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martes, 6 de marzo de 2012

DIARIO PARA UNA CUARESMA - MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA - 6 DE MARZO

Vivimos en unos tiempos difíciles. Tal vez todos han sido así. Probablemente, el factor diferenciador en esta ocasión, es que han venidos precedidos de un tiempo de aparente prosperidad en gran parte de la civilización occidental y, por tanto, es más difícil adaptarnos a la situación actual. En medio de este momento complicado, debemos recordar la célebre frase de Benedicto XVI: "Sin Dios las cuentas no salen". Las cofradías llevan siglos tratando de poner a Dios en el centro de nuestras vidas. Lo vienen haciendo y lo practican, con todas las debilidades de sus miembros, sencillos seres humanos y por tanto perfectivles, pero a la vez cabe confiar en que el Espíritu Santo las ayude. Estas instituciones han sido a menudo muy criticadas, como también lo son muchas actividades de la Iglesia Católica. A veces estas críticas carecen de fundamento y parten del desconocimiento de la realidad. En otras ocasione podrán tener algún fundamento. En cualquier caso siempre merecerá la pena luchar por colocar a Dios en el centro de nuestras vidas. El Primer Mandamiento de la Ley de Dios es claro: Amarás a Dios, sobre todas las cosas. Cuando una cofradía instala una altar de cultos, convoca una Eucaristía, sale en procesión, promueve un Via Curcis, organiza una actividad cultural, promueve la ayuda a los mas necesitados o se reune en torno a una charla de formación, debe tratar de cumplir ese Primer Mandamiento y lo demás debe ser absolutamente secundario.


Quiero expresar con esto, que todas las actividades cofrades que se redoblan por parte de las hermandades de penitencia durante la Cuaresma, en tanto partan de ese deseo de colocar a Dios en el centro de nuestras vidas, son, sencillamente, buenas. Por tanto, conviene alentarlas.