miércoles, 18 de enero de 2017

JORGE MARTÍNEZ #DeCerca


Estos suelen ser los días más largos para los cofrades, pues parece que se acerca el tiempo de los preparativos pero no acaba de llegar la cuaresma. Entre tanto, aquellos que aman la vida de las hermandades y cofradías se nutren de actos y actividades, pero también de las noticias que los medios de comunicación cofrade hacemos llegar.

Los profesionales de la comunicación y todas las personas que les ayudan y rodean, son básicas en nuestro día a día, también en el mundo cofrade, donde los medios hacen más visible toda la actividad pastoral que llevan a cabo las corporaciones dentro de la sociedad, y en particular en nuestra ciudad de Granada.

Por ello, hoy queremos daros a conocer un poco más a un cofrade empedernido, pero a la vez un comunicador que lleva muchos años dando a conocer la vida de las cofradías. Hoy conocemos #DeCerca a Jorge Martínez.

-Con un rostro más que conocido en la sociedad de Granada, Jorge Martínez se presenta como un granadino que ha dedicado gran parte de su vida a comunicar y hacer llegar la información cofrade, pero para empezar queremos conocer más sobre la persona: ¿cómo fueron tus orígenes y niñez?
Debió marcarme sin lugar a dudas haber nacido en casa de mis abuelos, en calle Reyes Católicos. Todas las cosas importantes de Granada pasaban bajo el balcón de la casa y, lógicamente también la Semana Santa. Ahí debió iniciarse mi pasión por las hermandades. Eso, unido a la formación cristiana de mis padres y del colegio de los Hermanos Maristas donde me formé en EGB y en parte del BUP.

-Son muchos años tras los micros pero pienso que la pasión cofrade llegó mucho antes. ¿Cómo llegaron las cofradías a Jorge Martínez?
Mi vida cofrade la quise comenzar en la hermandad de mi barrio de San Matías, mi parroquia donde me bautizaron, las Penas, pero era demasiado pequeño y no hubo túnica para mí. Tampoco en el Rescate, otra de mis pasiones. Cuando ya crecí la trabajadera del paso de Nuestra Señora de la Soledad me llamó y… allí aterricé. Con poca fortuna, eso si. Pero eso ya son cosas que quedaron muy atrás.


-Y sobre los medios, ¿cuándo descubriste que informar a través de las ondas era tu vida?
Antes de las ondas tuve un extraordinario aprendizaje en una publicación que promocionó la cuadrilla de costaleros de la Soledad de San Jerónimo. Una revista que se llamaba “La Chía” y en la que tuve la oportunidad de trabajar en equipo con varios hermanos míos de trabajadera. Ahí, y el contacto con extraordinarios periodistas que fui conociendo como Enrique Seijas, José Antonio Lacárcel, Tito Ortiz, Juan Bustos, Javier Tortosa o Jorge de la Chica me descubrieron que mi vocación real era la comunicación. Por entonces ya había comenzado a estudiar Derecho en la Universidad.

-No sólo has dedicado tu tiempo a informar sobre cofradías, la cultura y las tradiciones de la ciudad y la provincia también las has hecho llegar a los granadinos. ¿En qué más ámbitos has trabajado?
Por la formación jurídica que recibí compaginé durante años mi vocación cofrade con la práctica laboral en un centro de formación fiscal. Poco a poco mi vinculación a los medios fue creciendo y llegando de la radio a la prensa y a la televisión. Creo que en cada momento fui haciendo lo que Dios quería de mi. Me retiró de la trabajadera y me acercó a un micrófono.

-¿Cuándo comienzas a informar y divulgar noticias sobre la Semana Santa de Granada?
Después de aquella experiencia con “La Chía” tuve la suerte de que, por el azar o porque Dios así lo quiso, conocer a un gran profesional de Antena 3, Ángel Manuel Alonso, quien me ofreció la oportunidad de hacer unas crónicas para la edición radiofónica local de esta desaparecida emisora de radio. Era la Semana Santa de 1986 y tras ella el director de la emisora, José Manuel Olmedo, me propuso realizar un programa semanal. Para ello busqué la compañía de mi amigo y cofrade Cecilio Aguilar quien se unió al proyecto y lo inició conmigo. Años maravillosos donde comenzamos a querer y a amar a este “notable oficio de la radio”. Sentía la libertad de comunicación en mi palabra desde el respeto a todos. Comenzamos GRANADA COFRADE el 16 de mayo de 1986 y éramos pioneros en la información cofrade durante todo el curso cofrade.

