Comenzamos el mes de
noviembre de 2017 con la Festividad de Todos los Santos, fiesta litúrgica que
celebramos recordando nuestras tradiciones llenas de evocaciones otoñales,
donde todas nuestras familias visitan el camposanto para adornar las sepulturas
con flores y cariño que se reparte en cada día del año rememorando la figura de
grandes personas que compartieron nuestra vida y también de todas aquellas que
ya llegaron a la Gloria Eterna bajo la fuerza de la santidad.
Hoy de nuevo tenemos la
ocasión de conocer #DeCerca a un cofrade que se desvive por nuestra semana
mayor, y en esta edición la fotografía y el objetivo de la cámara
protagonizarán gran parte de la entrevista, pues tenemos hoy con nosotros a
Antonio Orantes, fotógrafo profesional, dedicado a la Semana Santa de Granada.
-Podemos
decir que Antonio Orantes es una persona inseparable de su cámara, pero antes
queremos conocer más sobre tus inicios y orígenes.
Soy natural de Lanjarón, crecí allí desde los 4 años ya que nací en Córdoba
capital. Mi familia es toda de Lanjarón, pero por motivos familiares dio la
casualidad de verme nacer la ciudad de la mezquita catedral. Como muchos de
nuestros lectores pasé mi infancia entre cristos de plastilina y un pequeño
paso que me hizo mi padre en madera (ya que es carpintero al igual que mi
abuelo) y sobre esas andas una pequeña Santa Rita de mi abuela que había
sufrido un incidente con unas velas mal apagadas, nada que no pudiera remediar
la plastilina color carne de la papelería del pueblo. Crecí entre músicos y
cofrades, no puedo negar las influencias familiares en esta locura cofrade que
siento.
He vivido en Fuerteventura, Tenerife y Murcia para asentarme en Granada en
la actualidad donde resido en éste momento.
-La
fotografía está hoy mucho más a mano de los niños que cuando nosotros estábamos
aún en la escuela. Recuerdo la primera cámara que utilicé, de carrete y con
pilas para el flash. ¿Cómo fue tu primer contacto con la fotografía?
Mis primeros
pasos con la fotografía fueron ya con una edad bastante avanzada, tendría unos
25 años cuando viendo nuestra Semana Santa comencé a seguir a Manuel Puga, un
fotógrafo de una calidad insuperable, sus imágenes llenaban de ideas mi mente y
comencé a soñar con capturar todo aquello que veía. Anteriormente nunca había
tenido una cámara de fotos, creo recordar que en la comunión me llegaron a
regalar una que jamás llegué a utilizar, si ahora recuperara ese momento otro
gallo cantaría.
-Capturar e
inmortalizar momentos suele estar relacionado con la belleza de una imagen que
el fotógrafo quiere convertir en recuerdo. ¿Cuándo fue el momento en el que
decidiste inmortalizar bellas estampas cofrades?
Como
comentaba, comencé por el 2008 o 2009 aproximadamente, comencé con una cámara
compacta, no de muy mala calidad, pero nada que ver con las cámaras
profesionales, recuerdo como me miraban los fotógrafos cofrades, como me decían
que dejara trabajar a los profesionales y llegaba a casa lleno de frustración y
malas fotografías (bromea), eso sí, lleno de ganas de volver a salir con mi
cámara y mi trípode a inmortalizar todos esos momentos.
-En tu caso
la fotografía no es sólo una afición, es tu labor profesional a la que dedicas
gran parte de tu tiempo. ¿Cómo describirías el mundo de la fotografía?
Es bastante
difícil, la competencia es grande, las artes visuales y artísticas cambian casi
a diario y se ven influenciadas tanto por la moda como por el arte actual y
siempre hay que estar al día, renovando ideas y manteniendo actualizado “el
saber”. Como digo yo, es una profesión difícil, no es sólo disparar una foto,
hay que tener muchos conocimientos de iluminación, proporciones, encuadre, conocimientos
e influencias artísticas, etc.
