En la última entrega de
#DeCerca tenemos la oportunidad de conocer a un cofrade todo terreno, y es que
José Jiménez, más conocido como ‘el Tirillas’ ha ido experimentando la pasión
cofrade desde muchas perspectivas, la más conocida bajo los pasos de la Semana
Santa, la más actual tras el objetivo de su cámara. Conozcamos más de cerca a
este singular cofrade.
-Cofrade de Granada, Sevilla, y con
esposa malagueña. ¿Cómo se vive tu pasión por la Semana Santa y Andalucía?
Intensa muy
intensa, suelo decir que vivo en una eterna primavera, además si le añades que
el 80 % de mis amistades comparten esa
locura, que algún día nos entró por el cuerpo, hace que viva la Semana Santa de Granada y de Andalucía de forma muy activa.
-Si por algo
se te conocía hasta hace unos años era por tu pasión por el costal, el vivir la
Semana Santa trabajando por pasear los titulares. ¿Cómo nació en ti esa pasión?
Pasión
que aun tengo y que nunca perderé. A veces esta pregunta me la he hecho varias veces y sin tener familia con tradición cofrade y no
estar desde chico metido en alguna cofradía familiar, la conclusión que saco es
que Dios me dio la oportunidad en la
vida de ser sus pies en la tierra y sentí esa llamada que tienen solo unos
privilegiados.
-Hace ya unos años que nos conocimos
e incluso compartimos grandes trabajos bajo la trabajadera del Señor de la
Humildad, y recuerdo de aquellos fríos ensayos unas palabras tuyas que me
llamaron mucho la atención: ‘sin los pasos no tendrías fe’. ¿Es tanto
para ti la Semana Santa?
Los es todo,
rechacé de joven muchas cosas que ya no volverán por estar al amparo de una
hermandad, por hacerme mayor cerca de esa oscuridad donde solo se ve la fe, el
amor de los hombres de corazón limpio, donde todo lo demás sobra y donde lo
principal es ayudar al compañero de al lado para que tu no sufras. No hay cosa
más bonita que esa fe y esa verdad. Si la vida fuera como es debajo de un paso,
existiría otro mundo mejor.
-Costalero de pro, de los que tienen
oficio y no les importa enseñarlo a los que llegan nuevos bajo el palo.
¿Cuántos pasos has cargado sobre tu costal hasta el día de hoy?
Son
muchos y yo soy el que más roneaba de
mis pasos, pero con la madurez te das cuenta de que lo importante no es el
“currículum costalero”, si no lo que he sido capaz de sacar a la calle para
llevar mi devoción y la fe a la gente que ama sus cofradías o los que sin saber
por qué se quedan en la calle para que pase el Señor o su bendita Madre, aun
sin creer.
-Habrá gente que no entienda que sean
tantos, y el hacer kilómetros y kilómetros para ensayar, incluso lejos de tu
hogar parecerá una locura a todos los que no entiendan del movimiento cofrade y
la costalería. ¿Cómo les explicarías ese diferente modo de vivir la Semana
Santa?
Para mi es
una forma de vida, y aunque haya bajado el compás de sacar cofradías porque me
lo pide el cuerpo y el alma, se vive de una forma intensa y si el cuerpo me lo
permite por qué no sacar pasos y poder disfrutar todo lo posible y poder vivir
otras devociones y otros momentos, como dije antes, ser costalero es un
privilegio que te da Dios y que hay que aprovechar, no es cuestión de entender
si no de sentir, por que como te pongas a explicar a uno que no es cofrade, créeme que te saca
cita para el psicólogo.
-Tu barrio el Realejo, pero ¿dónde
están plantadas tus raíces como costalero y cofrade?
Mis primeras
lágrimas cofrades al sentir algo que nunca había sentido desde niño, todos esos
primeros escalofríos que sin saber por qué se produce en ti, ese primer olor a
cera o a incienso, ese primer costal rozando esa madera de olivo y que guardas como oro en paño, en definitiva ese paraíso de niñez la
viví en ese lugar de Granada donde del moro para delante todo es arte, ese
lugar donde si no existiera las cofradías de Granada, tendría su propia Semana
Santa y qué Semana Santa...
Y también
donde me alimento de la fe y de su
personalidad como uno más del barrio es en Triana, donde tengo la suerte y el
privilegio de pasear al Señor de las Penas por las calle de Triana y Sevilla.
