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miércoles, 30 de noviembre de 2016

CRISTIAN LUCENA #DeCerca


Primera semana de Adviento, y queremos comenzar el año nuevo litúrgico con una entrevista que nos viene desde el Zaidín y en el ámbito de la juventud. Hoy conocemos #DeCerca a Cristian Lucena, Vocal de Juventud de la Cofradía del Cristo del Trabajo.

-Un cofrade que comenzaba, hace no muchos años, en el ámbito de la juventud de nuestras hermandades y ya se presenta en su hermandad como todo un ejemplo de responsabilidad. ¿Cuándo llegó a ti la Semana Santa? ¿Cómo fueron tus inicios?
En primer lugar: saludos a todos los lectores del blog de Cruz de Guía. Para mí es un placer y todo un orgullo atender esta entrevista.
No guardo recuerdo en el que no esté presente la Semana Santa, aunque en los primeros años de mi vida sólo vivía la Semana Mayor como espectador. Fue en 2008 (con 12 años) cuando me hice partícipe de lo que realmente significa la Semana Santa, inscribiéndome en la Cofradía del Trabajo. Este hecho, junto a mi inicio como miembro del Grupo Joven de la Hermandad, hizo que se constituyese mi vida como cofrade.

-La familia es un pilar clave en todo el recorrido de la vida. ¿Cómo llevan ellos tu implicación en el movimiento cofrade?
Tanto mi padre como mi madre me inculcaron desde pequeño la fe y la pasión por la Semana Santa, por lo que me apoyan y me animan a seguir adelante con todo lo que conlleva estar en una Junta de Gobierno. No obstante, creo que nunca llegaron a imaginarse que me implicaría tanto en el movimiento cofrade.


-Actualmente te encuentras estudiando Medicina en la Universidad de Granada, sin duda una carrera larga para la que hay que estar dispuesto a hacer grandes sacrificios por el estudio y la progresión. ¿Cómo conjugas la vida estudiantil con la cofrade?
Medicina es una carrera apasionante, pero también muy sacrificada (se requieren muchas horas de estudio, pues es una disciplina inabarcable, ya que nunca seremos capaces de conocer en profundidad todas y cada una de las enfermedades). Pese a esto, consigo encontrar hueco para acercarme a la Casa de Hermandad casi todos los días, para colaborar en lo que sea necesario y organizar los asuntos de juventud de la hermandad; o para disfrutar de los actos de otras hermandades. El hecho de conjugar el estudio y las responsabilidades como cofrade me obliga a tener que recortar horas con algunos amigos y familiares.
No obstante, resulta muy reconfortante dedicar tiempo a ambas tareas.

-Gran parte de tu tiempo lo pasas entre aulas, bibliotecas y prácticas de hospital rodeado de compañeros, profesionales, pacientes y gentes de todo tipo. ¿Es difícil llevar la fe y las cofradías al mundo universitario?
El mundo universitario lo conforman gran cantidad de estudiantes, todos ellos con puntos de vista muy diversos sobre distintos aspectos de la vida (gustos, creencias, personalidad, etc.). En este contexto, me he encontrado a muchas personas con prejuicios negativos con respecto a la Semana Santa y la religión.  Lo bonito y lo positivo de este hecho es que tras establecer una relación de amistad con muchos compañeros, contarles experiencias, e incluso invitarles a vivir la Semana Santa conmigo La mayoría han llegado a cambiar su precaria concepción sobre las cofradías. En otras palabras, llegan a entenderme aunque no compartan este estilo de vida. Por lo general, mis compañeros suelen ser muy respetuosos; y más en una Facultad donde la Pastoral Universitaria cobra una gran importancia.

-Han sido muchos años compartiendo experiencias dentro de la juventud cofrade de la ciudad, y lo que fue en mi tiempo un chaval con mucha proyección cofrade se está plasmando hoy día con tu responsabilidad en tu hermandad y en el barrio. ¿Cómo se vive con esa exigencia de pertenecer a una junta de gobierno?
Pertenecer a la junta de gobierno de una hermandad es muy gratificante, pues supone colaborar de primera mano con tu cofradía y ayudar en la toma de decisiones de gran relevancia; pero por otro lado, supone una gran responsabilidad y supone tener que dedicar gran parte del tiempo disponible. Estar en una Junta de Gobierno también supone dar ejemplo al resto de hermanos, y eso siempre supone mantener mucho la compostura.

