miércoles, 2 de marzo de 2016

JOSE MANUEL RODRÍGUEZ VIEDMA #DeCerca

En el ecuador de la Cuaresma queremos acercar a todo un cofrade amante de la palabra escrita, poeta con los pies como costalero y también con la pluma como escritor, poeta y pregonero. Hoy tenemos el gusto de conocer #DeCerca a José Manuel Rodríguez Viedma, cofrade del barrio del Zaidín y toda nuestra Semana Santa granadina.
-El arte y don de la escritura se conoce y desarrolla desde los primeros años de la educación, pero el sentir cofrade en ocasiones nos atrevemos a decir que proviene del seno materno. ¿Qué fue antes, las cofradías o la poesía?
No tengo ninguna duda en afirmar que el cofrade nace, se hace y se forma en el seno cristiano que ha de prevalecer en cada una de nuestras Hermandades y Cofradías.  ¿Ser poeta? No lo recuerdo. Quizás desde el mismo momento en el que las palabras escritas fueron capaces de transportar los sentimientos propios a lo demás. Tal vez la poesía me hizo cofrade.
-Cofrade granadino, venido desde el barrio del Zaidín, salesiano de hábito negro y azulón. ¿Cuenta alguna cofradía más contigo en la nómina de hermanos?
En cierto modo de todas aquellas a las que he pregonado. Cada una ha conseguido arrancarme sentimientos que he podido tener escondidos desde siempre y es por ello que desde entonces ha existido un lazo de unión indescriptible, más allá de que en alguna ocasión, inmerecidamente me hayan concedido el privilegio de hacerme Cofrade o capataz Honorífico, como la Hermandad de San Juan Evangelista de Huéscar o la Hermandad de los Estudiantes de Granada. Siempre he estado trabajando, literariamente hablando, para aquellas Cofradías que me lo han solicitado y ello me ha unido en pensamiento en obra y devoción, aunque solo realizo Estación de Penitencia cada  Jueves Santo con la Hermandad de los Salesianos y es en ella, donde cada día aprendo a seguir siendo cofrade.
-Tu labor en nuestra semana grande ha sido y es amplia, empezando por los inicios de tu hermandad, ¿cómo fue el origen que dio a luz a la corporación del Jueves Santo?
El desaparecido cuerpo de costaleros de María Auxiliadora, compuesto por un grupo de antiguos alumnos salesianos decidió dar forma y crear en 1.983 a la que hoy conocemos popularmente como la Hermandad de los Salesianos. Mi hermano era componente de aquel grupo de jóvenes y yo, un chico de trece años, que deseaba seguir sus pasos. Recuerdo con nostalgia aquellos tiempos en los que cada día se llevaba a cabo la consecución de un sueño. Primero la impresionante talla de nuestro Santísimo Cristo de la Redención y años más tarde la de Nuestra Señora de la Salud (Antonio Díaz.) Fue un camino complejo, pero en aquellos tiempos todo podía conseguirse con voluntad y trabajo. La humildad fuera de las trabajaderas fue fundamental y las ilusiones prevalecían sobre cualquier protagonismo individual. En aquellos tiempos donde todo parecía imposible, todas las metas eran alcanzables.

-Actualmente eres miembro de la Junta de Gobierno de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Redención pero han sido innumerables las funciones que has llevado a cabo en tu hermandad. ¿Cómo definirías tu vida de hermano cofrade desde que formaras parte de ella?
Siempre he estado ligado al cuerpo de Costaleros, desde que ingresé en el desaparecido de María Auxiliadora de la mano de mi hermano, hasta la fundación del propio del Santísimo Cristo de la Redención en el que ocupé el cargo de Vicepresidente. Durante más de veintidós años he compaginado la costalería con algunas labores en la Junta de Gobierno de la propia Hermandad como Vocal. En el curso 2.008 fui nombrado Presidente de la Comisión organizadora del XXV Aniversario fundacional de la Cofradía, alternado hasta el día de hoy, en el que ocupo el cargo de Diputado Mayor de Gobierno, y de forma alterna (algunos problemas en la espalada así me lo exigen)  con el mundo del costal. Pero eso sí, rotundamente soy y seré costalero, aún no me he cortado la coleta.
-Anteriormente comentábamos tu aportación a nuestra Semana Santa y es que entre tantas parcelas también has tocado la federativa en el área de cultura. ¿Cómo fueron para ti los años en la Real Federación de Cofradías?