-Son muchas las hermandades en las
que has procesionado pero, ¿en cuáles perteneces a la nómina de hermanos?
Actualmente de
la Estrella de Triana.
-Desde hace
un par de años no se conoce de hermandad en la que procesiones bajo la
trabajadera, ¿por qué cambió el rumbo de tu vida cofrade?
Esta
pregunta me la hacían hace poco y suelo
contestar con el corazón, no es que cambiara el rumbo de mi vida cofrade,
simplemente el cuerpo y mi mente necesitaba un paréntesis, una reflexión
conmigo mismo y sobre todo con Él. Necesitaba salir de ese ritmo, de esos 31 ensayos
de cuaresma, creo que pasó de ser una afición a una obligación lo de sacar
pasos, y ya no disfrutaba igual. Me siento costalero y moriré costalero, aunque
mis jueces dicen por ahí que me he retirado.
-Desde luego es ahora la fotografía
lo que más tiempo te ocupa dentro de las hermandades, ¿cómo descubriste ese
mundo tras el objetivo?
Siempre me
ha gustado esto de la fotografía, he tenido siempre complejo de chino ya que
iba siempre con una cámara pequeña, pero con muchas limitaciones, hasta que di
el salto a una cámara Reflex que me permitía poder captar lo que yo veía y
que con la otra cámara no era capaz de llevarme ese momento a casa.
Ahora he de reconocer que es lo que me da la ilusión
que tristemente un día perdí, cuando se es
más mayor, debido a los turnos
laborales, los problemas, etc.
En
definitiva es un medio por el que vuelvo a tener las emociones de tuve desde
niño, siempre estoy intentando no perder esas sensaciones que recuerdo cuando
volvía la primavera a mi casa.
-¿Cómo se trabaja dentro de la
fotografía cofrade? ¿Se piensa siempre en los carteles y premios económicos?
Llevo poco
tiempo en la fotografía cofrade como algo más
"profesional", pero es un mundo apasionante, hay muchos
estilos, técnicas, formas, ideas... cada fotógrafo tiene su estilo propio, su
propia percepción de la fotografía cofrade.
Seguro que
algún fotógrafo que hace Semana Santa
piense en premios o buscar clientes para otro tipo de servicios fotográficos.
Yo soy de los que piensa que como te obsesiones con el tema de carteles y
premios, no disfrutas la Semana Santa ya que estas limitado por parámetros de
cofradías y concursos. Yo soy de hacer fotos
para mí, pasa algo en mí que
cuando lo veo por el visor de la cámara me obliga a disparar y ese algo es lo
que quiero captar sin tener en cuenta concursos y demás cosas, cosa que no
quita que no me presente a concursos,
pero no es mi prioridad como fotógrafo cofrade.
-En relación a la fotografía, no
sólo te dedicas a los trabajos o reportajes cofrades, pero dentro de nuestro
mundo de hermandades y cofradías, ¿te ves algún día ganador del concurso al
cartel oficial de la Semana Santa de Granada?
Si el cartel
oficial como actualmente tiene el fin que tiene, como es ofrecer a los turistas
de fuera la Semana Mayor de Granada, no, no me veo ganador, ni quiero.
A parte mi
tipo de fotografía es algo más arriesgada y que a lo mejor Granada no está
acostumbrada a verla en un cartel, por ejemplo para mí la sombra de un Nazareno o un Crucificado me
invita a imaginarme y activar mi mente
en un mundo de cofradías, me dice más que un paso palio o un paso de Cristo bien cuadrado y retratado, fiel a
la realidad.
-Por imaginar, no sólo podemos
imaginar premios y carteles editados con fotografías. Sabiendo de tu pasión por
el costal, ¿te gustaría vestirte de traje para comandar cualquier cuadrilla
como capataz? ¿Crees que ha llegado ese momento?
Como yo
tenga que coger un martillo de un paso, mejor que no salgáis a la calle. Ni es
el momento ni me he preparado para eso. Creo que es una responsabilidad tan grande que a muchos que lo tocan le vienen
grande.
- Y más de cerca, sobre tu Semana
Santa, ¿cómo vives el día de una salida procesional desde que te levantas?
¿Cuál es el momento que vives con más emoción? ¿Y cuál es más íntimo y
personal?
