miércoles, 13 de enero de 2016

SALVADOR SÁNCHEZ #DeCerca

Tras el descanso navideño, volvemos con nuestra cita semanal en la sección #DeCerca donde el equipo de Cruz de Guía os quiere acercar a un cofrade de nuestra Semana Santa para conocerlo en profundidad, no sólo como cofrade, sino como persona. En esta ocasión tenemos el gusto de conocer a Salvador Sánchez Muñoz, Diputado Mayor de Gobierno de la Cofradía de Santa María de la Alhambra.

-Salvador para los que llegan a esta entrevista sin conocerte, pero para alguien como yo, con el que has crecido codo con codo, no puedes llamarte nada más que Salva. Con veintiséis años eres uno de los diputados mayores de gobierno más jóvenes de nuestra semana mayor, ¿cómo se vive esa responsabilidad?
Sin duda es un cargo que requiere un gran compromiso y sentido del deber. Acepté este reto por parte de Antonio Olivares hace casi tres años, cuando tenía 24 años. Al principio puede dar un poco de “vértigo”, y más en una hermandad de la talla de Santa María de la Alhambra, pero con trabajo y en mi caso, cuidando todo al detalle y rodeándote de buena gente que te ayude y te aconseje en muchos casos, al final acaba saliendo todo adelante. Hay que decir que es un cargo que no te permite disfrutar nada el día de la Estación de Penitencia, pero la satisfacción del deber cumplido y mirar a la Virgen y saber que has puesto tu granito de arena para que baje a Granada es la mayor de las recompensas.

-Si tiramos de la historia, la corporación alhambreña no se encontraba en sus mejores momentos en lo que a cortejo y presencia en la calle se refiere, pero desde tu llegada no sólo se ha aumentado el número de hermanos en fila, también el buen hacer de la hermandad en la estación de penitencia. ¿Cómo crees que ha influido el trabajo del diputado mayor de gobierno?
Pienso que esto también va por etapas. Yo he tenido la suerte de llegar en una etapa de crecimiento en cuanto al número de hermanos que deseaban participar en filas. Hace no menos de 4 años, pues sufríamos una pequeña crisis en ese aspecto, no sólo en nuestra hermandad sino de manera generalizada en la Semana Santa.
Dicho esto, nada más llegar el primer año realicé un gran trabajo de análisis y estudio de qué estaba pasando en filas, de cuántos hermanos habían salido en los últimos años, de cuántos de ellos repetían, etc. Tras esto intenté ponerme en contacto telefónicamente con ellos, para poder presentarme y saber sus inquietudes e intenciones.
Respecto a la organización mi intención siempre ha sido plasmar el concepto y visión  de hermandad en la calle que tengo no sólo yo, si no la Junta de Gobierno y el Hermano Mayor a la cabeza. Todo tiene un sentido, el orden de los nazarenos y camareras, las insignias, la elección de un repertorio adecuado sin olvidar la idiosincrasia de la hermandad y por supuesto un ritmo ágil en la estación de penitencia que favorece que el hermano se sienta cómodo y desee repetir.

-La hermandad del Sábado Santo es la que te vio nacer como cofrade pero también eres hermano de la cofradía del Señor de la Humildad, ¿cómo es tu llegada a dicha hermandad?
A esta hermandad llegué a través de mis amigos y de mi hermano Luis Miguel. En aquel momento había un grupo joven muy potente y siempre entre unas cosas y otras acababa en algo de la Hermandad cuando fallaba alguien o hacía falta echar una mano. La primera vez que salí fue un Viernes Santo a las 3 de la tarde acompañando a la Soledad y a partir de ahí comencé a salir también el Martes Santo. Gente como Joaquín León o Elena Fernández me hicieron sentir como en casa hasta que finalmente me hice hermano. Actualmente tengo el privilegio de ser el pertiguero del paso del Señor de la Humildad.

-Tanto el Martes Santo como el Sábado, en éste último con mayor responsabilidad, ¿cómo vives el día desde que amaneces hasta que llegas al templo?
Es un día muy especial. Es sentir ese cosquilleo en la barriga, ese preparar todo con detalle: desde el hábito, los guantes, la medalla, la papeleta de sitio; de mirar al cielo a cada instante y comprobar que no habrá ningún problema… es una mezcla de ilusión y orgullo. Aunque en el caso del Sábado Santo se vive con un grandísimo sentido de la responsabilidad, mi visión de ese día en este caso es muy distinta, pues todo un cortejo depende de ti como responsable máximo en ese día.  

