miércoles, 17 de mayo de 2017

VICENTE DEL PASO #DeCerca


Seguimos conociendo a cofrades de nuestra Semana Santa, personas que se desviven por el movimiento de las hermandades, hasta el punto de hacer un modo de vida y encarar su vida laboral de modo paralelo a la vida de las cofradías y sus sagradas imágenes.
Desde bordadores, músicos, floristas, artesanos… pero hoy, en la cincuenta edición de nuestra sección de entrevistas, quisiera dar a conocer #DeCerca a otro tipo de cofrade que se gana la vida descontando días en la pizarra dentro de su bar, Vicente del Paso Cirre, dueño del bar ‘el Rincón del Cofrade’.

-Una semana más me encuentro frente a un cofrade de nuestra Semana Santa para entrevistarlo, pero en el día de hoy reconozco que entrevistarte Vicente era de gran interés por mi parte, pero apenas nos conocíamos personalmente, por lo que nuestro compañero Jose María, asiduo en el bar ’el Rincón del Cofrade’, nos ha servido como nexo en este encuentro. Apuesto sobre seguro que las cofradías son el centro de tu vida, nada más hay que ver tu bar los trescientos sesenta y cinco días del año.
Puedo decir que el centro de mi vida es Dios y mi familia, especialmente mi nieto.

-Antes de seguir con lo meramente cofrade queremos conocer más sobre tu persona. ¿Cómo son tus orígenes?
Mis orígenes son en el Barranco del Abogado, junto a mis nueve hermanos. Aunque desde muy niño empecé a trabajar en el Realejo, en concreto desde los siete años en el “bar Fernando”, del Campo del Príncipe, el primero de Granada en poner sevillanas. También pasé por “el Sota”, o el “bar Diego”, donde ya con 14 años podemos decir que me había convertido en un todo un profesional de la hostelería. Si bien, el bar que más me marcó en mi infancia fueron “los Martinetes” donde estuve veinte años. En aquellos tiempos el Realejo era uno de los epicentros del flamenco granadino, recuerdo que, muchas noches se terminaban las juegas en la casa de “la Trini”.

-Y al mundo de las hermandades y cofradías, ¿cómo llegas? ¿Cuál es tu primer contacto con la Semana Santa?
Mis primeras estaciones de penitencia fueron en la Cofradía de los Favores en la que he salido de monaguillo, nazareno y costalero. No obstante, me llamó muy pronto Pepe, “el Sota” para echarle una mano y como ya no podía salir el Viernes Santo empecé en la Victoria. Aunque también ayudé muchos años al Huerto cuando lo necesitaban.


-Recuerdo hace ya más de diez años, cuando estaba en plena adolescencia, un amigo conocedor de mi locura cofrade me aconsejó visitar un bar en Cenes de la Vega donde encontraría un ambiente totalmente distinto a cualquier otro bar. ¿Cómo surgió ‘el Rincón del Cofrade’?
En el año 1989, junto al río Genil. Recuerdo que aquel año estaba muy agobiado y el empresario Alfonso Suárez, quien llegó a ser presidente del Granada, me regaló un cuadro del Señor del Trabajo. Tuve mucha fe puesta en esa imagen y gracias a ello recibí la inspiración de no dejar ni un hueco del bar sin una estampa devocional.

-Sin lugar a dudas, estar en Cenes de la Vega era un hándicap por la distancia. Entiendo que en lo estrictamente económico, el traslado al centro de Granada ha mejorado la situación del bar.
La mejora ha sido de calidad de vida, en general.

-Son muchos los amantes de las cofradías en nuestra ciudad, pero muchos no son muy amigos de comparar o echar un ojo en otras provincias… sin embargo, en tu bar pueden ver Semana Santa de todos los rincones de Andalucía y parte de España. ¿Todo lo expuesto lo has elegido tú o son presentes de amigos y clientes?
Algunas cosas las compro yo cuando viajo, otras son regalos de amigos. Yo siempre digo que “el Rincón” tiene un pedacito de todos.

-Los motivos cofrades no andan solos… el sentir rociero embarga todo el establecimiento hasta el momento culmen de las doce de la noche: la hora exacta en donde todo se hace oscuridad para cantar la Salve a la Virgen del Rocío. ¿Por qué este ritual? ¿Cómo surgió hacer esto?
Surgió un día de la Cruz con el coro del Realejo, después de cantar la Salve en el bar del río, nos emocionamos tanto que me propuse cantarla, a media noche, todos los días.

