lunes, 5 de noviembre de 2018

LAS MANOS DE LA ESPERANZA # La Cartela

El domingo 4 de noviembre de 2018, festividad de San Carlos Borromeo, quedará marcado para siempre con letras doradas en el calendario cofrade de Granada. La que fuera una de las escuelas imagineras más prestigiosas y laureadas del panorama nacional se vestía de enhorabuena. Granada ponía en valor a dos de sus mejores tallas cobijadas en unos de sus más ricos y señeros templos: San Jerónimo y Santa Ana. En el primero nuestra ciudad reconocía la larga y fecunda devoción, consagrada durante siglos a una de sus más genuinas dolorosas, la Soledad, mientras que en el segundo se celebraba un besamanos conmemorativo de los CCC años de la Esperanza, asunto principal de este artículo.

Altar Mayor de San Jerónimo

Nuestra Señora de la Esperanza se nos presentaba con sus manos originales orantes, talladas en 1718 por José Risueño. De forma extraordinaria la Esperanza recreaba a Nuestra Señora de las Tres Necesidades, antigua titular de la cofradía del Santo Entierro de Cristo de la Parroquia de San Gil. Por un día, en un alarde historicista, la imagen recuperaba su semblante primigenio perdiendo para ello, junto al verde de su manto, sus habituales manos abiertas (oferentes), talladas por Martínez Olalla en 1928.

Besamanos extraordinario a la Esperanza

Creemos que ha llegado el momento para que la cofradía del Martes Santo se replantee seriamente devolver a su titular mariana sus manos originales. Las manos de Risueño no son unas manos normales, son una auténtica joya, merecedoras de tal consideración. Diferenciadas del resto de las manos de las dolorosas de nuestra Semana Santa (abiertas y cerradas), se mueven hacia el lado izquierdo de la imagen mariana, contrastando graciosamente con la expresión del rostro de la Virgen cuya mirada se dirige al ángulo contrario. La maestría de las manos de Risueño es tan extraordinaria que, unidas a la perfección del modelado, talla y policromado del rostro de la Niña de Santa Ana, hacen de la Esperanza una imagen única, original y genuina, diferenciada, personal y peculiar dentro de Andalucía.

Besamanos extraordinario a la Esperanza

Valoramos el esfuerzo y el tesón de los hermanos fundadores de la cofradía de la Esperanza, y el afán de sus sucesores por respetar su legado, pero creemos que este legado, lejos de verse maltratado, sería ponderado si se le restituyesen a la imagen sus manos originales. No hablamos de cambio de advocación a la dolorosa, queremos que se siga llamando Esperanza. Tampoco proponemos sacrificar los ricos bordados de Trinidad Morcillo en verde, Esperanza. No hablamos de acabar con su rico palio, ni con su elegante y cadencioso caminar, santo y seña de nuestro Martes Santo. Es más, consideramos, como ya hemos dicho, que todo ello sería acentuado, puesto en valor y enriquecido si, en homenaje a Risueño y por respeto a su memoria, su hermandad aprobase devolver sus manos originales a la Esperanza. No olvidemos que Nuestra Señora de la Esperanza Coronada es una de las más insignes tallas de Andalucía y de las pocas de nuestra ciudad que ostenta el valor añadido de estar datada y firmada. 

Ojalá que así sea.