Inolvidables. En ella he aprendido que siempre hay algo por hacer para convertir a nuestra Semana Santa en un referente cultural por medio de la devoción de nuestros cofrades y de su patrimonio artístico, de forma internacional. Me honra saber que he puesto mi granito de arena, que el trabajo realizado ha sido gratificante y que todo esfuerzo merece la pena. Conseguir llevar a cabo la Magna Mairana y que la primera mujer pregonera ocupara un atril del Pregón grande en el Isabel la Católica, quedará siempre en mi memoria. El importante equipo humano de toda la Junta de Gobierno con su Presidente a la cabeza, me recordaba aquellos comienzos en mi vida cofrade, donde todo aquello podía conseguirse con trabajo y humildad siempre pensando en el bien de cada una de las Hermandades y Cofradías de nuestra ciudad, ya fuera en la restructuración de la carrera oficial, los nuevos palcos y tribunas, asumiendo como parte fundamental que el apartado económico era primordial.  
-Teniendo en cuenta que algunas cosas han cambiado en el ente federativo, como ha sido la elección del pregonero oficial, ¿crees que hay grandes diferencias entre la gestión de la federación de hace unos años y la actual?
Entrar a valorar la forma de trabajar de unos o de otros nunca es acertada. No dudo que cada cual entienda que su labor sea la más apropiada o acertada. No entendería que las cosas se cambian solamente por no mantener las llevadas a cabo hasta ahora y que solo el capricho forme parte de las decisiones y los cambios que se lleven a cabo. La tarea de nombrar a un Pregonero oficial es difícil. A nadie dejará diferente y cualquier decisión al respecto ha de ser valiente y apostar por ella hasta el final. Nunca lloverá a gusto de todos y actúes como actúes o decidas llevar la decisión a la Junta de Gobierno, sea como sea, no hará que la crítica y el reproche, dejen de estar servidos en el plato. ¿Qué hay diferencias de gestión en la Junta de Gobierno?, claro que las hay. ¿Qué sean acertadas? Solo el tiempo dará o quitará razones, la memoria junto a los hechos, permanecen para siempre y son los cofrades los que han de juzgar cualquiera de nuestras acciones. Esto también se jura cuando se acepta el cargo.
-Sin duda tu don con la prosa expresada de forma oral o escrita te ha llevado a innumerables atriles de nuestro mundo cofrade. De todos ellos, sin contar el pregón oficial de 2008, ¿cuál de ellos recuerdas con mayor alegría?
Todos y cada uno de ellos. Y no es un tópico para no herir sensibilidades. En cada uno de ellos ha existido un motivo para aceptar el cargo de Pregonero. Unas noches sin dormir, un temblor de piernas diferentes. Un trato exquisito, una palabra de aliento. En cada uno de ellos he desnudado mis sentimientos. Se han lanzado prosas inéditas creadas para cada ocasión. Me he emocionado cuando los he visto acabados. Cuando los he releído y puesto el punto y final. Cada uno de ellos han formado parte de mi vida. Un estado de ánimo, un acercamiento espiritual indescriptible. Para todos existe un recuerdo especial en la memoria y jamás serán parte de mi olvido.
-Ser pregonero oficial de nuestra Semana Santa es todo un lujo pero también una grandísima responsabilidad. ¿Cómo recuerdas aquel año, desde la elección hasta el tradicional ‘he dicho’ final?
Con una rapidez inusual en el espacio tiempo. Un nerviosismo generalizado en cada una de las decisiones en las que debía de tomar en referencia a la estructura de la obra literaria. Tenía claro que cada una de las Hermandades tendrían el mismo tiempo y el mismo protagonismo en el texto. Incluso la mía. Los protocolos los días que antecedían al propio pregón. Las visitas a algunas cofradías. El cariño. Los medios de comunicación… Cuando llegó el 10 de febrero de 2.008, todo fue un suspiro. Ahora es un hermoso recuerdo que siempre quedará plasmado en algunas fotografías, en los borradores y en el pensamiento.
-Tu buen hacer como escritor y poeta se une con el fervor y la pasión que profesas a las sagradas imágenes. ¿Es fácil inspirarse en el ámbito cofrade? ¿Cuál es la obra que tengas en el recuerdo con más cariño?
Inspirarse en cada una de las imágenes Cristíferas o Marianas en Granada es muy fácil. Solo basta el silencio y escuchar el alma que respira en cada una de ellas. Plasmar el sentimiento en el papel es harina de otro costal. Sería difícil seleccionar una obra en concreto, aunque he de reconocer que hay tres escritos que ciertamente me conmueven cuando los escucho o he escuchado en bocas de otros como fue el “Verso del Edicto”  que portara el año 2.008 la mano del romano del paso de las Tres Caídas o “De mis suspiros, tus Remedios” Plegaria escrita a la Virgen de los Remedios, Reina y Madre de los estudiantes, y como no, la recientemente compuesta a María Santísima de la Salud, “Nada del Dios te Salve”  que será estrenada el próximo día 9 en el teatro Isabel la Católica. 
-Fuera del apartado literario, ¿cómo vive José Manuel Rodríguez Viedma la Semana Santa desde que sale la Borriquilla el Domingo de Ramos?
