Seguimos conociendo a
cofrades de nuestra Semana Santa, personas que se desviven por el movimiento de
las hermandades, hasta el punto de hacer un modo de vida y encarar su vida
laboral de modo paralelo a la vida de las cofradías y sus sagradas imágenes.
Desde bordadores,
músicos, floristas, artesanos… pero hoy, en la cincuenta edición de nuestra
sección de entrevistas, quisiera dar a conocer #DeCerca a otro tipo de cofrade
que se gana la vida descontando días en la pizarra dentro de su bar, Vicente del
Paso Cirre, dueño del bar ‘el Rincón del Cofrade’.
-Una semana más me
encuentro frente a un cofrade de nuestra Semana Santa para entrevistarlo, pero
en el día de hoy reconozco que entrevistarte Vicente era de gran interés por mi
parte, pero apenas nos conocíamos personalmente, por lo que nuestro compañero
Jose María, asiduo en el bar ’el Rincón del Cofrade’, nos ha servido como nexo
en este encuentro. Apuesto sobre seguro que las cofradías son el centro de tu
vida, nada más hay que ver tu bar los trescientos sesenta y cinco días del año.
Puedo decir que el centro de mi vida es Dios y mi
familia, especialmente mi nieto.
-Antes de seguir con lo
meramente cofrade queremos conocer más sobre tu persona. ¿Cómo son tus
orígenes?
Mis orígenes son en el Barranco del Abogado, junto a
mis nueve hermanos. Aunque desde muy niño empecé a trabajar en el Realejo, en
concreto desde los siete años en el “bar Fernando”, del Campo del Príncipe, el
primero de Granada en poner sevillanas. También pasé por “el Sota”, o el “bar
Diego”, donde ya con 14 años podemos decir que me había convertido en un todo
un profesional de la hostelería. Si bien, el bar que más me marcó en mi
infancia fueron “los Martinetes” donde estuve veinte años. En aquellos tiempos
el Realejo era uno de los epicentros del flamenco granadino, recuerdo que,
muchas noches se terminaban las juegas en la casa de “la Trini”.
-Y al mundo de las
hermandades y cofradías, ¿cómo llegas? ¿Cuál es tu primer contacto con la Semana
Santa?
Mis primeras estaciones de penitencia fueron en la
Cofradía de los Favores en la que he salido de monaguillo, nazareno y
costalero. No obstante, me llamó muy pronto Pepe, “el Sota” para echarle una
mano y como ya no podía salir el Viernes Santo empecé en la Victoria. Aunque
también ayudé muchos años al Huerto cuando lo necesitaban.
-Recuerdo hace ya más de
diez años, cuando estaba en plena adolescencia, un amigo conocedor de mi locura
cofrade me aconsejó visitar un bar en Cenes de la Vega donde encontraría un
ambiente totalmente distinto a cualquier otro bar. ¿Cómo surgió ‘el Rincón del
Cofrade’?
En el año 1989, junto al río Genil. Recuerdo que
aquel año estaba muy agobiado y el empresario Alfonso Suárez, quien llegó a ser
presidente del Granada, me regaló un cuadro del Señor del Trabajo. Tuve mucha
fe puesta en esa imagen y gracias a ello recibí la inspiración de no dejar ni
un hueco del bar sin una estampa devocional.
-Sin lugar a dudas, estar
en Cenes de la Vega era un hándicap por la distancia. Entiendo que en lo
estrictamente económico, el traslado al centro de Granada ha mejorado la
situación del bar.
La mejora ha sido de calidad de vida, en general.
-Son muchos los amantes
de las cofradías en nuestra ciudad, pero muchos no son muy amigos de comparar o
echar un ojo en otras provincias… sin embargo, en tu bar pueden ver Semana
Santa de todos los rincones de Andalucía y parte de España. ¿Todo lo expuesto
lo has elegido tú o son presentes de amigos y clientes?
Algunas cosas las compro yo cuando viajo, otras son
regalos de amigos. Yo siempre digo que “el Rincón” tiene un pedacito de todos.
-Los motivos cofrades no
andan solos… el sentir rociero embarga todo el establecimiento hasta el momento
culmen de las doce de la noche: la hora exacta en donde todo se hace oscuridad
para cantar la Salve a la Virgen del Rocío. ¿Por qué este ritual? ¿Cómo surgió
hacer esto?
Surgió un día de la Cruz con el coro del Realejo, después
de cantar la Salve en el bar del río, nos emocionamos tanto que me propuse cantarla,
a media noche, todos los días.
-Es entonces cuando en la
pizarra se descuenta un día tanto para el Domingo de Ramos como para el Domingo
de Pentecostés. Todo el año descontando…una vez acabada la cuenta atrás, ya sea
para la semana grande o para el Rocío: ¿Cómo se viven esos días en el bar?
