Eran las siete menos cuarto de la tarde, un cuarto de hora después de lo anunciado, cuando la Patrona de Granada atravesaba la Puerta de su Basílica para iniciar su procesión anual. La Banda Militar, en este caso la de la Academia de Infantería, interpretaba Himno Nacional y a continuación la de las Angustias de Moraleda de Zafayona, dirigida por Manuel Martín Molinero, hacía sonar el Himno de la Patrona. Una vez la Sagrada Imagen estuvo en la Carrera, Monseñor Martíninez, Arzobispo de Granada, hacía la primera "llamá" con el tradicional martillo y su campana.
Gerardo Sabador, miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de las Angustias, era el encargado de dirigir el trono mariano. Este año, junto al Hermano Mayor, Miguel Luis López Guadalupe, ha sido Mayordomo de los cultos que se han venido celebrando durante septiembre. Las andas, además de la presencia del ancla en su mesa, en referencia a la Coronación de la Esperanza, asunto ya referido en CRUZ DE GUÍA, llevaban junto a los tradicionales gladiolos, rosas blancas y un friso de horquídeas del mismo color.
Entre el efusivo entusiasmo del público, la procesión recorrió el itinerario tradicional, multiplicándose los vítores y los aplausos a su paso. El fervor fue creciendo conforme iba completándose el recorrido. Faltaban aproximadamente cinco minutos para las 12 de la noche cuando la Virgen de las Angustias retornó a su Basílica. Como en la salida volvió a sonar una palma real de fuegos artificiales y la Banda de Moraleda de Zafayona entonó hasta el Himno, en esta ocasión hasta tres veces, mientras la imagen giraba para entrar de cara al pueblo de Granada. El Himno Nacional a cargo de los Banda Militar puso el punto final a estas mas de cinco horas de procesión.