-Es entonces cuando en la pizarra se descuenta un día tanto para el Domingo de Ramos como para el Domingo de Pentecostés. Todo el año descontando…una vez acabada la cuenta atrás, ya sea para la semana grande o para el Rocío: ¿Cómo se viven esos días en el bar?
Con mucha emoción. Son los días más grandes, especialmente el “día 0” de Semana Santa, cuando los costaleros de la Borriquilla hacen su “operación palmera” y me traen la primera palma de la Semana Santa. La última me la llevó la nieta del conocido cofrade y antiguo hermano mayor de la Borriquilla, Antonio Medina.

-Supongo que serán muchos los turistas que visiten el Rincón del Cofrade para comer en un ambiente de tradición. ¿Cómo se explica el sentir cofrade al otro lado de la barra?
Efectivamente. Vienen especialmente muchos alemanes y les llama la atención la foto que tengo de la Catedral de Colonia. Un año celebró una pareja alemana su boda en Granada y todos sus invitados se pasaron por aquí. Desde entonces vienen muchos atraídos por el boca a boca. El sentir cofrade trato de enseñarlo mediante videos, aunque también lo viven en primera persona con la Salve.

-En tantos años en el oficio de la hostelería sumado a la promoción del movimiento cofrade seguro que has tenido más de una anécdota, cuéntanos:
Las mejores experiencias las he tenido con los niños que vienen y se emocionan con la música, las fotos, el incienso... Muchos de los que hoy son conocidos cofrades tuvieron su primer contacto con la Semana Santa en “el Rincón”.

-Un clásico son las tertulias semanales que se organizan en tu local. El ambiente entre amigos y hermanos cofrades es propicio para que la charla sea distendida. El problema debe ser cuando el tono se eleva y la discusión puede estar adulterada por la ingesta de bebidas alcohólicas. ¿Has tenido algún tipo de problema en alguna tertulia?
El ambiente generalmente ha sido siempre familiar y distendido. Creo que un bar es un sitio propicio para una tertulia. No olvidemos que de toda la vida todos los tratos y los negocios se han hecho en las tabernas.

-Se acerca el Domingo de Pentecostés: ¿haces parte del camino cada año o la labor profesional te compromete todo ese tiempo?
Todos los años hago el camino. Este año lo haré con la hermandad de Huelva. A mí me gusta hacerlo en solitario, de peregrino, me siento rociero de alpargata. Lo he hecho cinco años andando, saliendo desde Granada desde la Virgen de las Angustias y tres en bicicleta. Otro año lo hice con la peña “el Caballo de Madera”, su presidente era granadino y guardo muy buen recuerdo.

-El Rocío no es algo que se viva en demasía en nuestra ciudad. Cuéntales a nuestros lectores el porqué de tu pasión por la ‘Blanca Paloma’.
A raíz de mi primera Salve en el río, de la que antes hablábamos, en concreto la hicimos ante una lámina que me había regalado Miguel Gonzáles, “el Pollo”. Aquella noche soñé con carretas y el camino del Rocío y decidí hacerme rociero.

-Sobre nuestras hermandades y cofradías, ¿qué opinas de su estado de salud?
Estamos avanzando bastante. Bajo mi punto de vista el estado de salud es bueno, aunque había que promover la figura del penitente o nazareno. Tenemos que inculcar a los jóvenes que lejos de las trabajaderas hay muchas más formas de vivir la Semana Santa.

-¿Qué valoración haces de la Semana Santa del 2017?
Por lo que vi este año desde la tribuna de los pobres de TG7, trabajando en “el Rincón”, hago una valoración positiva. Creo que la afluencia de público ha sido muy numerosa.

-¿Qué crees que hay por mejorar en las hermandades de Granada?
Pienso que la Carrera Oficial debería ser más respetuosa, que la gente tome conciencia de que no está en los toros o en el campo de fútbol.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Como trabajaba, solamente podía ver a la Amargura y la Misericordia. No olvidaré las noches preparando bocadillos para la Alhambra y los legionarios que la acompañaban.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Los Favores.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
La Misericordia.
- Una marcha cofrade:
Amarguras.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
Un año que colaboré con una productora inglesa en la Madrugá de Sevilla y pude presenciar en primera persona momentos íntimos de las hermandades sevillanas con el micro en mano. Me sentí periodista, como vosotros con “la Cope” (risas).
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
La bajada de la Cruz del Cristo de San Agustín.
- Tu rincón para ver cofradías:
Cualquier rincón de Granada.
- Tu momento más feliz como cofrade:
La procesión del Corpus, de costalero.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
Las estampidas de la Madrugá de Sevilla del año 2000.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Emocionante y espectacular.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Un día en “el Rincón” del río, con nuestro querido y añorado Wily Carranza, de pronto desapareció y cuando estábamos buscándolo, muy preocupados, por si se había caído al agua, nos dijo una mujer que había salido del callejón llevando su coche, un 850 (recuerda emocionado).


Muchas gracias Vicente, de parte de todo el equipo.