-La
competitividad es grande hoy día, sabiendo que los medios técnicos están más a
mano del aficionado de a pie. Cualquiera realiza hoy una foto, o incluso
cualquiera puede acceder a cámaras semiprofesionales. ¿Esto cómo afecta en
vuestra labor diaria, por ejemplo, en una salida procesional?
Te puedo
hablar de ejemplos gráficos que poseo, la pasada Semana Santa fue la más
terrible para mis trabajos puesto que hay momentos en los que las protagonistas
de la escena eran las pantallas de los móviles más que los propios pasos o los
enclaves maravillosos que había. Es muy triste ver cómo la gente no sale a ver
Semana Santa, salen a decir en Facebook o Instagram que están en la Semana
Santa.
Además,
existe un problema que va aumentando y es la falta de respeto al profesional,
cuando yo empecé tenía claro que yo no era profesional, que no tenía en
absoluto esa categoría ni esos conocimientos, tal era así que cuando debía
dejar trabajar a un profesional me retiraba y observaba como trabajaba, eso
ahora es algo impensable, todos, hasta con un móvil creen ser profesionales y
eso perjudica seriamente el trabajo profesional, el trabajo bien realizado y
bien acabado.
-Está claro
que las técnicas y el conocimiento que tienen los profesionales hacen delatarse
a las imágenes realizadas por aficionados. ¿Cuándo decidiste tú dar el salto
para ser fotógrafo profesional?
Tras varios
años como autodidacta y viendo que cada vez necesitaba conocimientos que no
podía aprender por mí mismo, decidí entrar en el ciclo de laboratorio de imagen
que duraba dos años. Al terminar éste seguía demandando nuevas técnicas y
conocimientos y decidí realizar el grado superior de fotografía de la escuela
de arte de Granada, una escuela con más de 100 años de historia siendo la
primera en España en impartir ésta disciplina y donde también estudiaron
fotógrafos como Carlos Choín, un maestro de nuestra fotografía cofrade. ¡Una
pena que no exista la carrera de fotografía en España porque seguiría
estudiando fotografía pese a mi edad!
-Los
fotógrafos cofrades son bastante particulares, de hecho, hay tres o cuatro
caras más que reconocidas en nuestro mundo de hermandades y cofradías, pero
entre ellos estáis surgiendo una gran corriente de gente joven que se desvive
por la fotografía cofrade. ¿Cómo es la convivencia con los tradicionales de
este ámbito en las bullas y demás momentos cofrades? ¿Hay competitividad?
En las
bullas hay de todo, desde escaleras que no te dejan trabajar hasta momentos de
apoyo entre fotógrafos, pero siempre de todo y muy variado. Con decirte que yo
comencé a colaborar en Gólgota y ya no, el motivo no sé cuál será porque nadie
me lo ha dado, pero fuera de la publicación estoy. Es un tema difícil pero no
me caracterizo por tener pelos en la lengua. ¡La convivencia entre ellos es
magnífica, tienen sus cosas, es una relación de amor odio preciosa!
La pasada
Semana Santa pude ganar el concurso del cartel oficial, más o menos merecido,
eso lo discutirán los cofrades, pero la respuesta de mis compañeros fotógrafos
fue la de publicar en Gólgota una fotografía de hace algunos años en el mismo
lugar que la mía ganadora del cartel, “la originalidad de la ventana y la
estampa fotografiada no eran tan originales” (léase entre líneas). Ya sabemos
cómo somos en Granada y esto de la “malafollá” lo llevamos muy dentro
genéticamente. En Gólgota aparecieron todos los ganadores del concurso menos el
ganador del cartel, anécdotas, algunas inconfesables.
Evidentemente
esto viene a evidenciar una problemática no fácil de solucionar puesto que
ellos no están abiertos a recibir a los jóvenes que quieren formar parte y aportar
sus visiones y proyectos a nuestra semana mayor, pero poco a poco todo se
consigue, tiempo al tiempo y paciencia, no nos queda otra.
