Hoy tenemos la
oportunidad de conocer #DeCerca a una cofrade de bandera, hermana y madre
cofrade que se desgasta por su familia y su cofradía, a la vez que lleva allá
por donde va el nombre de la Semana Santa de Granada. Nos acercamos un poco más
a la persona de Mari Carmen Tovar, Vicehermana Mayor de la Entrada de Jesús en
Jerusalén.
-Madre,
maestra y cofrade. ¿Cómo llega la pasión por nuestra Semana Santa a una persona
como tú, Mari Carmen?
Yo nací en la
calle Jesús y María, calle cofrade por excelencia, y desde pequeños mi madre
nos inculcó a mi hermano y a mí todos los valores y sentimientos relacionados
con la Iglesia y con la Semana Santa.
-¿Cómo
fueron tus inicios en nuestras hermandades y cofradías?
Era el año
98 y Nacho llevaba varios años diciendo que quería salir como “esos” (señalando
a los nazarenos que salían durante la Semana Santa). Por aquel entonces Eugenio
era compañero de trabajo en el mismo colegio y, al comentárselo, me dijo que esa
misma noche tenía junta de gobierno (él aún no era hermano mayor) y que lo iba
a decir en la misma para ver la opinión de los presentes…. Así fue como
empezamos y nos hicimos hermanos de la Borriquilla.
-Si por algo
te conocemos los cofrades de a pie es por tener una total entrega y dedicación
a tu hijo Nacho, con el que haces una pareja de insignes cofrades de Granada.
Entendemos que tú como madre inculcaste nuestra tradición a Nacho pero, quién
tira más de quién hoy en día, porque la afición y devoción de tu hijo es
tremenda.
Yo me he
sentido cofrade toda la vida, siempre me ha gustado mucho este mundo, pero a
día de hoy él es quien tira de mí para todos los actos a los que vamos y en que
participamos, pues la Semana Santa y el mundo cofrade es su vida.
-Yo tuve la
suerte de conoceros cuando fui responsable de juventud en Federación y la
verdad es que no os perdíais ni un acto o actividad, ya fuese lúdica, cultural
o cultual. ¿Cómo se vive esta pasión cofrade durante todo el año?
Pues
precisamente, todo el año, acudiendo a todo lo que podemos e intentando estar
siempre con todas las hermandades. Además, en mi casa se ven vídeos cofrades y
se escucha música de Semana Santa durante todo el año, incluso en pleno verano.
-Me atrevo a
decir que para Nacho y para ti no hay cabida a las barreras arquitectónicas
para visitar y disfrutar de un momento cofrade. ¿Cuál ha sido el lugar o
momento que más os ha fascinado vivir y que creíais imposible?
Recuerdo con
especial ilusión nuestra participación en las JMJ de Madrid, en 2011,
acompañando a la hermandad de Jesús Despojado, pero aquí en Granada son muchos
momentos únicos los que hemos podido vivir, gracias a la ayuda de muchos
cofrades que hacen posible lo imposible. Hemos podido subir a la torre de San
Justo y Pastor, bajar a las Cuevas del Sacromonte, subir al Campanario del
Huerto, la casa-hermandad de las Maravillas…
-En alguna
ocasión he podido leer que las peores barreras arquitectónicas son las formas
de pensar. En nuestras hermandades y cofradías también tenemos en ocasiones de
esas barreras que hacen que los hermanos no se centren en lo primordial en una
hermandad. ¿Recuerdas alguna barrera de ese tipo que no hayáis podido superar?
En general,
los cofrades siempre nos han mostrado su apoyo y cariño… pero sí es cierto que
en ocasiones, las mínimas, también hemos vivido alguna barrera de ese tipo; por
decirlo de alguna forma, la estética es muy importante en el mundo de nuestras
hermandades y quizá, a veces, el ir en silla de ruedas no siempre resulta del
agrado de todos porque esa “estética” se rompe…
-Como decía
al inicio, madre, maestra y cofrade. ¿Cómo lleva una profesora en el aula el
ser cofrade? ¿Se transmite a los alumnos un modo de vida diferente?
Soy católica
y cofrade, todos los cristianos estamos llamados a ser apóstoles de Cristo y,
por tanto, transmito esa forma de vivir no sólo en el aula, sino también en mi
vida, dando testimonio de ello. En concreto, el hecho de ser cofrade me
posibilita vivir en el colegio un montón de situaciones muy satisfactorias
relacionadas con todo ello, como colgar los carteles de las diferentes
hermandades junto a los alumnos en el tiempo de Cuaresma, organizar la
Exaltación de la Semana Santa, un Viacrucis…
-Sabemos de
tu responsabilidad como Vicehermana Mayor de la hermandad de la Borriquilla.
¿Cómo se vive en el seno de la junta de gobierno de la hermandad que abre la
Semana Santa?
