No se cumplieron las previsiones que indicaban ausencia de lluvia durante la tarde. Hasta las seis de las precipitaciones se convertían en protagonistas. Además, aunque la lluvia cesó en ese momento, se pronosticaba un fuerte aguacero para las nueve, que finalmente no se produjo. De esta forma se suspendieron dos procesiones.
Primero la de la Borriquilla, que aunque retrasó la toma de esta decisión, al filo de las cinco, una hora después del horario previsto para el comienzo de su estación de penitencia, adoptaba la decisión de no hacerlo.
Poco después, aunque en ese momento no llovía, Sentencia hizo lo mismo. En torno a esa hora, el Cautivo decidía comenzar su desfile, aunque acortando su recorrido, debido al retraso con el que lo iniciaban. Alrededor de las siete, al Santa Cena, que también había retrasado su salida, decidía comenzar su recorrido, acortando su itinerario a la Carrera Oficial, para recuperar el retraso. El Despojado tuvo claro y todo lo hizo de acuerdo con lo programado. En total sólo tres de las cinco cofradías anunciadas, llegaron hasta la Catedral.
Decisiones difíciles (Borriquilla y Sentencia)
Suspender la salida, es algo que no gusta a ninguna Hermandad. Cuando lo hacía la Borriquilla, su Hermano Mayor, Eugenio Almohalla, recordaba experiencias en las que correr el riesgo de sufrir la lluvia, había ocasionado dificultades. Mientras se espera la decisión final, Aroa Cala, ganadora del III Concurso Internacional de Saetas de Granada, cantó a los dos titulares. La artista de Puerto Real (Cádiz), iba a realizar su interpretación a la salida, pero con su actuación se pretendía hacer menos complejo el momento. Además así pudo cantarle a la primera corporación anunciada en esta Semana Santa.
En la decisión de la Sentencia pesó el anuncio de la lluvia de las nueve. Las dos corporaciones que no pudieron realizar estación de penitencia, expusieron a sus titulares en el interior de los templos, a la veneración de los fieles.
Santa Cena
El habitual alarde costalero de la Cena, volvió a mostrarse en este Domingo de Ramos. Su procesión fue una muestra de orden. A pesar de la temperatura, el público se volcó con la corporación del Realejo, especialmente en su encierro, cuando la Plaza de Santo Domingo estaba repleta de público.
Cautivo y Despojado tuvieron un encuentro no previsto
El Cautivo no pudo recuperar el horario normal. El recorrido alterado no fue capaz de evitar el retraso que había acumulado en la salida. De esta manera, al llegar a Marqués de Gerona, se encontraba con Jesús Despojado que retornaba por Mesones. Una de las dos cruces de guía debía detenerse y la Federación decidió que pasara primero la Hermandad de la Parroquia de San Emilio, puesto que la otra iba con retraso.
Frío
Como es habitual en la Semana Santa de Granada, el frió se dejó sentir. El termómetro fue algo riguroso. A la hora de los encierros marcaba cinco grados. Esta circunstancia mermó la presencia de público en el tránsito del Cautivo por las tribunas, a lo que contribuyó el que hubo bastantes minutos, en los que tras el paso de la Santa Cena y del Despojado, nada sucedía en la Carrera Oficial.
El Arzobispo con el pueblo
Cuando el Arzobispo, Monseñor Martínez, llegó a Pasiegas se encontró con la sorpresa de que le habían preparado un palco en una zona donde impedía la visibilidad del público. No le agradó esta situación y solicitó que se desmontara. No se logró, aunque se hará mañana, pero se descorrió el dosel que impedía que presenciaran los desfiles las personas que ocupaban una zona de la Plaza. D. Javier decidió ver las procesiones entre el público y dirigirse a las cofradías desde la rampa, unas escenas que no son las habituales.
Acompañamos esta información con una imagen en la que se aprecia cómo resulta la presencia del olivo que se situó sobre el paso del Cautivo, apreciándose el nuevo paso en su fase de ebanistería, el discurrir del Despojado por la calle Ganivet y el encierro de la Victoria.
