Si los llamados mapas estacionales, que sobre todo describen tendencia, anunciaban una Semana Santa lluviosa, ahora son ya las previsiones ordinarias las que describen la misma situación. Si el domingo las posibilidades de lluvias son escasas, entre el lunes y el jueves, hay suficientes evidencias como para presumir la posibilidad de chubascos. Por tanto, otro año más, la lluvia puede convertirse en una de las principales noticias.
La última Semana Santa en la que salieron todas las procesiones programas fue en 1999. A partir de entonces, la lluvia siempre ha terminado provocando numerosas incidencias con excepción del año 2001. Entonces, a pesar de que la adversidad climatológica no provocó ninguna dificultad, hubo una hermandad que no salió a la calle debido a que había sido suspendida. Era la del Nazareno. Si se cumplen los pronósticos, otra vez hay que ser pesimista debido a la meteorología.