-El pasado martes el presidente federativo os convocaba a los vocales de juventud de las hermandades de la ciudad para tratar de reconducir el ámbito de los más jóvenes en nuestras cofradías. Lo que en un principio fue una propuesta para un supuesto vocal de juventud federativo acabó siendo la propuesta de cuatro responsables que representasen a los cuatro barrios cofrades de la ciudad. Finalmente el elegido para el barrio del Zaidín fuiste tú. ¿Qué retos te plantea esta nueva oportunidad?
Pienso que el mayor reto que tiene la Juventud del Zaidín es acercar su Semana Santa a la Ciudad de Granada. Muchos cofrades desconocen gran parte de las actividades que se llevan a cabo durante el año en las hermandades zaidineras; es más, algunos de ellos nunca se han acercado a disfrutar de estas hermandades durante su salida procesional por el barrio. Mi objetivo es hacernos conocer aún más en el mundo cofrade y conseguir mejorar la implicación de los cofrades con las Hermandades del Zaidín.
También sería de mi agrado recuperar las actividades que antes se llevaban a cabo por los grupos jóvenes, pero organizadas por la Real Federación de Cofradías, donde todas las hermandades estarían presentes.

-Hablando de juventud cofrade, ¿cómo crees que es el actual estado de éste sector tan importante dentro de nuestras hermandades y cofradías?
Lo que actualmente estoy observando es que la Juventud está tomando un importante auge dentro de la Junta de Gobierno de las distintas hermandades, lo cual es muy positivo para aportar nuevos puntos de vista e ideas. La gente joven suele moverse en el ámbito de varias hermandades y eso enriquece mucho. No obstante, me gustaría que hubiera aún más unión entre los jóvenes de distintas hermandades a lo largo de todo el año; no sólo en ocasiones excepcionales.

-Se ha achacado en muchas ocasiones a la juventud su falta de compromiso y regularidad, pero vista la gran participación de jóvenes en juntas de gobierno y diferentes trabajos dentro de las hermandades, ¿crees que el ámbito de la formación es donde realmente fallan hoy día los más jóvenes en nuestro mundo cofrade?
La formación es un pilar fundamental para cualquier cofrade, tanto en el ámbito de la Semana Santa como en el ámbito cristiano y espiritual. Mejorar la formación en este sentido es un trabajo que aún queda pendiente en muchas hermandades.
En este tema, pienso que hay cierta ambigüedad: por un lado los jóvenes de las hermandades suelen estar muy al día de todo lo relacionado con lo puramente cofrade, pero me da la sensación de que se necesita mucha más formación cristiana. Es necesario que se entienda el sentido último de la Semana Santa y qué papel juega Jesucristo y la fe en nuestro día a día. Es fundamental comprender que los actos tales como triduos, quinarios, la Función Principal de Instituto y las misas mensuales pueden llegar a ser mucho más importantes que la Estación de Penitencia en sí.

-Tú que has podido vivir y sentir fuertes experiencias de fe dentro de las hermandades, ¿crees que hay posibilidad de que el mundo cofrade proporcione alguna vocación real al sacerdocio o a la vida consagrada?
Las hermandades pueden (y deben) ser herramientas realmente útiles para comprender y entender qué es la fe. Estoy seguro de que las cofradías consiguen atraer a muchos jóvenes y acercarlos a Dios y la vida cristiana. Una vez conseguido esto, ya depende de cómo cada persona viva e interprete su propia fe y creencias, pero considero que sí se puede proporcionar vocaciones al sacerdocio.

-Cristian, eres hermano de la cofradía del Cristo del Trabajo y María Santísima de la Luz pero, ¿alguna hermandad más cuenta contigo en la nómina de hermanos?
Actualmente únicamente soy hermano de la Cofradía del Trabajo; pero tengo que reconocer que mi familia estuvo inscrita mucho tiempo en la Cofradía de la Concepción, aunque nunca llegamos a realizar la estación de penitencia. Cuando me hice más mayor, estuve muy interesado por la Hermandad de la Santa Cena (llegué a procesionar con el paso del Señor el día del Corpus), pero mi corazón hizo que me acabase decantando finalmente por la Hermandad del Trabajo y la Luz.

