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lunes, 30 de septiembre de 2019

LA PROCESIÓN DE LA PATRONA VOLVIÓ A LEVANTAR GRAN FERVOR POPULAR

Una palma real de cohetería anunciaba a las 18,35 la salida de la Virgen de las Angustias. Este año vestía un rostrillo que trata de devolver a su rostro la impronta de otros tiempos. En las esquinas del trono no faltaban los habituales centros de nardos, cuyo aroma es característico del septiembre granadino. La presencia de los ciriales antes del paso, como ya sucedió el año pasado, componían también una imagen que es novedad con respecto a los últimos tiempos. En el momento en que se iniciaba el recorrido, la Banda de las Angustias de Moraleda de Zafayona interpretó el Himno de la Patrona de Granada, como también hicieron durante la procesión sacerdotes y seminaristas situados tras la Virgen.
Un años más la participación de fieles como promesas y público, fue masiva. También estuvieron presentes en la comitiva numerosas corporaciones religiosas, civiles y militares.
La procesión transcurrió con mayor fluidez que en otras ocasiones, debido a que se han reducido el número de relevos de los horquilleros a través de las conocidas como tandas. De esta manera, cada grupo solo acudía en una vez a situarse bajo las andas, mientras que antes lo hacían varias. Fue de admirar el orden que contemplaron los participantes en el cortejo. No faltaron los tradicionales vítores a la Patrona, pronunciados de modo permanente, en medio del fervor popular que la rodea.
Eran las 23,30 cuando las Angustias entraba en la Basílica, de nuevo acompañada por su himno, que volvió a interpretar la formación musical de Moraleda de Zafayona y otra palma real de cohetería, corriendo el Himno Nacional a cargo de la Banda Militar que cerraba la comitiva. La Patrona permanecerá sobre su trono hasta el próximo martes 1 de octubre. Ese día, una vez que cierre sus puertas el templo, volverá a ser llevaba hasta el camarín.