Cada Cuaresma es distinta, tanto por el momento histórico en que acontece, como por las circunstancias particulares en las que cada uno la vivimos. A este respecto no podemos perder de vista que el contexto histórico, para ser entendido en un sentido humano de plenitud, está compuesto esencialmente, por la suma de esas circunstancias individuales. Desde un punto de vista histórico, esta Cuaresma acontece en medio de una terrible crisis económica y social. Probablemente al hilo de acontecimientos como los que vivimos, sea muy adecuado acudir a las palabras del Pontífice Benedicto XVI, según las cuales, sin Dios, las cuentas no salen. Es una frase coloquial, pero de una profundidad que nos debe de llevar a la reflexión.
En medio de este contexto de sufrimiento de una crisis económica, que lo es también social, porque probablemente del gravísimo debilitamiento de los valores sociales, nace la perversión económica en la que vivimos, me parece muy oportuno acudir a la Biblia, concretamente al Evangelio de San Mateo y recordar estas frases: "Dijo Jesús a sus discípulos: Pedid y se os dará, buscad y encontrareis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros,que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que piden Mt. 7, 7-11)".
Resulta innecesario añadir cualquier otro comentario ante tan concluyentes expresiones.