miércoles, 16 de noviembre de 2016

JOSÉ MIGUEL LÓPEZ ZAMORANO #DeCerca



La música toma de nuevo la batuta en esta sección de entrevistas, donde cada semana conocemos de forma más personal a alguno de los cofrades que se desviven por nuestras hermandades y cofradías. Hoy conocemos #DeCerca a José Miguel López Zamorano, director musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de las Tres Caídas.

-José Miguel, estamos acostumbrados a verte instrumento en mano y enfundado en el uniforme de la banda a la vez que disfrutas de la semana mayor. ¿Qué fue antes, la pasión cofrade o la musical?
Antes fue la cofrade, una cosa llevó a la otra.

-Son muchos los años que llevas ligado a la corporación musical que tiene su día clave en el Miércoles Santo pero, ¿cuál es tu trayectoria musical dentro de las cofradías?
Mi trayectoria musical empezó en el año 1980 en la Estrella hasta el año 1992, ese mismo año fundé la Banda de Jesús Despojado y permanecí en ella hasta el año 1997, que nos separamos y de esta separación fundamos la Banda del Dulce Nombre de María, que es la que en 2002 dio lugar a la actual de Tres Caídas.


-Y como la música es mucho más que Semana Santa, ¿cómo llegó la música a ti? ¿Cuántos años llevas ya trabajando este bello arte?
Como te decía, empecé en el año 1980 y la música llegó a mí de pequeño, cuando veía a las bandas militares o a la propia OJE en los cortejos procesionales y me llamaba bastante la atención.

-En Granada hay bandas que van y vienen, otras que son contratadas de fuera de la ciudad, pero hay un grupo de bandas que son tradicionales en nuestras semana mayor. Sin duda, la Banda de las Tres Caídas es una de ellas y son ya muchos los años que han puesto el toque musical a gran cantidad de cortejos procesionales. ¿Cómo fue el origen de ésta banda?
El origen de esta banda viene de la extinta Dulce Nombre de María, ya que al ser banda independiente, teníamos bastantes problemas para avanzar a nivel de contrataciones y miembros, pues al no tener el respaldo de ninguna hermandad era más complicado y todo se aceleró para acercarnos y formar parte de nuestra actual hermandad, a raíz de los problemas con nuestra anterior formación musical.

-La banda de una hermandad realejeña, pero también con raíces en el Albaicín, pues los traslados del Señor de las Tres Caídas a su sede en Santa Isabel la Real son toda una tradición de la Pascua ‘cofrade’. ¿Cómo vive la hermandad esos momentos de traslado por el Albaicín?
Es un momento muy emotivo y uno de los más importantes de la hermandad, pues es un acto más de recogimiento, sin tanto público y aunque el Señor está en su iglesia del Albaicín y se puede visitar, supone una despedida hasta el año siguiente, ya que no se puede disfrutar de él, como si se hace con Nuestra Madre Del Rosario.

-El andar tan trabajado y llamativo de la cuadrilla de costaleros del paso de misterio del Señor de las Tres Caídas produce todo tipo de opiniones: desde la total admiración hasta el parecido a ‘coreografías cofrades’ de otros lugares de la geografía andaluza. Lo que es evidente es la tremenda expectación que produce el regreso a su templo cada Miércoles Santo. ¿Esto conlleva una mayor exigencia a la banda?
La banda siempre se exige lo máximo a sí misma, todas las hermandades donde la banda ponga sus sones, se le trata con el mismo cariño como si de nuestra hermandad se tratase, tanto en repertorio como en cantidad de marchas interpretadas. Cosa distinta es el sentimiento que produce tocar tras nuestro titular, esto es algo que es difícil de explicar, hay  que estar dentro de la formación para poder vivirlo.

-Al ser banda propia de la hermandad es lógico el apego a dicha corporación, y por tanto el gran compromiso de la banda con su hermandad, pero a la hora de trabajar las marchas, ¿quién exige más, la banda a los costaleros, o viceversa?
Yo creo que es algo recíproco, nos se trata de que nadie exija a nadie, más bien que nos exigimos a nosotros mismos.

-Era ya tradición el poder ver a vuestra banda cada Miércoles Santo con el uniforme blanco con el que se relacionaba a la Marina. ¿Por qué se ha perdido ésta tradición con la llegada de los nuevos uniformes?
Bueno, no se si se le puede llamar tradición, ya que realmente no son tantos años los que lleva esta formación musical y no desde el principio hemos ido de blanco. Si se puede decir que era algo esperado cada Miércoles Santo. Ahora bien, con la llegada del nuevo proyecto y en aras de dar un giro a la banda, pues también eran muchos los que nos hacían siempre la comparación con la ya conocida formación Hispalense, por este motivo se decidió dar este paso que sobre todo iba encaminado a la uniformidad y al repertorio, dando un mayor protagonismo a la composición propia, que era algo que teníamos como objetivo.

-Como decía antes, las bandas van y vienen de las hermandades, sus contratos se modifican o los estilos musicales son presos de las modas. ¿Hay, en general, poca fidelidad o compromiso de las hermandades con las bandas, o tanto cambio depende también de la moda musical?
Bueno sobre esto hay mucha variedad de casos, el estilo que prevalece en ese momento, cuando una junta de gobierno que sale y la nueva que entra quiere borrar lo que hizo la anterior, la calidad de la banda contratada que no da lo esperado de ella, en tantos años he vivido multitud de casos, ya sea en Granada o fuera de ella.