Para estar
en una junta de gobierno hay que ser una persona comprometida, a pesar de que
cada uno tiene sus obligaciones y responsabilidades. Por ello, cada uno aporta
lo que puede…Al ser la hermandad que abre la Semana Santa todos los ojos están
puestos sobre nosotros y la salida del Domingo de Ramos se prepara muy
concienzudamente.
-¿Cómo se
presenta el actual curso cofrade para la hermandad del Domingo de Ramos?
Con mucha
ilusión, trabajando en el proyecto de la restauración de San Andrés para poder
reabrir pronto nuestra sede al culto y trabajando en otros proyectos menores
que también necesitan del esfuerzo de todos para seguir adelante.
-El proceso
de restauración de la Iglesia de San Andrés se está llevando a cabo para que
próximamente la hermandad vuelva a procesionar desde su sede canónica pero
algunos cofrades tienen la sensación de que el enclave entre San Jerónimo y San
Juan de Dios es el lugar idóneo para el comienzo de nuestra semana mayor, ¿no
lo creéis así en la hermandad?
En la
hermandad hay opiniones divididas y a día de hoy es un tema completamente
abierto que, llegado el momento, habrá que tratarlo convenientemente. Muchos
hermanos, sobretodo los más jóvenes, no conocen San Andrés y su salida siempre
ha sido desde el Perpetuo Socorro, por lo que llegado el momento habrá que
intentar recoger todas las sensibilidades, sin perder la esencia de nuestra
cofradía, que está en la calle Elvira y, concretamente, en San Andrés.
-¿Veremos a
María Santísima de la Paz salir de San Andrés en 2016?
Esa es una
pregunta para la que ahora mismo no tengo respuesta. Las obras aún no han comenzado
y desconocemos los plazos. Personalmente, creo que es muy complicado, además
este año la Semana Santa cae demasiado pronto.
- Y más de
cerca, sobre tu Semana Santa, ¿cómo vives el día de una salida procesional
desde que te levantas? ¿Cuál es el momento que vives con más emoción? ¿Y
cuál es más íntimo y personal?
La noche
anterior me la paso diciendo: “Nacho, no va a llover”… Él duerme mal… Ya por la
mañana, me levanto mirando al cielo… Vamos a la Función de Palmas y comemos muy
pronto. Enseguida nos preparamos y llegamos al Santuario; es un momento de
emoción, nervios… El momento en que se me saltan las lágrimas y no puedo
contener esa emoción es justo cuando se abren las puertas. Desde ahí procuro ir
rezando durante toda la estación de penitencia y acordarme de todos aquellos
que lo necesitan. Al terminar, el abrazo con mi gente, es de lo mejor que puede
pasar como colofón a un gran día.
- ¿Cómo se
presenta el curso cofrade para unos cofrades tan implicados como tú y tu hijo
Nacho?
Muy
ajetreado, ya que al ser la Semana Santa tan pronto hay muchos actos que se
solaparán y no podremos acudir a todos los que nos gustaría.
- Como
cofrade, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en
día?
día?
Bueno, en
general… Aunque hay situaciones que a veces se nos empiezan a escapar de las manos
y debemos tener cuidado. El patrimonio es importante, pero los hermanos y las
personas lo son aún más. Hay que cuidarlos.
- Aunque aún
quede lejos, ¿qué deseas para la Semana Santa de 2016?
Todas las
hermandades en la calle con sus recorridos completos de principio a fin y con
una alta participación de hermanos.
Y para
conocerte un poco más de cerca:
- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Esperar al
Señor del Silencio en la esquina de la calle Jesús y María.
- Una imagen
de Cristo de nuestra Semana Santa:
El Señor de
la Borriquilla.
- Una imagen
mariana de nuestra Semana Santa:
Nuestra
Señora de la Paz.
- Una
marcha:
Concha.
- Un momento
especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde
procesionas):
Ver a los
titulares de la hermandad de Paciencia y Penas durante la estación de
penitencia, ya que es volver a mi niñez.
- Tu rincón
para ver cofradías:
Actualmente,
por mis circunstancias con Nacho, no me puedo mover de Tribuna.
- Tu momento
más feliz como cofrade:
La primera
salida de Nacho como nazareno en la Borriquilla, hacer el recorrido completo,
llegar a San Andrés y que dijera: “esta es mi cofradía”.
- Y el que
te hubiera gustado no vivir:
Dos
estaciones de penitencia en donde apareció la lluvia de forma torrencial.
- ¿Con que
adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Recogida y
única.
- Cuéntanos
alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Al principio
de salir de nazareno, Nacho llevaba su vela de cera y durante todo el recorrido
la gente me llamaba la atención y me decían: “Señora, que el niño se quema…”,
ya que toda la cera la caía en el hábito, en las botas y en la silla. Al
principio él se mosqueaba y yo le decía que esa era nuestra penitencia (bromea).
Muchas
gracias Mari Carmen, de parte de todo el equipo, y de forma especial de mi
parte por ser un ejemplo de madre y cofrade.