"En pasados días la Junta Gestora de esta
Archicofradía, nombrada y refrendada por la Autoridad Religiosa, recibe la
sospechada noticia que el patrimonio que le es a todas luces, legítimo y
propio, conformado mediante el esfuerzo, trabajo y donación de sus hermanos a
lo largo de la última década y media, queda en manos de la Asociación Civil que
de forma ininteligible ha regido los designios de la Archicofradía, dejando a
ésta en la situación que se encuentra.
Con independencia de las acciones legales, jurídicas y por supuesto, eclesiásticas que haya o no que emprender al respecto, la Junta Gestora cree conveniente dar a conocer estos tristes hechos, comunes por desgracia en nuestra Diócesis y repetidos tanto en la capital granadina como en otros lugares de nuestra Diócesis, donde un grupo de personas, violando los preceptos eclesiales a los que hemos de atender y por supuesto, el espíritu democrático que siempre ha imperado en el mundo cofrade, usurpan los signos, símbolos y derechos de los católicos y amparándose en subterfugios, “reclaman” un patrimonio y un fruto que si bien, a efectos legales tiene un respaldo, a efectos legítimos no.
La Archicofradía ha sido regida mediante una
Asociación Civil, algo que no se le escapa ni a la Autoridad Eclesiástica ni a
los cofrades de Motril. La misma, ha encontrado sus fuentes de financiación
empleando los recursos y símbolos propios de una Cofradía. ¿Cuánta colaboración
ha conseguido, económica y materialmente de los motrileños, que creían estar
auxiliando y ayudando a una Hermandad? Si en algún momento esta Asociación
hubiera manifestado que se trataba de un ente civil, ¿hubiera conseguido el
mismo apoyo manifiesto que desde 1991 a 2014 ha tenido?
·
Nos estamos refiriendo a la edición y distribución de una
publicación que usaba la imagen de los Sagrados Titulares de esta Archicofradía
manifestando así que Asociación y Hermandad eran una misma cosa. Que
fotografiaba e ilustraba sus contenidos con cortejos y detalles de las
Cofradías y en especial de esta que suscribe.
·
Nos estamos refiriendo a la venta de lotería y de
participaciones en sorteos nacionales, con la imagen de los Sagrados Titulares,
dando a entender que los beneficios eran para la Archicofradía cuando parece
ser que no es tal.
·
Nos estamos refiriendo al montaje de casetas y quioscos en
ferias, especificando que los beneficios quedaban para el Dulce Nombre de
Jesús, tanto en las fiestas de Torrenueva, las del Varadero o en el viejo
ferial de Motril. En todas esas ocasiones, eran atendidos por hermanos que a
todas luces se sabían trabajando y dedicando su esfuerzo a una Hermandad, no a
una Asociación Civil.
·
Nos estamos refiriendo a la organización de cenas de
confraternización con el apoyo contundente de la Hermandad del Santo Sepulcro,
que se prestaba decididamente a la cooperación con una Hermandad, no con una
Asociación. Como de particulares que han prestado locales y bajos a la
Archicofradía, no a una Asociación.
·
Igualmente, ha habido donaciones de cruces de plata,
participación en las potencias sobredoradas, regalo anónimo de túnicas bordadas
y en definitiva, cooperación estrecha de motrileños para con el ajuar de la
Imagen del Dulce Nombre, porque se trataba de una Hermandad eclesiásticamente
constituida y fiel a la fe católica y los propósitos de estas Instituciones.
Jamás se hubieran producido dichos actos de generosidad para una Asociación
Civil.
·
Y por supuesto nos estamos refiriendo al cobro de cuotas y
otros emolumentos recibidos desde la puesta en marcha de la Hermandad en 1991
hasta 2014 que hubo de recibir la suspensión temporal por la dejación e
incumplimiento de obligaciones espirituales y fraternales a las que está
llamada. Por espacio de 13 años, centenares de motrileños, especialmente gente
joven que a día de hoy ocupa cargos reconocidos y reconocibles en otras
Hermandades o que forma parte del Clero Diocesano, han contribuido al sostén y
mantenimiento de la Hermandad con su dinero, pero nunca para el sostén y
provecho de una Asociación.
En efecto, si un ente civil ha ejecutado a su nombre
todo este patrimonio y puede demostrar que el mismo le pertenece, legalmente
será suyo. Legítimamente es de esta Archicofradía, como legítimamente lo es de
los católicos de Motril que se han prestado en publicidad, venta, participación,
apoyo, colaboración y ayuda desinteresada, a hacer grande una Hermandad y con
ello, el mundo cofrade motrileño, que no merece la usurpación inmoral de lo que
le es propio.
Es a todas luces necesario que Motril, el de sus
Cofradías, conozca qué puede pasar y está pasando en el seno de su
Archicofradía de la Vera Cruz. Como, toda vez emprendidas las acciones que la
Autoridad Eclesiástica nos dicte, a quién nos debemos y con quién nos
identificamos, resolveremos este escollo que no hace sino aumentar nuestro
ánimo evangélico, catequético, formativo, fraterno y caritativo, el espíritu
que realmente ha movido y moverá a toda Hermandad y Cofradía. Con o sin el
patrimonio que legítimamente pertenece a esta Archicofradía, no cejaremos en el
cumplimiento de nuestras funciones y en el provecho espiritual para nuestros
hermanos y para todo Motril.
Por ello, denunciamos los modos en los que un ente
civil, aprovechándose de los elementos, recursos, símbolos y cauces propios de
una Cofradía, y llevando al engaño, usurpando el carácter de una Hermandad,
puede reclamar legalmente y patrimonio que ha gestionado ilegítima e
inmoralmente.
Manifestamos como único sentimiento que nos mueve
trabajar por nuestra Hermandad, nuestra Iglesia y Motril y si al final, el
patrimonio legítimo de esta Archicofradía queda en manos de un ente civil,
construiremos un patrimonio basado en la fe, en el ejercicio de la caridad, en
la voluntad de servicio apostólico y estamos convencidos que contaremos con el
apoyo y la cooperación del resto de Motril, ese verdadero Motril Cofrade, que
comparte nuestro parecer y que al igual que nosotros, se duele de que Asociaciones
Civiles usurpen y engañen a los creyentes con artificios como los relatados.
Gracias de todo corazón a quiénes nos acompañan en
este lamentable momento. Gracias por vuestro estímulo y apoyo. Y ahora más que
nunca, hacemos nuestras las palabras de San Agustín: “La medida del amor, es
amar sin medida”. Algo que entendemos los cofrades y que se les escapa a los
entes civiles que usurpan nuestra personalidad, espíritu y formas."
Un cordial Saludo en Cristo.
La Junta Gestora.