sábado, 21 de septiembre de 2013

LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS, ESENCIA DE GRANADA CIEN AÑOS DESPUÉS

Una vez más fue la Virgen de las Angustias la que recordó a Granada su modo de rezar. En una jornada en la que se celebraban 100 años de su coronación y se conmemoraban muchos más de devoción, todo salió perfecto.


Si bien, al cofrade le pudo chocar el acto de ayer por considerarlo poco "cofrade". Esto se debe a que, nuestro mundo "semanasantero" -unido a los tiempos- es más cada vez más secular, perdiendo su razón de ser cristiana. Es en este contexto, en el que las hermandades buscan en lo superfluo remendar sus carencias espirituales, radicando aquí el error, ya que en mi opinión, la grandeza de la religiosidad popular granadina, siempre estuvo en su mística personalidad.


Ayer vivimos el triunfo de la Fe. Fue uno de esos días, en los que la ciudad de la Alhambra volvió a encontrarse consigo misma, hallando en su esencia su razón de ser. Ya que, tal y como dijo García Lorca: "Granada es una ciudad de alma íntima, alma recatada, alma interior, jardín pequeño". Nuestra tierra ora en silencio y no necesita grandes escenografías, ni impresionantes representaciones teatrales para emocionarse. La emoción del granadino siempre fue una emoción contenida.


Ayer no hubo un multitudinario cortejo, ni enormes masificaciones. Ayer triunfó Granada, la de la Virgen de las Angustias, la Granada eterna...