Supongo que
como todos los que no apasiona este mundo. Abres la ventana o suspiras, o te
pones más nervioso, me suelo levantar más tarde de lo normal porque seguramente
la noche anterior haya sido intensa con otra cofradía o con amigos que salen en su cofradía.
Quizá el
momento más intimo es el beso a mi mujer antes de salir de casa y luego cuando
el paso arria los zancos en la capilla, suelo ser de los últimos en salirme y
besar mi trabajadera despidiéndome y dándole gracias a Dios por lo vivido horas
antes.
- ¿Cómo se presenta el recién
comenzado curso cofrade para un cofrade tan implicado como tú?
Pues con
muchas ganas, pensando ya donde voy a fotografiar este año, y cómo no, pensando
en ese Domingo de Ramos que es tocar el Cielo en la Tierra.
- ¿Y para tus hermandades?
Pues espero
que en Granada con más nazarenos en las calles y sobre todo con más apoyo de
unas a otras.
- Como cofrade, ¿cómo ves el estado
de salud de la Semana Santa de hoy en
día?
día?
La veo bien,
aunque algo estancada en el aspecto de llegar a más gente y "captar"
más hermanos. Nos estamos olvidando del patrimonio humano que tienen las
cofradías y no lo cuidamos, y eso puede ser un gran problema a largo o medio
plazo para algunas hermandades. No se nos puede olvidar que todos pasamos,
estamos de paso solo se queda lo importante, ellos, ¿por qué no lo aprovechamos
y vivimos una vida cerca de las cofradías, sin puñaladas ni intereses
particulares?
- Aunque aún quede lejos, ¿qué
deseas para la Semana Santa de 2016?
Que las lágrimas
que se vean sean de emoción y de sentimientos buenos, no de lluvia y sueños
rotos.
Y para
conocerte un poco más de cerca:
- Un recuerdo de tu infancia como cofrade: El olor a incienso.
- Una imagen de Cristo de nuestra
Semana Santa: El Silencio.
- Una imagen mariana de nuestra
Semana Santa: Amargura.
- Una marcha: Gran Poder de Juan José Puntas.
- Un momento especial de la Semana
Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas): Tengo muchos pero por decir uno, la noche de Jueves
Santo, es un cuadro barroco en nuestras calles.
- Tu rincón para ver cofradías: Albaicín.
- El paso en el que más has
disfrutado: Todos.
- Tu momento más feliz como cofrade: Mi primera vez que me metí bajo un paso y
cuando igualé en el Señor de las Penas.
- Y el que te hubiera gustado no
vivir: Se me borro hace tiempo de la mente.
- ¿Con que adjetivo definirías
nuestra Semana Santa? Artística.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade
que hayas vivido:
Pues tengo
muchos la verdad, pero bueno uno último que tiene que ver con la fotografía y
que la verdad lo pase realmente mal y que no me volverá a pasar, o al menos eso
espero.
Era el día
de los besamanos de la Inmaculada, estuve en la hermandad de las Penas a eso de
las cuatro de la tarde, dejé la mochila y monte trípode y todo el equipo, hice
las correspondientes fotos y me marche más arriba a la hermandad del Nazareno,
donde también estaba su titular mariana en besamanos. Tras realizar algunas
fotos me dispuse a guardar la cámara en la mochila, pero cuál fue mi sorpresa
que la mochila no estaba, dentro de ella
varios objetivos y demás complementos fotográficos, alterado le dije a
mi amigo José, ¿tú has cogido la mochila? Me señalaba que no, todo eso en un
ambiente de recogimiento y oración en la iglesia. Algo más alterado se lo
comento a la gente de la hermandad que se sorprenden y nos ponemos a mirar por
los bancos pero nada, un hermano de la hermandad comenta que por qué no lo
vemos en las cámaras que tienen las monjas en el convento , total que allí fui
con él a visualizar las cámaras de vigilancia, pero había un inconveniente y
era que la monja que sabía rebobinar no
estaba en ese momento y no pudimos ver nada, ya daba por perdida, me senté en
un banco a no sé Bajé corriendo y allí estaba en el sitio que la dejé. Lo pasé
fatal. Cuando volví al Nazareno y lo comenté pasé una vergüenza terrible, así
que a los fotógrafos les digo que por Dios no se olviden las mochilas.
Muchas gracias Jose, de parte de
todo el equipo.
Gracias a
todos, y con ganas de escucharos en las ondas retrasmitiendo la primera en la calle.