Durante casi todo el año, la Patrona de Granada habita en su camarín. Su contemplación se hace a través de los cristales que permiten su visión desde el interior del templo y con la distancia que se marca desde las escalinatas que conducen al altar mayor. Sin embargo tras la procesión, es habitual que las andas procesionales continúen sirviendo de trono a la Virgen de las Angustias y que se sitúen en el crucero del templo. Así volverá a suceder este 2016, suponiendo una oportunidad extraordinaria para contemplarla de cerca. Será hasta el próximo martes 25 de septiembre, cuando se podrá tener esta excepcional perspectiva que hemos recogido en la fotografía que acompaña esta información. Al término de la Eucaristía de las ocho, volverá a ocupar el salón central del citado camarín.