-Pero en tu vida no todo son cofradías. Tu magisterio y destreza al piano es fruto de tantos años de estudios, ¿cómo es la vida de un pianista?
Siempre ha sido una vida sacrificada, de no poder hacer muchas cosas, de sacrificar muchos momentos por poder dedicarle tiempo al estudio y la práctica del piano. Para que me entiendan, esto es equiparable a un deporte de élite, en el cual si quieres estar a un buen nivel no puedes dejar nunca de practicarlo. Pero por supuesto es algo que te llena, es una disciplina puramente vocacional y artística, y las horas de estudio siempre tienen su recompensa. Poder interpretar con tus propias manos la mejor música obra de los mejores compositores es un privilegio. No podría concebir mi vida sin música.

-En muchas ocasiones uno mezcla aficiones e ilusiones con el propio trabajo, en tu caso así lo hiciste incluso con la propia devoción cofrade con el grupo ‘Piano Sacro’ con el que interpretáis a cuatro manos marchas cofrades. 
Así es, cuando mezclas cosas que te apasionan y realmente te gustan pues salen en consecuencia cosas maravillosas como “Piano Sacro”. La idea surgió con mi compañero pianista y amigo Gonzalo Fernández Segura, durante un café entre clase y clase del conservatorio. Se nos ocurrió versionar marchas a piano a cuatro manos de cara a obtener al piano un resultado totalmente distinto al que mayormente se conocía en este ámbito a piano. El tocar a cuatro manos nos permite realizar versiones (que nosotros mismos realizamos) auténticas y completas de una marcha procesional, siendo el resultado final tanto sonoro como visual muy llamativo. Hemos tenido importantes actuaciones, tanto para la Real Federación de Hermandades y Cofradías, como para otras hermandades y el resultado siempre ha sido muy alabado por los presentes.

-Y en tu familia, ¿cómo se vive tu pasión cofrade y musical?
En primer lugar, respecto a la musical, en mi familia por parte de mi madre había tradición musical y ahí se fraguó todo. Comencé casi por gusto siendo una actividad complementaria más, hasta que finalmente descubrí que era a lo que me quería dedicar, y así fue.  Sin embargo en el ámbito cofrade es algo que ha sido más iniciativa mía y de mi hermano mayor, que nos apasionaba, hasta el punto de sorprender a nuestros padres al ver esa inquietud, pues ellos no son cofrades como tal.

-Tras el piano y el pinganillo en el cortejo procesional, el pasado domingo dabas el salto al atril pare presentar de forma brillante el cartel anunciador de la Semana Santa de Granada 2016. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Ha sido un gran reto. El Hermano Mayor de mi Cofradía, Antonio Olivares, me lo comunicaba el día 22 de Diciembre y esa misma noche, tras meditar con asombro la propuesta durante la mañana, pues era algo que no esperaba, le confirmé que lo haría. No podía decir que no, es algo que pocas veces sucede en la vida.
Me lo he tomado en primer lugar como un grandísimo honor, y por supuesto como una grandísima responsabilidad a la que hacer frente. Toda la Navidad la he dedicado prácticamente a preparar y escribir la presentación y el resultado creo que ha sido muy positivo. Ha sido algo inolvidable que guardo con mucho cariño.

-También conocemos de tu gusto y afición por la fotografía cofrade en la que has obtenido dos premios, uno con la hermandad de las Maravillas y otro en el concurso que realiza la Federación, hace dos años con una fotografía de la Aurora con la que obtuviste un accésit. ¿Cómo es para ti el mundo de la fotografía cofrade?
El componente creativo y artístico de la fotografía, en relación directa con mi profesión, es algo que desde que lo descubrí por primera vez me atrapó. Poder congelar con tu cámara imágenes que se convierten en puertas abiertas a las emociones de un determinado momento es algo único. Como expresé en la presentación, debemos estar muy agradecidos a la labor callada de muchos fotógrafos cofrades, pues nos regalan esas bellas estampas que tanto nos gusta mirar una y otra vez durante todo el año para recordar momentos inolvidables de nuestra Semana Santa.

-Centrándonos ahora en tu hermandad, ¿cómo se presenta el año para la corporación alhambreña?
Este nuevo 2016 que acabamos de comenzar va a ser un año de intensa actividad cofrade para mi hermandad, vamos a estar muy presentes en el discurrir cofrade de la ciudad. En primer lugar con el Cartel Oficial que se acaba de presentar y en segundo y más importante por el Vía Crucis Oficial, que será presidido por la imagen de Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Santa María de la Alhambra por primera vez en su historia. De igual forma estamos llevando a cabo grandes proyectos, como la reforma de la parihuela y la cuadratura del paso o la realización de las nuevas maniguetas que culminará con la confección de ese maravilloso diseño de faldones bordados de Álvaro Abril. 