-¿Cómo es para Cristian Lucena la vida de hermandad durante todo el año?
Además de organizar todas las actividades propias de un Grupo Joven, intento pasar unas cuantas horas casi todos los días en la Casa de Hermandad, ayudando y colaborando en otros sectores de la cofradía. Sobre todo, me gusta pasar mucho tiempo aprendiendo y ayudando en la secretaría. Las personas con las que más me relaciono se han convertido prácticamente en miembros de mi familia y realmente noto cuando alguna tarde no puedo acercarme.

-Y la Semana Santa, ¿cómo la vives desde que sale la Borriquilla el Domingo de Ramos?
Me gusta vivirla siempre acompañado de mis amigos, ya que la Semana Santa de Granada ofrece momentos realmente únicos que resultan aún más increíbles si se comparten. Como dije antes, me encanta invitar a amigos de mi Facultad -no cofrades- para hacerles comprender qué significa la Semana Santa para nosotros. Normalmente paso toda la Semana Mayor en Granada, aunque a veces me he escapado a otras ciudades algún día.

-Como cofrade de a pie, ¿cómo crees que es el estado actual de nuestra Semana Santa? ¿Qué se podría mejorar?
En esta última década la Semana Santa de Granada está enriqueciéndose de forma exponencial, y pienso que actualmente lleva muy buen camino. Se está abriendo camino a la gente joven (el ejemplo lo tenemos en muchos Hermanos Mayores recién nombrados), se están dando grandes pasos a nivel de patrimonio, y tenemos jóvenes talentos cuyo arte empieza a verse reflejado tanto dentro como fuera de Granada, siendo todo un ejemplo Álvaro Abril.
No obstante, aún nos queda mucho por hacer. Quizás el primer paso sería que las Juntas de Gobierno de las Hermandades comprendieran la importancia de la Formación (cofrade y cristiana) y la necesidad de transmitir esto a los distintos hermanos. Necesitamos seguir aprendiendo, y abrir las puertas a todo aquel que nos pueda enseñar.

-Son muchas las cosas que quedan por hacer para inaugurar el Domingo de Ramos pero, ¿qué deseas para la Semana Santa de 2017?
En general, para todas las hermandades, que consigan cumplir para esta Semana Santa todos sus objetivos y proyectos, y que sus cofradías se vean fortalecidas. Espero ver en 2017 una Semana Santa con un patrimonio aún más enriquecido.
De forma particular, para mi Hermandad deseo que todos lleguemos con mucha fuerza el ilusión al Lunes Santo, pues nos queda un curso de mucho trabajo y muy duro.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade: En el Año 2008 hice mi primera salida en la Hermandad del Trabajo. Recuerdo tener un dolor de piernas increíble pero decirles a mi padre y a mi madre que hasta que no se recogiese el paso de palio en el Corpus Christi no me pensaba ir.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa: Sin contar con mis titulares, me quedo con el Stmo. Cristo de la Misericordia (Silencio).
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa: sin contar con Ntra. Sra. de la Luz, me quedo con María Santísima de la Victoria.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas): la Coronación Canónica de María Santísima de la Aurora y su paso por la Calle Ángel Ganivet.
- Tu rincón para ver cofradías: San Matías.
- Una marcha cofrade: “Camino del Calvario”.
- Tu momento más feliz como cofrade: he pasado muchos momentos felices, pero me quedo con el estreno del paso de misterio del Stmo. Cristo del Trabajo y el reciente estreno del guión del grupo joven de la Hermandad, por ser el primer proyecto que estrenamos desde que soy vocal de Juventud.
- Y el que te hubiera gustado no vivir: la lluvia que deslumbró el Lunes Santo del año 2012 y que nos sorprendió a la altura del Palacio de Congresos.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa? Prometedora, apasionante, tradicional y mágica.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido: cuando aún era un niño, me quise acercar tanto a la Hermandad de la Burriquilla, que me perdí entre la muchedumbre y mis padres se creyeron que me había perdido o me había ocurrido algo. Al pasar el paso del Señor y volver a donde estaban mis padres me regañaron.



Muchas gracias Cristian, de parte de todo el equipo.