-Internet hace que la información llegue de forma más rápida y actualizada, también dentro del ámbito cofrade. ¿Cómo llevas tu trabajo a través de la red?
Le dedico mi tiempo libre. Cuando en el año 2000 comenzaban a popularizarse las nuevas tecnologías también las adaptamos a la radio, conectando en directo con un chat en el Irc-hispano. Ahí comprendimos que el mundo iba más allá de las ondas y que había que adaptarse. Después llegó la comunicación en internet con la web del programa en 2002 y… hasta ahora. Es una actividad que no se puede abandonar y muy gratificadora cuando ves la de miles de personas que leen a diario la web.

-Un periodista tiene sus propias armas para conseguir exclusivas o ser el primero en hacer llegar la noticia. ¿Esa competición también existe en nuestro mundo cofrade? ¿Es tanta la relevancia y difusión de la información en relación a las hermandades?
Primero déjame que te puntualice. Yo no soy periodista. Siempre he dicho que soy un “cuentacosas” o un aprendiz del oficio. Hago la tarea de un periodista y creo que debo de ponerle en el trabajo todo mi empeño. Es cierto que por los años los compañeros me consideran así, pero yo prefiero usar el término de informador o comunicador.
En cuanto a lo de primicias o exclusivas… quienes me conocen, forman o han formado parte del equipo del programa saben que nunca las he buscado. Siempre gusta adelantar una noticia importante, pero nunca a costa de estar incompleta o ser imprecisa. Esa competición en el mundo cofrade, al menos por nuestra parte, no existe ni creo que sea bueno que ocurra. Siempre ha hecho lo que creía que tenía que hacer en cada momento. Reflexionando y tratando de centrar la atención en lo verdaderamente importante: la hermandad.
La información cofrade si es importante. Pienso que todo lo que se desarrolla fuera del ámbito laboral y profesional termina alcanzando cotas importantes en el reparto de nuestro tiempo. El trabajo para todos es importantísimo, por supuesto, pero cuando concluimos la jornada siempre hay tiempo para nuestras pasiones más personales. El deporte, la peña de amigos, la cofradía… todo ello ocupa un lugar considerable y todo ello a la vez bajo el paraguas de nuestra fe, presente en el trabajo, en el ocio, en la familia y en cualquier rincón de nuestras vidas.

-En tantos años de experiencia como comunicador y cofrade seguro que les puedes desvelar algún secreto o experiencia a todos los lectores de nuestro blog.
Seguramente no debería. Hay anécdotas o momentos vividos que prefiero conservarlas en lo más privado. Los secretos, secretos son y si se cuentan dejan de serlos. No soy de desvelar muchas cosas aunque ciertamente tengo cientos de recuerdos que afectan a muchas cofradías, personajes, cofrades, artesanos… precisamente en el taller de alguno de ellos tengo recuerdos inconfesables. Hay muchos momentos para mi historia personal. Nuestra generación ha sido muy afortunada en acontecimientos irrepetibles y anhelados en la historia cofrade granadina. He tenido la dicha de retransmitir cuatro coronaciones canónicas de Titulares de la ciudad, retransmitir la primera entrada de una hermandad en la Catedral en el año 2000, la JMJ de 2011, vivir ya tantas peregrinaciones a la Catedral de la Virgen de las Angustias, participar en el centenario de su coronación canónica, vivir varios Años Jubilares, retransmitir la “Passio Granatensis”, la Magna “María, Reina de Granada” y tantos y tantos momentos históricos… que nunca encontrare palabras para agradecérselo a Dios. Pero lo que más me marcó fue poderle contar a mis vecinos y conciudadanos la peregrinación a Roma del paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor. Algo realmente único, locutado desde la Columnata de Bernini, en la plaza de San Pedro del Vaticano.

-La palabra es tu herramienta principal, incluso en alguna ocasión cuando has pregonado a alguna hermandad. ¿Sueñas con poder pregonar a la Semana Santa de Granada?
Sinceramente, no. No creo que tenga cualidades para ello y me merece mucho respeto el acto como para poder aspirar a hacerlo. El padre Enrique Iniesta dijo cuando se lo propusieron ¿quién soy yo para decir que no?. Pues me cuestiono ¿quien soy yo para decir que si?.