Dejar claro
que somos muchos los jóvenes y no tan jóvenes que queremos expresarnos mediante
la fotografía y hemos llegado para quedarnos y traemos muchas ideas. Somos una
piña y estamos dispuestos a crear, con los de antes, un trabajo fotográfico de
ideas y calidad entre todos, quien quiera aquí estamos.
-Si en
ocasiones parece que esa competitividad pueda existir es por los diferentes
concursos y premios que pueda haber, como puede ser el del Cartel Oficial de la
Semana Santa de Granada. ¿Crees que es posible ganar para cualquier fotógrafo?
Tengo que
decir que siempre pensé que no, que no sería posible, después del año pasado
tengo esperanzas, quiero creer que los años de poner los nombres detrás de las
fotos (algo prohibido) han pasado y que el concurso se ha abierto a todos y
para todos. Cierto es que el año pasado con el cambio del concurso hubo muchos
premiados y fue una alegría poder tener un reconocimiento a tantos fotógrafos
profesionales y aficionados que se presentaban con ilusión, espero que eso no
cambie y no se repitan las escenas de un fotógrafo con 4 sobres de cheques a
las que estábamos acostumbrados.
- ¿Cómo se
trabaja dentro de la fotografía cofrade? ¿Se piensa siempre en los carteles y
premios económicos?
Yo no pienso
en los carteles, de premios económicos puede que haya dos o tres no habrá más,
que ese es otro tema a debatir y del que podríamos hablar horas. Las
hermandades son capaces de pagar una obra pictórica pero a su vez son capaces
de pedir regalada una obra fotográfica que conlleva muchas horas de edición y
preparación. Yo he estudiado 4 años de mi vida para regalar mi trabajo, oiga,
con sinceridad, no estaría de más tener un pequeño detalle, 50 euros por
ejemplo, para una invitación, con el profesional de la fotografía.
Aparte de
eso, yo no voy a fotografiar por los premios, yo salgo a disfrutar de la
fotografía, a inventar, a experimentar, a vivir el ambiente cofrade y
transmitirlo con las imágenes, si de ahí sale un buen trabajo lo comparto con
las cofradías, si quieren claro está.
-Muchas
veces los cofrades de a pie nos preguntamos qué hacéis con tantas instantáneas.
¿Se guardan todas? ¿Realmente se saca beneficio como para vivir e ello?
Yo las
fotografías las guardo todas, no borro ni los errores porque a veces esos
errores que no puedo publicar son para mí un modo de expresión diferente, o
simplemente son errores que debo guardar para no repetir, pero las guardo
todas.
Y no, no se
puede vivir de la fotografía cofrade, ya quisiera, pero las hermandades no valoran
la fotografía como deben, quizás debido al intrusismo y a la idea de que
cualquiera puede fotografiar algo, pero por desgracia no se puede vivir de
ello. Por ese motivo también me dedico a realizar evento tales como bodas y
comuniones.
-Bien es sabido
que donde hay opinión hay discusión, ¿qué te parece la polémica que se crea
cada año alrededor del concurso que realiza la Federación de Cofradías?
Me parece
genial, yo soy el primero que me apunto a ello. Este año me ha costado morderme
la lengua, pero suelo ser muy crítico puesto que creo que la crítica, siempre
desde el respeto y basada en fundamentos lógicos, es muy positiva y hace que estos
actos y debates se mantengan vivos, los cofrades somos también un poco así ¿no?
-Como
fotógrafo, ¿crees que para que una fotografía gane tiene que plasmar un fondo
emblemático de la ciudad? ¿No valdría con mostrar el ambiente cofrade en su esplendor,
aunque no se reconozca la calle por donde transcurre la hermandad?
