CABECERA NOVIEMBRE 2014
Nace Noviembre, y me dirijo de nuevo a vosotros para presentaros una nueva cabecera de un marcado contraste emocional.
Noviembre es un mes que comienza con una fuerte carga sentimental, pues nos abre sus puertas con el día de los difuntos, y acaba con una explosión de júbilo y goce para los sentidos, pues se cierra con la festividad de Santa Cecilia, como bien sabéis, patrona de la música.
Pues bien, atendiendo a este esquema del mes, afrontamos esta nueva cabecera.
Comenzando, como es habitual, de izquierda a derecha, vemos que se nos muestra el reflejo del anteriormente mencionado día de los difuntos, mediante la aparición del Crucificado que nos recibe a las puertas del Cementerio de San José de nuestra querida ciudad, a los pies del que descansa, en actitud desolada, otras de las esculturas que pueblan nuestro querido Campo Santo y que lo hacen tener esa forma que le confiere al mismo su carácter monumental. Ambas imágenes aparecen monocromáticamente representadas para conferirles ese tacto frío del mármol que poseen.
Según avanzamos hacia la derecha, nos llama la atención, otra de las imágenes procedentes del recinto donde descansan los restos de nuestros seres queridos, que ya no se encuentran con nosotros, la cual, pese a estar en el grupo que conforma la parte derecha del observador, se encuentra vuelta hacia el grupo antes descrito, como en actitud de haber avanzado en el transcurso del mes, pero de no haber olvidado esa visita anual a las personas que nos faltan. Y en ese entre caminos del recuerdo triste y de la alegría de la música, sus tonos marmóleos empiezan a perderse con los tonos propios del esplendor sonoro del final del mes.
Es en este grupo que mencionamos, donde ya aparece la figura de Santa Cecilia, tocando un órgano, patrona de la música, como más arriba hemos referenciado, y a sus pies, un ángel, también procedente del lugar del descanso eterno, pero esta vez ya integrado totalmente en la contemplación y el goce de la música que se desprende del referido instrumento. Todo ello, ya recoge el color propio del disfrute de los sentidos, como queriendo haber dejado atrás el desasosiego del comienzo del mes.
Sólo queda hacer referencia al fondo del conjunto, que muestra un degradado del negro más profundo hacia un celeste luminoso, del pórtico del mes que nos ocupará en la próxima cabecera, que supone un período de plenitud y felicidad.
Tras esta explicación, y esperando que esta nueva cabecera sea de vuestro agrado, me despido de vosotros y os emplazo nuevamente para la cabecera del próximo mes, eso sí, invitándoos antes a que sigáis visitando con asiduidad nuestro querido blog para seguir al tanto de todo lo que va aconteciendo en el mundo de la Semana Santa de Granada.