-Rompiendo con la tradición de la hermandad de Santa María de la Alhambra, la juventud está brillando con fuerza en los últimos años tanto desde el grupo joven, del que fuiste su vocal hace años, como desde el grupo de formación que ha preparado para el sacramento de la Confirmación a más de doce jóvenes en los dos últimos años. ¿Qué ha cambiado para que la hermandad se esté revitalizando de esta manera?
La juventud ha sido una de las mayores apuestas del actual Hermano Mayor desde que su primer año de mandato al frente de la misma. Ha habido un buen trabajo de aglutinar a los numerosos jóvenes que había y querían comprometerse con la hermandad, se desarrollaron y crearon actividades y actos que fueron muy bien acogidos como el Cartel de Grupo Joven o se implicó a los jóvenes en actividades de grupos del Realejo o de la Federación de Cofradías. Al final se dieron todas las circunstancias propicias para conformar ese gran Grupo Joven que no sólo se ha comprometido cofrademente sino más importante, ha querido dar un paso más y formarse cristianamente como se ha visto en los últimos años.

-Sobre la actualidad de la hermandad, la presidencia en el Via Crucis oficial de este año 2016 por parte de la Virgen de las Angustias Coronada de la Alhambra debe ser lo que más se espera en la cofradía, además de un nuevo Sábado Santo. ¿Cómo se está preparando?
Lo primero que estamos preparando ya es el Vía Crucis, y se está haciendo con el mismo rigor que se debe preparar una estación de penitencia. Aunque obviamente a escala menor, lleva prácticamente el mismo protocolo. Conformar el itinerario y horario, establecer un orden de hermanos e insignias que salgan, realizar una maqueta de organización y establecer unos días para recoger la papeleta de sitio tal y como si fuera el Sábado Santo. Animo desde aquí a que todos los hermanos que puedan participen de ese Vía Crucis y arropen y acompañen a su hermandad en un día tan importante.

- Ahora podemos dejar la experiencia y la responsabilidad de diputado mayor a un lado, y como cofrade contestarme, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en día? ¿Qué asignaturas tenemos pendientes?
Pienso que se ha mejorado mucho en casi todos los aspectos. La Semana Santa ha evolucionado de una manera muy notable en la última década y reconocimientos como el de Interés Turístico Internacional lo atestiguan. Asignaturas pendientes de manera general podría decir la mayor involucración de toda la sociedad granadina en algo tan importante y que tanto bien hace a la ciudad de Granada, desde el granadino de a pie, pasando por el pequeño comerciante o las grandes empresas.
De manera concreta y en lo que a mi labor respecta, seguir aumentando la participación de los hermanos en fila en las estaciones de penitencia. Si bien es algo que ha mejorado en los últimos años, debemos seguir trabajando en esa línea y concienciar a los hermanos de que participen de sus hermandades en la estación de penitencia y durante todo el año.

- Aunque aún quede lejos, ¿qué deseas para la Semana Santa de 2016?
Que el tiempo acompañe, pero sobre todo que no haga el tremendo calor que vivimos la Semana Santa pasada tan perjudicial sobre todo para costaleros y nazarenos, y que la participación en filas siga aumentando.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
La primera vez que salí con el traje denominado de “abogaillo” de mi hermandad acompañando al preste tras el paso de Santa María de la Alhambra.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
El Cristo de la Misericordia de José de Mora (la talla original).
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Sta. María de la Alhambra, pero si tuviera que decir alguna distinta, por cercanía a mi casa, por contacto con la parroquia y la hermandad desde pequeño y por belleza de la imagen, Nuestra Señora del Amor y del Trabajo de la hermandad de los Ferroviarios.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
Diría uno que actualmente no puedo vivir por coincidencia de día con la estación de penitencia de la hermandad de la Humildad, pero que recuerdo con gran belleza y recogimiento. Se trata de la llegada de la Hermandad del Santo Vía Crucis a su templo de San Juan de los Reyes rezando las estaciones del mismo. Momento íntimo, cofrade y de recogimiento en un entorno de gran belleza.
- Tu rincón para ver cofradías:
La Carrera del Darro en la noche de recogía.
- Tu momento más feliz como cofrade:
La satisfacción como Diputado Mayor de Gobierno cuando Santa María de la Alhambra regresa a su templo y la Presentación del Cartel Oficial de la Semana Santa de Granada.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
Aquel mal trago por el que pasó la Cofradía Universitaria.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Única e incomparable.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Aquel año que saliendo Santa María de la Alhambra del Sagrario llovió y la imagen se resguardó en la Catedral volviendo a salir a los pocos minutos, ya que sólo había sido una pequeña nube que estaba justo encima de las Pasiegas, de hecho en Gran Vía no llovía. Ese momento nos regaló una imagen de la Virgen enmarcada en la puerta principal que fue muy bella.


Muchas gracias Salva, de parte de todo el equipo.