martes, 3 de abril de 2012

ENTREVISTA A LA RECLUSA QUE SERÁ LIBERADA POR LA COFRADÍA DE LA SOLEDAD ESTE VIERNES SANTO


La Cofradía de la Soledad nos remite la siguiente entrevista con la presa que liberará el próximo Viernes Santo y que reproducimos en su integridad.
.La Cofradía de la Soledad de San Jerónimo volverá a liberar un preso el próximo
Viernes Santo. En este caso se trata de una mujer de 40 años que responde a las
iniciales M.E.G.B. Estaba condenada a tres años y un día por un delito contra
la salud pública. Actualmente su tutela corresponde al Centro de Inserción
Social de Granada “Matilde Cantos Fernández”. Disfruta del tercer grado e incluso reside fuera de esta institución que se ubica en el solar de la antigua Cárcel Provincial. La indultada dispone de unapulsera para controlar sus movimientos; cada cierto tiempo debe de acudir al
mencionado Centro y ha de permanecer entre las diez de la noche y las ocho de
la mañana en su domicilio.
Esel tercer año consecutivo que la Cofradía libera un preso. La iniciativa se
basó en un precedente que databa del año 1928, pero que no tuvo la continuidad
que se le ha querido dar en la actualidad.
M.E.G.B. ha tenido la oportunidad de conocer a los titulares de la corporación, el Señor
del Descendimiento y la Soledad, en el Monasterio de San Jerónimo que es donde
reciben culto y de visitar la Casa de Hermandad, en la que ha departido con un
grupo de cofrades encabezados por el Hermano Mayor, José Antonio Alemán. “Yo ya
conocía la Iglesia,- comentó – porque la había visitado en una excursión del
CIS. Nos llevaron allí y a San Juan de Dios”
Para su liberación, que fue aprobada por el Consejo de Ministros el pasado viernes
día 23 de marzo, el Centro de Inserción Social de Granada elevó una propuesta a
la Audiencia Provincial de Granada en la que se recogían a cuatro reos que
reunían las condiciones necesarias para recibir este beneficio, y ésta
seleccionó a uno y lo derivó a la Dirección de la División de Tramitación de Derechos
de Gracia y Otros Derechos del Ministerio de Justicia.
Cumplían diversos requisitos, como que su caso no causara alarma social y estar
capacitados para su reinserción social, luego de un informe en el que
intervienen educadores, asistentes sociales, psicólogos y juristas.
El delito que cometió la mujer que será liberada por la Cofradía tuvo lugar en
2006, cuando después de la detención de su pareja, la Guardia Civil encontró
droga en el domicilio que compartían con sus dos hijas. Ella declaró desconocer
el origen de los estupefacientes y no ser consumidora. Según ha comentado
sufrió muchísimo cuando estuvo varios días en los calabozos de un Cuartel de la
Benemérita, dadas las condiciones de insalubridad, careciendo de elementales
recursos higiénicos. Finalmente salió de prisión bajo fianza y tres años
después se celebró el juicio. Permaneció en la cárcel hasta el año pasado que
fue cuando pasó al Centro de Inserción Social y todavía debería de continuar
bajo su tutela un año.
Curiosamente la familia de la indultada tiene una gran relación con las cofradías. “Mi
madre, mis hermanos y mi actual pareja son muy cofrades, incluso salen en
procesión; concretamente mi pareja es costalero. Sin embargo no sabía yo que
existiera este indulto. Cuando me comentaron que estaba propuesta me metí en
internet y conocí más detalles. Pero fijaros, - comentaba en la conversación
que mantuvo con los cofrades-, que yo se lo comenté a mi madre y me dijo que no
creía que me fueran a elegir porque teníamos mala suerte. Estamos pasando por
una mala racha de enfermedad y este asunto mío. Cuando supe que era yo no me lo
creía”.
Antes de esta conversación había estado en la Audiencia Provincial, que fue donde le
hicieron entrega de la documentación. “Vivir con la pulsera es a veces un
problema. Por ejemplo, no he ido a la playa este año más que una vez, porque
llama mucho la atención”.
La ceremonia de la liberación será el Viernes Santo, en el propio Monasterio de
San Jerónimo, antes de comenzar la Estación de Penitencia. La Hermandad desea
mantener en todo momento su anonimato. La indultada formará parte del cortejo
delante de un cojín sobre el que irá el documento de su indulto y que estará
escoltado por dos mazas. Lucirá el hábito de los penitentes, pero en lugar del
habitual antifaz, lucirá uno de los llamados de verdugo que utilizan algunos de
los portadores de insignias.
“Para mi salir en la procesión será una experiencia muy interesante. Nunca lo he
hecho, a pesar de que como dije provengo de una familia cofrade. Estoy muy
agradecida a la Hermandad de la Soledad y al CIS”. La vida de la protagonista
de este indulto, toma un nuevo rumbo. Ahora podrá disfrutar de su libertad en
plenitud de condiciones.