martes, 7 de abril de 2015

BALANCE SEMANA SANTA 2015

Hay motivos para considerar la Semana Santa de este año, como una de las mejores de la historia. La meteorología ha permitido que se muestren en su esplendor las 32 cofradías, con sus 34 procesiones. Desde 1999 no sucedía algo así. En 2001 ninguna corporación se vio afectada por la lluvia, pero entonces no pudo salir el Nazareno. Además, las cifras relacionadas con la ocupación hosteleras, ofrecen los mejores datos desde que se dispone de estadísticas. Ese capítulo también debe de valorarse. No ha habido ningún incidente destacado y la programación se ha cumplido, aunque con algún retraso en los encierros. El esfuerzo de los cofrades y de la colaboración de las autoridades, especialmente las municipales, ha tenido este fruto.
Grandes cortejos
Uno de los objetivos de las cofradías es conseguir aumentar sus cortejos, especialmente en lo que se refiere a penitentes. Muchas lo han conseguido. Espectaculares han resultado los del Rosario, Aurora y Favores, que siguen siendo los más participativos. En esto se continúa en la misma senda que en años anteriores, como también sucede con respecto a la masiva presencia de las mujeres como mantillas. Cada año son más las que visten el atuendo de luto de la mujer española, para acompañar a sus titulares.
Además, el orden de los cortejos, continúa siendo cada más más riguroso. De esta manera, las insignias suelen figurar en los lugares más lógicos y las comitivas suelen regresar sin apenas bajas a sus lugares de recogida. El comportamiento de los hermanos, por lo general ejemplar, mereciendo especial reconocimiento los "corralitos", que cada vez aparecen más nutridos y cuyos jovencísimos integrantes, dan auténticas lecciones de cómo ir en procesión.
Costalería
El esfuerzo de los hermanos costaleros, hace que cada año anden mejor, en líneas generales, todos los pasos. Por fortuna se ha desterrado aquel apunte de una posible crisis en el número de los encargados de llevar a cabo esta labor. Unos sobre la cerviz, otros sobre los hombros, han ofrecido auténticas lecciones. 
Música
En el capítulo musical, merece una distinción especial la Banda de los Ángeles. Queda claro que su Director, Manuel Elvira, además de un gran músico, es un cofrade de amplios conocimientos y esto queda claro, con detalles como los ritmos de marcha lenta que ha ido empleando, desterrando el monopolio de los tambores granaderos. Todas las bandas han aumentado su nivel, en algunos casos con una afinación magnífica, como los casos de Armilla y Ogíjares. Esta última debería de prodigarse más en nuestra Semana Santa. Por su parte la Banda de los Dolores, muestra una solera incuestionable y la del Amor y el Trabajo-Ribera del Genil, un futuro muy esperanzador. La intervención de la Banda Municipal, que se circunscribe a la procesión del Santo Sepulcro, estuvo a la destacada altura de este grupo musical.
Las agrupaciones musicales han alcanzado una brillantez incontestable, teniendo un referente en la Estrella, unas singulares armonizaciones en el Dulce Nombre, y un futuro esperanzador en el Cautivo.
En cuanto a las Bandas de Cornetas y Tambores, la maestría alcanza niveles sublimes en Tres Caídas, el Despojado y Gran Poder. Para completar el panorama, haría falta que tuviéramos en Granada una banda de este estilo que conservara con pureza el solo utilizar cornetas y tambores, al estilo de la Centuria o los Bomberos.
Capítulo especial para el complicado trabajo de las capillas musicales, cuyos componentes muestran una formación muy especial.
En cuanto a las participaciones foráneas, muchas tienen justificación.
Especialmente acertados, casi todos los repertorios. En esto, también cada año mejor.
Flor
Uno de los aspectos más subjetivos a la hora de valorar una procesión es la coloración de la flor. Hay quienes optan por una línea continuada y otros innovan cada año. Esto último es una acción valiente que tiene sus riesgos. Lo importante es que no hemos anotado ningún adorno muy lejos de los cánones del decoro.
Procesiones muy lentas
Hay un aspecto en el que se avanza muy poco. Se trata de la lentitud, entiendo que a veces innecesaria, con la que se mueven los cortejos penitenciales. En ocasiones llega a ser desesperante y resulta especialmente grave cuando entorpecen a otras procesiones. Parece que es un mal extendido, que se dilata en el tiempo y convendría analizar detalladamente los motivos.
Vestidores
El trabajo de los vestidores, como en el caso de la flor, también puede tender a la subjetividad, pero en líneas generales su actividad es minuciosa e impera el buen gusto. Se echa en falta, dentro de la variedad de estilos que se exhiben, algunos detalles de mayor clasicismo.
Personalidad e identidad
Cada corporación es libre a la hora de adoptar una personalidad, creando una impronta propia, recurriendo a la tradición o imitando aquello que mas le guste. Si se hace de manera coherente, debe de respetarse. En este sentido tenemos una Semana Santa muy variada. Acaso, un apunte constructivo en este sentido, es que la determinación que se adopte, se haga desde la libertad del conocimiento. También en este sentido, en los últimos tiempos, creo que se es más consciente.
El nuevo horario de la Concha
Los hermanos de la Concha se han manifestado satisfechos por haber adelantado la salida y el regreso de su estación de penitencia. Eso y que no entorpecieran la salida del Silencio, es suficiente para considerar que la decisión ha sido la oportuna.
Una labor brillante
Recuerdo que el siglo pasado nos preguntábamos cómo sería la Semana Santa del siglo XXI. Aquí tenemos la respuesta: brillante. No obstante el gran balance no debe ser sólo en torno a la estética y el orden. El gran balance es el de los beneficios espirituales de las estaciones de penitencia. Eso ya debe hacerse, sobre todo, de forma individual.