-Volviendo al aspecto más puramente cofrade, conocemos de tu devoción por los titulares de tu hermandad, la Soledad de San Jerónimo y el Descendimiento del Señor. ¿Hay alguna hermandad más que cuente contigo en la nómina de hermanos?
Bueno, mi pertenencia a la cofradía de la Soledad de San Jerónimo es algo que nace desde dentro. Me enamoró aquella imagen pequeña, sencilla, humilde e inmensamente misericordiosa de la Virgen de la Soledad. Las circunstancias que se vivieron drásticamente a mediados de la década de los ochenta me apartaron de la cofradía. Siempre digo que esa hermandad tiene hermanos activos, asociados, honorarios y expulsados. Yo estoy entre los últimos y me siento orgulloso de ello porque quien me apartó de la cofradía nunca supo entender que las hermandades no se heredan ni se gobiernan como una empresa. Desde su revitalización soy hermano de la cofradía del Santo Cristo de San Agustín y por vinculación familiar y devocional soy hermano de la Sacramental de Nuestra Señora de las Angustias, Patrona de Granada. En el corazón llevo a muchos de nuestros Titulares que me apasionan, pero no soy persona de muchas hermandades con las que no puedo cumplir ni en lo más mínimo.

-Tu hermandad del Viernes Santo es un claro ejemplo de la singularidad de la Semana Santa granadina. ¿Qué opinas de la importación de influencias y tendencias artísticas en nuestra semana mayor?
Te recuerdo que sólo soy hermano expulsado, no de cuota. Pero entiendo tu pregunta. Creo con absoluta seguridad que cuando nuestra Semana Santa sufrió los desatinos de la Desamortización de 1835 se destrozó la historia de nuestras hermandades. De no haber sido así por la vinculación de las cofradías a las órdenes religiosas que se vieron privadas de su patrimonio, nuestra Semana Santa hubiera tenido su personalidad particular. En la época actual creo que hemos ganado en casi todo. Los medios de comunicación, internet, autovías y transportes rápidos han sido vitales para la renovación de nuestras hermandades, creo que en líneas generales, a mejor.
De la misma manera que en los años cuarenta nuestras hermandades miraron a Málaga, en los ochenta se miró a Sevilla. Dos grandes ciudades de las que tenemos que aprender, pero no solo su estética sino su vida interna, la vida familiar cofrade y la participación en las hermandades, adaptándolas a nuestra personalidad. La Semana Santa de Granada, no olvidemos, también ha sido motor para otras ciudades sobre todo de Andalucía Oriental. Vamos hacia la Semana Santa Andaluza con las particularidades de cada ciudad.
-La Semana Santa de Granada es rica y variada en patrimonio artístico y humano, pero no es sólo cuestión de unos días. ¿Qué opinas de la vida cofrade en nuestra ciudad durante el resto del año?
Creo que hemos avanzado muchísimo en los últimos treinta años. Nuestros cortejos eran simples y mayoritariamente con niños en sus filas. De la misma manera, la vida interna era parca y solo propiciaba la procesión en la calle. Hoy es mucho más completa, pero no podemos bajar la guardia. Nos come la secularización de la calle, la falta de compromiso social con los más necesitados, proyectos de hermandad y no sólo de juntas de gobierno. En una sociedad donde el compromiso personal afecta a lo laboral y al ocio, la religión tiene que ser la base de nuestra vida. No podemos vivir sin Dios y el carisma cofrade, como el resto de carismas de la Iglesia Universal, debe trasladarse a todos los ámbitos de nuestro entorno.

-Como cofrade de a pie, ¿cómo definirías nuestra semana mayor?
Intimista, saludable, progresiva y con proyección hacia el futuro.

-¿Qué mejorarías en el discurrir de las treinta y dos corporaciones?
Mayor agilidad de paso en los cortejos, mayor participación de los cofrades granadinos que no pueden quedarse contemplándolos en las aceras y palcos y mayor compromiso de las Instituciones para facilitar la puesta en la calle. No es el fondo económico lo que nos debe preocupar exclusivamente. Debemos avanzar en la participación de los colectivos y agentes de la ciudad con libertad y desde la convicción más certera de hacer ciudad en cada momento.

-En cabina, con monitores y micrófono en mano, pero además de todo el trabajo que llevas a cabo, ¿cómo vive Jorge Martínez la Semana Santa desde que los pequeños hebreos se abren camino entre el primer bullicio cofrade?
Pues así, en cabina, con monitores, auriculares y micrófono. Los nervios siguen acompañándome constantemente al igual que la intención de hacer un servicio útil a mis vecinos de Granada y su Área Metropolitana. En lo personal procuro vivirlo con la familia y amigos después de terminar cada retransmisión. Procuro estar próximo a mis hijos para ayudarles a vestir la túnica o alentarle en cada “chicotá” como costaleros. Siempre que me es posible acompaño a los Titulares de mi hermandad con la túnica nazarena del Lunes Santo y te confieso que, a pesar de que han pasado años desde que dejé la faja, emocionándome en cada “levantá”, reviviendo mentalmente el ambiente debajo de una trabajadera y dejándome llevar por la música creyendo que sobre mis hombros aún marcha mi Virgen de la Soledad.

