Con las procesiones del Domingo de Resurrección se ha escrito un punto y seguido en el párrafo del curso cofrade, puesto que las cofradías continúan con su programa de actividades. Hubo más público que en otras ocasiones para contemplar el paso de las tres comitivas de la jornada. El Dulce Nombre de Jesús (Facundillo) presidió la Misa de una en la Catedral e inundó el Realejo y el Centro del característico sonido de sus campanillas de barro, siendo destacada la participación de los más jóvenes. Los hermanos del Resucitado de Regina, llenaron de la alegría propia de la jornada todo su itinerario y los del Zaidín pudieron disfrutar de la recuperación de la altura original de los varales de su palio, el último paso de una Semana Santa que ya es historia.
En la fotografía el Facundillo de regreso en la Plaza de Santo Domingo. Fotografía de Elena Fernández.