-Hablando de modas, son tres los estilos musicales que conocemos en Semana Santa, las bandas de música o palio, las agrupaciones musicales y las bandas de cornetas y tambores, a parte de las capillas musicales. ¿Por qué formar y dirigir una banda de cornetas y tambores? ¿Te has planteado en algún momento cambiar de estilo?
Sobre cambiar de estilo, ya pertenecí a la Agrupación Musical Virgen de la Estrella y sobre formar o dirigir cornetas y tambores, quizás porque es lo que siempre más me ha gustado por su sonido característico y también porque soy muy de paso de misterio.

-Hay muchas personas que desconocen la diferencia, a simple vista, entre cada uno de los estilos musicales cofrades. ¿Qué tiene de especial el de las cornetas y tambores?
Su sobriedad, la tesitura de sus instrumentos, su potencia en la interpretación, y digo potencia porque hay que separar potencia de ruido. Se pueden interpretar las cornetas y tambores con potencia pero sin dañar al oído del espectador.

-Siempre he admirado el don especial de los músicos, pero también admiro la constancia de tantos músicos cofrades que os pasáis ensayando meses y meses sin tener remuneración económica. ¿Por qué llegan los jóvenes a las bandas, por pasión cofrade o musical?
En esto hay de todo, el autentico músico cofrade lo lleva en la sangre, como se suele decir nace cofrade y músico, pero también está el que se mete en esto porque está su amigo o amiga, o por probar algo nuevo. Lo que está claro es que se necesita mucha dedicación y no todos son capaces de aguantar todos los días ensayando, al final siempre lo que sostiene a una banda es su base y esta no es otra que los músicos que están todos los días ensayando.

-Somos todos conscientes de la difícil situación económica que atraviesa la sociedad, en el caso de los músicos que componen una banda o agrupación lo hacen de forma altruista, aunque ganan el aprendizaje musical. Y como director musical de una banda, ¿puede uno ganarse la vida?
Pues habría que preguntar a los directores musicales como llevan su economía, pero lo dudo bastante, a no ser que seas un director musical profesional y lleves distintas formaciones musicales.

-Han sido muchos años pasando por la rotonda de la Chana bajo la circunvalación y poder ver a los integrantes de tu banda una y otra noche ensayando, aunque las inclemencias del tiempo hiciesen difícil estar en la calle. Desde hace ya unos cuantos mese estáis en una nave industrial. ¿Cómo surgió el cambio de ubicación? ¿Ha cambiado la banda en el aspecto de los ensayos por este motivo?
El motivo del cambio de ubicación viene a raíz del nuevo proyecto con DropArtis, ya que la banda no podía seguir bajo el puente, pues se hacía muy difícil los ensayos  por el frío e inclemencias del tiempo. El local lo tenemos desde hace pocas fechas a pleno rendimiento y lo más importante es el hecho de no pasar frío y que los instrumentos ganan en calidad, pues la temperatura es primordial para los metales.

- Como cofrade, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en 
día?
Pues si comparamos con hace treinta o cuarenta años, la verdad que gozamos de bastante buena salud, aunque como todo se puede ir mejorando. Hay muchísima gente joven preparada que hay que ir dejándoles paso, los grupos jóvenes de muchas hermandades son muestra de ello y se ha ganado mucho en patrimonio. Quizás lo que está aun más lento de conseguir es la participación en los cortejos procesionales de hermanos, se ven filas muy pequeñas, quizás hay más hermanos fuera viendo sus hermandades que dentro participando de ellas, esa creo que es la asignatura pendiente.

-Es evidente tu fiel pertenencia como hermano a la hermandad de la Virgen del Rosario y el Cristo de las Tres Caídas pero, ¿figuras en la nómina de hermanos de alguna otra hermandad?
No, de Semana Santa sólo soy hermano del Rosario.

- Aunque aún quede lejos, ¿qué deseas para la Semana Santa de 2017?
Lo primero que no llueva, como todo el mundo y que todas las hermandades puedan llevar a cabo sus proyectos y finalidades tanto patrimoniales como pastorales.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Ver a las hermandades de mi barrio por la Carrera del Darro con prácticamente los vecinos como espectadores de lujo.

- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Stmo. Cristo de la Misericordia (Silencio).

- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
Santa María de la Alhambra.

- Una marcha:
Realejo de cornetas y tambores, y Virgen del Valle de palio.

-Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
El Silencio por la Carrera de Darro.

- Tu rincón para ver cofradías:
La Plaza de Santo Domingo y la Carrera del Darro.

- Tu momento más feliz como cofrade:
El primer día que me vestí de Nazareno con 5 años en las Maravillas.

- Y el que te hubiera gustado no vivir:
Ver a las hermandades quedarse en sus templos por la lluvia y la desolación de sus hermanos.

- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Única, singular, emocionante.

- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Son muchísimas, pero en mi memoria queda el diluvio que nos cayó el Jueves Santo de 1980 por la carrera del Darro: iba yo de Nazareno en la Concha ya que no toqué ese día con la Estrella en la Aurora y acabamos con los pasos de la Aurora, Sepulcro, Esperanza y Concha en el patio de entrada de la Real Chancillería en Plaza Nueva.



Muchas gracias José Miguel, de parte de todo el equipo.