-Hablando de micrófonos, la televisión municipal no cuenta actualmente con el mítico programa 'Granada Cofrade' tras la suspensión municipal y muchos cofrades se preguntan si volverá a emitirse o incluso si permanecerán las emisiones en Semana Santa. ¿Cuál es la situación del programa? ¿Y sobre el futuro?
Hasta el momento lo que se nos ha trasmitido es que iniciaremos el programa el 1 de marzo, Miércoles de Ceniza, y se prolongará durante la cuaresma. Habrá retransmisiones de Semana Santa y en ello estamos ya trabajando. Del futuro no te puedo decir mucho más. Siempre está en manos de Dios.

-Esperemos que sigan las siglas de 'Granada Cofrade' por muchos años y que sus imágenes lleguen a las casas de los granadinos. Por último te preguntamos por tu deseo para la próxima Semana Santa.
Se suele decir que no llueva, pero te confieso que eso es lo que menos me preocupa porque si se sale a la calle es para hacer manifestación de nuestra fe y si Dios quiere que la lluvia nos riegue, que se cumpla su voluntad. Lo realmente importante es disfrutar la hermandad durante el año y vivir el compromiso de nuestra fe en el ámbito de la cofradía. Mi deseo es ese, que lleguemos a ser tantos que no quepamos en nuestras capillas y templo. Que la vivamos con la convicción de que es Dios quien nos ha puesto al frente de esta bendita tradición y que cumplimos sus deseos.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia en relación a las cofradías o a la Iglesia:
En relación a las cofradías, mi balcón de la calle Reyes Católicos y vivir la Semana Santa rodeado de los míos. En la Iglesia, sin lugar a dudas, el día de mi Primera Comunión.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
El Santo Crucifijo de San Agustín. Tengo que decir una porque si me das mas…..
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
Nuestra Señora de la Soledad, del monasterio de San Jerónimo. Pero soy muy mariano y te apuntaría muchas mas.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
Hay muchísimos. Pero el que mas añoro fue la última “chicotá” bajo la Virgen de la Soledad. Viernes Santo de 1985. Sabía que no habría más. Me despedí de sus trabajaderas con un beso que aún conservo en mi memoria guardado entre algodones.
- Un momento especial de la Semana Santa:
Me sigue emocionando el instante mismo de las Tres de la tarde del Viernes Santo en el Campo del Príncipe. Una de mis devociones familiares de siempre. Algo nuestro y muy personal de cada uno.
- Tu rincón para ver cofradías:
Cualquiera de la ciudad. Me ha gustado siempre disfrutar Granada en Semana Santa en rincones donde perderse y encontrarte de tu a tu con nuestros Titulares y entablar esa conversación privada que todos guardamos internamente. Cualquier rincón del Realejo me parece genial. Cualquier rincón del Albaicín me atrae como un imán. En la calle Navarra del Zaidín descubro al pueblo con su cofradía del Trabajo. Soy un enamorado de Granada en Semana Santa.
Donde no me gusta verla es en la calle San Antón porque es señal de que no he podido vestir la túnica, aunque de vez en cuando tengo que hacerlo.
- Tu momento más feliz como cofrade:
El momento que ayude a vestir la túnica nazarena a mis dos hijos a la vez  para salir en la cofradía. Sabía que la familia estaría ya por siempre unida a esta forma de ver la religión.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Lo dije más atrás. Intimista y con futuro.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que haya vivido:
Hace muchos años pisé sin querer la capa de un nazareno que se había salido de las filas y marchaba por calle Príncipe, que por entonces era parte del recorrido oficial. Se volvió airado y dijo que quería denunciarme. Intervino la Policía que me pidió el DNI pero no se lo di porque también tenía que identificar al otro y no lo llevaba encima, lógicamente. El agente me preguntó si conocía al nazareno. Mi respuesta fue sencilla porque con la cara tapada no podía saber quien era aquel individuo.
Pero hay muchas. A esta es que le tengo especial cariño.

Muchas gracias Jorge por esta entrevista y por hacer de tu vida pleno esfuerzo por informar sobre nuestras cofradías.

Gracias por aguantar paciente este rato. Hablo mucho y sé que mis respuestas no son breves. A todos los lectores, gracias por haber leído las opiniones de este cofrade y al equipo de Cruz de Guía un abrazo y mi gratitud por el trabajo que desarrolláis.