lunes, 24 de septiembre de 2018

LA CORONACIÓN DE LA ESPERANZA FUE PREGONADA A TRES VOCES


Nota de la Hermandad:
 
Una exaltación a la Esperanza a pocos días de su Coronación Canónica Pontificia fue lo que vivimos en el auditorio Manuel de Falla en una luminosa mañana de septiembre que ya quedará grabada para los hermanos de la corporación en el rincón de los recuerdos de este año 2018.
Con el único hilo conductor de la Esperanza, los tres oradores, Manuel Amador, Álvaro Barea y David Rodríguez, fueron desgranado en tres bloques lo que cada uno de ellos entiende, siente y vive en términos “esperanzos”.

En el primero de ellos, y a modo de introducción histórica, se antepuso la Esperanza a la desesperanza que anida en muchos corazones de la sociedad. Amador Moya nos fue llevando a explicar cómo hemos llegado a este punto de nuestras vidas.
En el segundo bloque, y con un recuerdo especial a los hermanos fallecidos, y de todos los devotos que durante 300 años han venerado a la Niña de Risueño, explicaron porqué se corona una imagen de la Virgen María.
En el último bloque se proclamó la Esperanza como confirmación de los que ya no están y ancla de los que aún permanecen.
El desarrollo del acto resultó diferente por la presencia de tres pregoneros, así como de la música, que llegó de la mano de la Banda Municipal de Granada, bajo la batuta de Carlos Atienza, la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, las saetas y la música lírica con nombres como Curro Andrés, Leticia Rodríguez, Alicia Morales, Cristian Delgado; las guitarras de Kiki Corpas, Manuel Castillo y la flauta de Alberto Trujillo, regidos entre bastidores por Encarna Vargas.
El guiño a los más pequeños de la hermandad que representan el futuro, ayudó a que la exaltación a la Virgen Niña de Risueño, tuviera momentos delicados y otros llenos de emoción que cautivaron a los asistentes, entre los que estaban la concejal de Cultura, María de Leyva, la portavoz popular, Rocío Díaz y hermanos mayores de las corporaciones granadinas.


Agradecemos a los pregoneros y artistas su cariño y esfuerzo, a sus familiares y amigos llegados de toda Andalucía, así como a hermandades, instituciones y asistentes  su presencia  en un Manuel de Falla que rebosó Esperanza en una mañana irrepetible.