa Iglesia Catedral de Granada.

Este paso unido al que se materializó el pasado 24 de febrero de 2012 -cuando volvieron a San Juan de los Reyes la pintura flamenca de ‘La Quinta Angustia’ (anónimo, siglo XV), la Virgen de los Favores y el grupo escultórico de Santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús (ambas obras de Pablo de Rojas, siglos XVI y XVII), el San Sebastián de Bernabé de Gaviria (siglo XVII)- completa la obra artístico religiosa que inicialmente contenía el primer templo cristiano de la capital granadina erigido como tal el 5 de enero de 1492, tras la conquista de los Reyes Católicos.
A ello hay que sumarle los Titulares de la Hermandad del Santo Vía Crucis: Nuestro Padre Jesús de la Amargura (José de Mora, siglo XVII), Nuestra Señora de los Reyes (Antonio Asensio de la Cerda, siglo XVIII) y María Santísima de la Lágrimas (autoría anónima, siglo XIX). Más recientes son ya los catorce tapices que reflejan las estaciones del Vía Crucis, unas piezas elaborados por el pintor granadino Garrigues en 1926.
De este modo, la iglesia de San Juan de los Reyes se erige en un compendio histórico de obras de arte que desde el siglo XV ofrece piezas de primer nivel en el campo de la escultura y la pintura de manera consecutiva hasta llegar a la pasada centuria. A eso hay que añadirle el factor arquitectónico ya que se conserva el alminar almohade, ahora torre-campanario, del siglo XIII de la antigua mezquita de los Conversos. El resto del inmueble, mandada su ampliación por los Reyes Católicos, data del siglo XVI.