Leer los documentos de la Iglesia es de un extraordinario interés para el cofrade. Les confieso que creo que se pueden leer desde esta perspectiva. A fin de cuentas el cofrade es un católico. Por ejemplo, en mis manos hoy tengo el texto del discurso de Benedicto XVI a los obispos de Estados Unidos con motivo de su visita ad limin apostolorum. Con estos términos en latín se define la visita a Roma para encontrarse con el Papa, deben realizar los obispo cada cinco años. Es un texto de grande interés, como no podía ser menos al tratarse su autor de una figura de la categoría intelectual del Pontífice. En este discurso, por ejemplo habla de la defensa por parte de la Iglesia de un razonamiento moral basado en la ley natural. Pero en mi intento por leerlo desde un óptica cofrade me llama la atención la referencia que hace a "la necesidad de un laicado católico, comprometido, articulado y bien formado, dotado de un fuerte sentido crítico frente a la cultura dominante y de la valentía de contrarrestar un laicismo reductivo". En gran medida, donde las hermandades florecen, como es el caso de nuestra diócesis, disponemos a través de la cofradías de un laicado católico (el cofrade es católico, pues en caso contrario no sería cofrade), articulado, a través de sus cofradías, federaciones, agrupaciones etc., formado, aunque que puede mejorar todavía más en este capítulo, de un sentido crítico y de una valentía para contrarrestar el laicismo reductivo.