Debemos
saber diferenciar entre un cartel cofrade y un cartel oficial: El cartel
oficial es una representación fotográfica de nuestra Semana Santa, una
representación que implica muchos factores, pero uno con mucho peso, el
turismo. El cartel oficial es un cartel que edita la Federación junto al Ayuntamiento
y lo mueven por toda España. Está pensado no solo para los cofrades sino para
los turistas.
Del otro
lado están los carteles cofrades, los de las hermandades e instituciones
cofrades, esos sí que deben plasmar momentos más íntimos, más atrevidos, con
más fuerza, más experimentales… pero no se consigue, no sé si por miedo a las
críticas o por “confort” pero no salimos de la típica estampa cofrade del paso
con lugar de fondo.
-La
fotografía está directamente relacionada con el periodismo y las agencias es
por ello que tradicionalmente vemos a muchos fotógrafos cofrades en otros
ámbitos de la vida social, cultural y política de la ciudad captando imágenes.
¿También te dedicas tú a otro tipo de fotografía dentro de la sociedad
granadina?
No suelo
fotografiar otro tipo de actos fuera de mi propio trabajo que es la fotografía
social de bodas y comuniones y demás. Aunque no descarto trabajar en cualquier
redacción que quiera contar con mis trabajos, pero es difícil pertenecer a una
redacción ya que no se están contratando fotógrafos debido al intrusismo
laboral.
-Antonio,
como profesional de la fotografía apenas no hay un evento que te pierdas, desde
besamanos, cultos, vía crucis hasta los desfiles procesionales. Entre tanta actividad
cofrade, ¿con qué te quedas?
Bueno, de un
tiempo aquí he reducido actos a los que asistir porque no podía abarcar tanto y
el tiempo tampoco me daba para ello, pero es cierto que los besamanos los
disfruto muchísimo, los primeros planos, experimentar con la luz del lugar,
buscar perfiles desconocidos de las imágenes, expresiones que yo desconocía,
esos momentos me gustan demasiado y a veces me doy cuenta de la molestia que
suponemos los fotógrafos en estos actos.
También me
quedo con las salidas, aunque me suponen mucho estrés y no me siento tan cómodo
como en los cultos.
-Una
pregunta que los cofrades de a pie se pueden hacer es si tu gusto cofrade y tu
devoción se centra en alguna hermandad y si alguna corporación cuenta contigo
en su nómina de hermanos.
Mi
trayectoria cofrade como hermano comenzó desde muy pequeño en mi hermandad del
Ecce Homo y la Salud y Esperanza de Lanjarón de la cual mi padre fue hermano
fundador.
Desde hace
12 años soy hermano de la Estrella de Granada, de la que fui cirial del palio
algunos años y a la que guardo un cariño más que especial. Desde hace 3 años
soy hermano del Vía Crucis, sus titulares siempre me han cautivado, no disfruto
más realizando fotografías que con mi hermandad del Vía Crucis. Creo que es la
hermandad más mariana de Granada y la que atesora uno de los más bellos cristos
de Andalucía. Y desde hace ya varios años, también formo parte de la hermandad
de la Concha, a la que me unen vínculos familiares y en que ha estado presente
en mi vida desde hace muchos años.
- Y en
Semana Santa, ¿cómo vives el día de una salida procesional desde que te levantas?
¿Cuál es el momento que vives con más emoción? ¿Y cuál es más íntimo y
personal?
La Semana
Santa es para mí una locura, literalmente. Apenas duermo, apenas como, lo vivo
con muchos nervios y emoción y sobre todo con mucho trabajo, cuando digo mucho
son muchas horas y kilómetros de rodaje.
El momento
más emocionante es sin duda la salida de la Borriquita, momento en el que me es
imposible no soltar alguna lágrima todos los años junto a la salida de mi
hermandad del Vía Crucis.
Los momentos
más íntimos son las recogidas, la Estrella en la Plaza Larga, la Amargura por
Santiago, las Penas por Varela y el Vía Crucis en San Juan de los Reyes… ¡quien
no se enamora! ¡Quién no reza!
