La Junta de Gobierno de Santa María de la Alhambra celebrada este 8 de octubre, tomó la determinación de que el año próximo el paso de su titular sea llevado a costal. La decisión no es textual porque antes harán una consulta, que probablemente sea un trámite, al medio centenar de costaleros con los que cuenta la Cofradía, cantidad bastante escasa para un paso de las dimensiones del que porta a esta Virgen de las Angustias. La pasada Semana Santa, dado el escaso número de costaleros dispuestos a continuar trabajando con este sistema, se vieron obligados a retirarles las trabajaderas exteriores, donde se cargaba a uno en lugar de a dos hombros, lo que significó la alteración de una de las imágenes estéticas de mayor tradición en las procesiones granadinas. La moda del costal fue la culpable. Mientras en las cuadrillas donde se lleva a cabo esta práctica suelen abundar los hombres dispuestos a integrarse en ellas, la trabajadera al hombro se va convirtiendo, poco a poco, en un sistema casi en desuso. El paso del tiempo va dictando sus setencias. Al menos se pretende que la subida desde Plaza Nueva hasta la Puerta de la Justicia, continúe contando con la participación popular y en ese espacio del recorrido se instalarán, como ya sucedió el pasado año, las trabajaderas exteriores. Ahora habrán de convivir con los que dentro del paso carguen a costal.
Duplicar el número de costaleros
A los costaleros que todavía están en esta cuadrilla se les comunicará que si no se dispone de un número suficiente de personas dispuestas a prestar sus servicios, el costal es la alternativa. Algunos de ellos ya trabajan con este sistema en otras cofradías. Se prevé que de esta manera se alcance un número similar al que en sus mejores tiempos tuvo este grupo, que superaba el centenar.
Un Cabildo para el nuevo paso
La reunión de los directivos de la Alhambra no pudo concluir su orden del día y así este día 9 estan citados otra vez. En este caso el objetivo será la celebración de un Cabildo General para determinar una alteración todavía más sustancial del trono, que al perder las trabajaderas exteriores, podría precisar un cambio. Para ello y después de estudiar varios proyectos, la Junta se decidió en su día por uno del que es autor Álvaro Abril, que será el que se someta a votación de los hermanos. Se trata de una realización complicada, puesto que supone una inversión económica importante en tiempos de crisis, por lo que su ejecución, según el Hermano Mayor, Antonio Olivares, se podría prolongar por un periodo de aproximadamente ocho años. Este nuevo paso podría suponer la desaparción definitiva de las trabajaderas exteriores, incluso en el tramo donde se invita a la participación popular.