miércoles, 19 de septiembre de 2012

LA ICONOGRAFÍA DE LOS PASOS DE GRANADA. PERSONAJES EMBLEMÁTICOS (1ª PARTE)

Dentro del apartado dedicado a la iconografía de los pasos de Granada, hacemos  mención especial a los personajes emblemáticos. Se trata en la mayoría de los casos de santos ligados a Granada, en otras ocasiones son beatos. El estudio de ellos nos ayuda a conocer un poco mejor sus vidas y a aclarar el por qué se encuentran en nuestros pasos.


1) Paso del Huerto: San Juan de Dios y el Beato Fray Leopoldo.

Autor y cronología: Juan Antonio Navarro Arteaga, año 2006. 

Puntos en común entre San Juan de Dios y el Beato Fray Leopoldo:
Tanto San Juan de Dios como el Beato Fray Leopoldo, son dos figuras fundamentales del devocionario granadino. Debemos señalar que ninguno era natural de Granada, siendo uno portugués y el otro de la provincia de Málaga, pese a esta circunstancia ambos quedarán marcados por Granada, y esta ciudad será el lugar donde entregarán sus vidas. Protagonizaron una vida pobre, entregada al servicio de los demás, y su labor asistencial en el escenario de Granada, los van a convertir en unas figuras veneradas antes de morir. 

Juan Ciudad y Fray Leopoldo responden a dos épocas y momentos históricos diversos. Y aquí reside la grandeza de sus similitudes, uno del siglo XVI y otro del XX, los dos están estrechamente unidos a la historia y al presente de la ciudad, ya que sus valores y sus obras siguen hoy vivas.

 San Juan de Dios
Nace en: Montemor-o-Novo 1495
Fallece en: Granada 1550
Características iconológico-iconográficas:
A su llegada de Portugal, Juan Ciudad trabajó en Granada en la calle Elvira en una librería. Cuenta la historia que tras escuchar a Juan de Ávila en la ermita de los mártires cambió su vida, San Juan de Dios fue acusado de loco y encerrado en el Hospital Real. Desde este momento, dedicó su vida al servicio de los pobres, tanto en las calles como en hospitales. Su principal peculiaridad se encuentra en que consiguió los favores de la nobleza de Granada para ayudar a los más pobres, llegando a morir acogido por la familia noble de los Pisa.
Hoy en día es el patrón de los enfermeros y bomberos, copatrón de Granada y el protector de la Orden Hospitalaria que lleva su nombre, y que desde el siglo XVI atiende a todo tipo de enfermos y marginados en todo el mundo. Granada es el principal foco para el peregrino de este Santo, encontrándose aquí sus reliquias en la Basílica de San Juan de Dios y el museo de su orden en la Casa de los Pisa.


Arteaga nos lo representa en iconografía habitual. Ataviado de la túnica de su orden -hay que recordar que él nunca vistió hábito y su orden se fundó tras su muerte-. Ligeramente inclinado sustenta a un anciano desvanecido. Destaca del conjunto la unión de las manos derechas de santo y moribundo, y la dulzura del rostro de ambos. Artísticamente son muy conseguidos los rasgos faciales, ya que están llenos de carga psicológica, y la postura inclinada del Santo consigue acercarlo al que lo contempla.
Está rematado por un nimbo de orfebrería.

Beato Fray Leopoldo
Nace: Alpandeire (Málaga) 1864.
Fallece: Granada 1956.
Características iconológico-iconográficas:
Fray Leopoldo de Alpandeire nació en el seno de una familia muy humilde, dedicado al trabajo del campo y a la oración, lo poco que tenía se lo daba a los más necesitados. Fue novicio en Sevilla y llegó a Granada en el año 1903, ciudad en la que se consagró como capuchino. En Granada va a ser limosnero, práctica que lo hará muy cercano a la gente, a la que pronto conquistó con forma de vida alejada de lo mundano y cercana al más pobre, igualmente se hizo muy famosa su oración de las tres ave marías. En Granada falleció y en los capuchinos de esta ciudad se encuentran sus restos y un pequeño museo dedicado a su persona. Fue beatificado en el año 2010.


Se nos representa en su iconografía habitual, vestido de franciscano capuchino, presenta cíngulo o cuerda franciscana y lleva su habitual alforja sujeta por su mano izquierda. Aparece abrazado a un niño con gesto triste en alusión a su pobreza. Del beato granadino destaca su rostro con una larga barba y una mirada profunda cargada de dignidad, una prueba de su humildad son las sandalias que calzan. La figura es ataviada por un nimbo de orfebrería.

Texto: José María Valverde Tercedor.
Fotografías: Antonio Cañizares.