Con mucha emoción. Son los días más grandes,
especialmente el “día 0” de Semana Santa, cuando los costaleros de la
Borriquilla hacen su “operación palmera” y me traen la primera palma de la
Semana Santa. La última me la llevó la nieta del conocido cofrade y antiguo hermano
mayor de la Borriquilla, Antonio Medina.
-Supongo que serán muchos
los turistas que visiten el Rincón del Cofrade para comer en un ambiente de
tradición. ¿Cómo se explica el sentir cofrade al otro lado de la barra?
Efectivamente. Vienen especialmente muchos alemanes
y les llama la atención la foto que tengo de la Catedral de Colonia. Un año
celebró una pareja alemana su boda en Granada y todos sus invitados se pasaron
por aquí. Desde entonces vienen muchos atraídos por el boca a boca. El sentir
cofrade trato de enseñarlo mediante videos, aunque también lo viven en primera
persona con la Salve.
-En tantos años en el
oficio de la hostelería sumado a la promoción del movimiento cofrade seguro que
has tenido más de una anécdota, cuéntanos:
Las mejores experiencias las he tenido con los niños
que vienen y se emocionan con la música, las fotos, el incienso... Muchos de
los que hoy son conocidos cofrades tuvieron su primer contacto con la Semana
Santa en “el Rincón”.
-Un clásico son las
tertulias semanales que se organizan en tu local. El ambiente entre amigos y
hermanos cofrades es propicio para que la charla sea distendida. El problema
debe ser cuando el tono se eleva y la discusión puede estar adulterada por la
ingesta de bebidas alcohólicas. ¿Has tenido algún tipo de problema en alguna
tertulia?
El ambiente generalmente ha sido siempre familiar y
distendido. Creo que un bar es un sitio propicio para una tertulia. No
olvidemos que de toda la vida todos los tratos y los negocios se han hecho en
las tabernas.
-Se acerca el Domingo de
Pentecostés: ¿haces parte del camino cada año o la labor profesional te
compromete todo ese tiempo?
Todos los años hago el camino. Este año lo haré con la
hermandad de Huelva. A mí me gusta hacerlo en solitario, de peregrino, me
siento rociero de alpargata. Lo he hecho cinco años andando, saliendo desde
Granada desde la Virgen de las Angustias y tres en bicicleta. Otro año lo hice
con la peña “el Caballo de Madera”, su presidente era granadino y guardo muy
buen recuerdo.
-El Rocío no es algo que
se viva en demasía en nuestra ciudad. Cuéntales a nuestros lectores el porqué
de tu pasión por la ‘Blanca Paloma’.
A raíz de mi primera Salve en el río, de la que
antes hablábamos, en concreto la hicimos ante una lámina que me había regalado
Miguel Gonzáles, “el Pollo”. Aquella noche soñé con carretas y el camino del Rocío
y decidí hacerme rociero.
-Sobre nuestras
hermandades y cofradías, ¿qué opinas de su estado de salud?
Estamos avanzando bastante. Bajo mi punto de vista
el estado de salud es bueno, aunque había que promover la figura del penitente
o nazareno. Tenemos que inculcar a los jóvenes que lejos de las trabajaderas
hay muchas más formas de vivir la Semana Santa.
-¿Qué valoración haces de
la Semana Santa del 2017?
Por lo que vi este año desde la tribuna de los
pobres de TG7, trabajando en “el Rincón”, hago una valoración positiva. Creo
que la afluencia de público ha sido muy numerosa.
-¿Qué crees que hay por
mejorar en las hermandades de Granada?
Pienso que la Carrera Oficial debería ser más
respetuosa, que la gente tome conciencia de que no está en los toros o en el
campo de fútbol.
Y
para conocerte un poco más de cerca:
- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Como trabajaba, solamente
podía ver a la Amargura y la Misericordia. No olvidaré las noches preparando
bocadillos para la Alhambra y los legionarios que la acompañaban.
-
Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Los Favores.
-
Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
La Misericordia.
-
Una marcha cofrade:
Amarguras.
-
Tu mejor recuerdo como cofrade:
Un año que colaboré con una
productora inglesa en la Madrugá de Sevilla y pude presenciar en primera
persona momentos íntimos de las hermandades sevillanas con el micro en mano. Me
sentí periodista, como vosotros con “la Cope” (risas).
-
Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde
procesionas):
La bajada de la Cruz del
Cristo de San Agustín.
-
Tu rincón para ver cofradías:
Cualquier rincón de Granada.
-
Tu momento más feliz como cofrade:
La procesión del Corpus, de
costalero.
-
Y el que te hubiera gustado no vivir:
Las estampidas de la Madrugá
de Sevilla del año 2000.
-
¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Emocionante y espectacular.
-
Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Un día en “el Rincón” del
río, con nuestro querido y añorado Wily Carranza, de pronto desapareció y
cuando estábamos buscándolo, muy preocupados, por si se había caído al agua,
nos dijo una mujer que había salido del callejón llevando su coche, un 850 (recuerda
emocionado).
Muchas
gracias Vicente, de parte de todo el equipo.