- ¿Cómo se
presenta el recién comenzado curso cofrade para ti?
Se presenta
con incertidumbre en los diferentes concursos. Siempre es ilusionante
representar a una hermandad con tu modo de ver la Semana Santa. Se presenta
también estresante como siempre, son muchos los actos, los cultos y el trabajo
a realizar, pero siempre con mucha ilusión y un poco más de alegría.
- Como
cofrade, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en
día?
día?
Veo dos
partes muy distintas, y lamentablemente alguna de ellas muy radical: los
cofrades apoyan mucho a sus cofradías y los cultos externos e internos, creo
que estamos creciendo y en buen camino, pero también veo muchos ataques
externos, veo que no existe respeto, veo agresiones verbales hacia los cofrades
y las imágenes. Me da miedo pasar por ciertas calles de la ciudad con las
cofradías por miedo, ataques sin sentido… creo que no se están tomando medidas
para la protección de los cofrades y los ataques van en aumento.
Y para
conocerte un poco más de cerca:
- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Ir
de la mano de mis padres y mi tía (siempre inseparable de mí) por Sevilla un
Domingo de Ramos con la ilusión de ver la Borriquilla.
-
Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Es
casi imposible quedarse con una sola pero el Cristo de la Amargura del Vía
Crucis es un buen candidato.
-
Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
La
Virgen de los Reyes, al igual que con los cristos me cuesta elegir una, pero
ella es una buena opción.
-
Una marcha cofrade:
Recientemente
descubierta por mi persona: Siempre la Esperanza.
-
Tu mejor recuerdo como cofrade:
La
primera vez que escuché “Mi Amargura” a punto de entrar la Amargura en su
capilla con una luna llena de fondo y un silencio que estremecía, todavía se me
cae alguna lágrima al recordarlo. También debo decir que de pequeño vi junto a
mi tía y mis padres salir la Redención de Sevilla y fue muy grande aquel
momento para un niño de 8 años.
-
Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde
procesionas):
La
entrada de la Virgen del Triunfo, volver a empezar.
-
Tu rincón para ver cofradías:
En
Granada no se puede hacer excepción de rincones, cualquiera es bueno para
sorprender a los sentidos.
-
Tu momento más feliz como cofrade:
Cada
15 de agosto. Soy Asuncionista desde hace muchos años y para mí es el culmen de
todo, ver a María gloriosa ascender a los cielos triunfante.
-
Y el que te hubiera gustado no vivir:
Hay
bastantes, pero en la salida extraordinaria de la Virgen de las Angustias un
policía me sacó del cuello de delante de la Virgen por no estar acreditado y lo
pasé bastante mal, fue un momento muy vergonzoso y triste.
También
es muy común recibir insultos, en ocasiones incluso agresiones de los
espectadores que acuden a ver las procesiones: recuerdo hace dos años un Lunes
Santo como un caballero que veía la vuelta de los Dolores me amenazó con
tirarme al rio cuando estábamos 5 personas en todo el puente. De esas hay
muchas.
-
¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Belleza,
tranquilidad, incomparable, familiar, única.
-
Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Anécdotas
surgen muchas, destacaría una sobre todas ellas: hace 3 años, el Domingo de
Ramos a una hora de ponerse en la calle la Borriquilla, me quedé con una pieza
de mi cámara en la mano, perplejo, sin poder hacer uso de ésta. No podéis
imaginar el estado de incomprensión al que pude llegar, rabia, tristeza, un
cúmulo de sentimientos, no quería ni salir a ver las hermandades por la calle…
El Lunes Santo pude estrenar nueva cámara gracias al esfuerzo y comprensión de
mis familiares, siendo ésa una de las Semana Santas más ajetreadas y
emocionantes que he podido vivir.
Muchas
gracias Antonio, de parte de todo el equipo.