El 18 de mayo de 2013 ya es una fecha del pasado. La lluvia alteró parte del programa previsto con motivo de la Gran Peregrinación Mariana, María Reina de Granada, pero a las adversidades de la meteorología se impuso el fervor y la devoción. Los traslados matinales, al igual que los mecánicos de la jornada anterior con las imágenes que no eran de la capital, como informó CRUZ DE GUÍA, se desarrollaron con normalidad. La exposición de los 33 pasos en la Catedral convirtió en un hermoso museo mariano el templo metropolitano. En la girola estaba situadas las patronas de Alhama, Loja, Almuñécar, Motril y Ugíjar. En las dos naves extremas del templo lo hicieron el resto de las imágenes. Se configuraba así una estampa insólita de una belleza plástica conmovedora. Miles de granadinos y visitantes disfrutaron de esta muestra de incalculable valor devocional y artístico.
La Soledad de San Jerónimo y la del Santo Entierro no llegaron a la Basílica
La procesión vespertina salió finalmente con media hora de retraso, como también dimos a conocer puntualmente en este blog, ante las circunstancias derivadas de la lluvia. Un gentío se agrupaba en torno al recorrido oficial. Por momentos lucía el sol, pero en otros también hacía acto de aparición la lluvia. Esta circunstancia aconsejó a los hermanos de la Soledad de San Jerónimo retornar a su templo, antes de llegar a la Gran Vía, y a los de la Soledad del Santo Entierro hacer lo mismo al situarse en la Plaza de Isabel la Católica. Otras corporaciones recurrieron a los plásticos cuando fue preciso. La Banda Municipal se situó en la Plaza de las Pasiegas. Cuando comenzó a salir la comitiva interpretó el Himno Nacional y conforme iban saliendo cada una de las imágenes, hacía sonar una marcha especialmente elegida para la ocasión. Si cada paso fue recibido con aplausos, llegado el turno de los que no son de la capital, aumentó la intensidad de esta muestra de emoción.
María Santísima del Sacromonte se refugió de la lluvia en la Catedral
Una salva de cohetería anunció la salida de la Virgen de las Angustias a la puerta de su Basílica, adornada con primor y buen gusto, lugar en el que se instaló la tribuna de autoridades que presidió el Arzobispo Monseñor Martínez. La llegada de cada imagen, constituía un momento de fervor y oración extraordinario. En el retorno a los templos, la lluvia también aparecía de forma intermitente. Los hermanos de la Cofradía de los Gitanos, teniendo en cuenta en largo camino que les quedaba para llegar a la Abadía y las previsiones meteorológicas, decidieron dejar a la Virgen del Sacromonte en la Catedral. Este paso como los que no procedían de la capital, será desmontado en el interior del templo y trasladado con medios mecánicos, según informa la Federación.
La lluvia llegó a aparecer cuando se ultimaban algunos regresos, en los que el sonido de las bandas de música que acompañaban a los pasos, contribuyó a dar un brillo extraordinario a este momento del recorrido, recurriéndose también a los fuegos de artificio en el instante en que algunas procesiones llegaban a su fin.
En posteriores informaciones es nuestro deseo ofrecer testimonios gráficos sobre la jornada. Por el momento acompañamos esta información con una imagen de la Virgen de la Antigua de Almuñécar a su paso por Ganivet, cuando sus costaleros elevaron el trono, como también lo hicieron los portadores de otras patronas, y a la Virgen de los Reyes en los últimos momentos de su recorrido.