Como un cofrade más, imagino. Acompañado siempre por mi mujer, mis hijos ya lo hacen con su círculo de amigos aunque no en pocas ocasiones conjuntamente elegimos un encierro donde encontrarnos y acabar el día con noches de incienso recién estrenadas. El domingo de Ramos recorremos las póstulas, visitamos algunos templos y tras llenar nuestros estómagos con viandas improvisadas, nos dirigimos al Perpetuo Socorro. El resto de los días y tras la programación la noche anterior, preparamos el circuito a seguir. Tenemos el tiempo justo para ver algunas salidas y dirigirnos al Palco en la Plaza de las Pasiegas, para verlas todas y cada una de ellas. Es un lugar hermoso donde las cofradías tienen su sentido único al atravesar el pórtico de la Encarnación. Luego la noche, los encierros y volver a empezar. Siempre dejando un justo lugar a la espontaneidad, esto hace que cada Semana Santa sea especial e inolvidable. 
-Y durante el año, ¿cómo vives tu fe y devoción hacia tus sagrados titulares?
Menos de lo que yo quisiera de forma presencial, que no espiritual, ya que mis Titulares me acompañan en cada momento en el alma y en el pensamiento. Mi trabajo laboral unido al del mundo literario, me mantiene no en pocas veces en sitios, donde la obligación es causa que exige nuevamente al espacio tiempo, que la devoción de donde uno quiere estar se convierta en una quimera. 
-Y la familia, ¿cómo vive tu pasión cofrade y tu labor literaria?
No en pocas veces con resignación, más en la parte literaria que en la cofrade, ya que en esta última ellos, sobre todo mi mujer, son tan participes como yo de la vida cofrade. Disfrutamos tanto como lo hacíamos en aquellos años de noviazgo y ahora lo disfrutamos al ver que cada uno de nuestros hijos e hijas, mantienen intactas sus ilusiones cada cuaresma. Al referirme a la literaria, procuro que solo nos sintamos separados el tiempo en soledad que pasa el escritor frente a la página en blanco, el resto de mis viajes o compromisos procuramos hacerlos juntos. Ella me da la seguridad para que no se me doblen los tobillos.
-Ahora como cofrade de a pie José Manuel, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en día?
La participación de la juventud en las filas de nazarenos se antoja difícil. Debemos de hacer latente la importancia de ellos en nuestros cortejos y saber medir los protagonismos injustificados que damos a otros sectores dentro de la propia Hermandad. La humildad hay que buscarla más allá de lo que la propia palabra nos índica y saber donde empieza y donde acaba la realidad de la cada una de nuestras corporaciones. Los Titulares son el único camino y la única verdad. No hay nada más importante que esto aunque algunos lo mal interpretan con sus cabezas engominadas gritando frases hermosas en el desierto. 
-¿Y el de tu hermandad?
De la misma forma. No hay diferencia alguna al resto. Trabajo y más trabajo desde la humildad. Con toma de decisiones firmes y consensuadas, sabiendo en cada momento que el mensaje real debe de llegar a todos y cada uno de los hermanos con la misma fuerza. La Hermandad obliga a la asistencia a los actos y a ser activos. Sería un error que pensáramos que solo existe un lugar para hacer penitencia o donde ser indispensables. Seamos cofrades comprometidos y luego ocupemos cada cual el lugar donde desempeñar nuestro compromiso con actitud cofrade.
-Ya estamos inmersos en la Cuaresma que tanto hemos ansiado un año más, ¿cuál es tu deseo para la Semana Santa 2016?
Que sea única e inigualable y siga cumpliendo el objetivo fundamental de acercarnos más y mejor a Cristo y a su bendita Madre.
Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Las manos de mis padres, los barquillos de canela y el Campo del Príncipe.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
El Santísimo Cristo de la Redención, porque es el mío.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
Nuestra Señora de la Salud, porque es la Madre buena de mi Cristo.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
La primera vez que sentí los palos en mis hombros y supe que el cielo cabe en un paso de palio.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
San Juan de los Reyes. La salida del Via-Crucis hace más de veinte años.
- Tu rincón para ver cofradías:
Un árbol en la Plaza de Santo Domingo, mientras el pan y el trigo salen por el pórtico de los sueños.
- Tu momento más feliz como cofrade:
El primer momento que escuché como suena un martillo desde el interior de una parihuela.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
Dejar un pañuelo para que un monaguillo limpie sus lágrimas una tarde de tormenta cerrada.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Fe en la calle. Nostalgia de soñadores y el tiempo en Granada cuando se encuentra con Dios.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
La misma. La más importante. La madrugada del Lunes Santo al Martes, nacía mi hija Julia María. Terminé con el Capirote en el Hospital Clínico de Granada. Aquella tarde, salía de representación con la Hermandad del Cristo del Trabajo y Nuestra Señora de la Luz. Mi mujer no puedo elegir mejor momento y… dio a luz tras un hermoso Lunes de Dolores.

Muchas gracias José Manuel, de parte de todo el equipo.