martes, 7 de abril de 2015

UN PENITENTE LE PIDE MATRIMONIO A UNA COSTALERA DE LA SOLEDAD Y OTRO GOLPEA ACCIDENTALMENTE AL CORNETÍN DE LAS TRES DE LA TARDE (ANECDOTARIO)

Durante una Semana Santa, se suceden las anécdotas. Como una auténtica sorpresa cabe calificar la petición de mano de un penitente de la Cofradía de la Soledad a una mantilla, al término de la procesión, cuando el cortejo ya se encontraba en el interior del templo de Monasterio de San Jerónimo. El hermano incluso llevaba preparado su anillo y obtuvo el sí como respuesta.
Otro penitente ocasionó otra anécdota menos afortunada. El cornetín de la Banda del Dulce Nombre que había sido designado para hacer sonar su instrumento a las tres en punto de la tarde del Viernes Santo en el Campo del Principe, no pudo terminar su labor. De manera fortuita, un penitente lo golpeó con el capirote, con el resultado de que no consiguió completar la aguda nota que terminaba su intervención.