jueves, 24 de marzo de 2016

CALLE GANIVET-ESPACIOS URBANOS DE LA SEMANA SANTA DE GRANADA- 5ª ENTREGA-BLANCA ESPIGARES


El barrio de la Manigua en Granada, durante el segundo tercio del siglo XX,tenía enormes problemas de pobreza e insalubridad, algo común en general a otros barrios granadinos como el de San Antón, San Lázaro o el propio Albaicín. Sin embargo, su localización lo hacía muy deseable: en pleno centro de la Granada comercial y administrativa, al poner en el mercado una gran superficie de solares, el Ayuntamiento se garantizaba el saneamiento de sus cuentas. Y es que es importante tener en cuenta que tras la Guerra el Ayuntamiento se encuentra en una situación de ruina y la reforma de la Manigua con la apertura de Ganivet podía conseguir que recuperase su capacidad inversora. Es desde luego un dato que se debe tener en cuenta a la hora de analizar este momento histórico y esta reforma urbana.
Se buscaba una reforma integral con el pretexto de un doble saneamiento del barrio: por una parte un entramado de calles estrechas e intrincadas poco salubres y la mala reputación por tener conocidos prostíbulos en la zona. No era ésta una realidad ajena al resto de barrios granadinos. De hecho, la prostitución fue legal hasta 1956 y muy generalizada en los centros de las ciudades históricas españolas. Pero fue uno de los principales argumentos que se esgrimieron en ese momento para la demolición de una parte del barrio.
Es tras la consigna de regeneración moral y de modernización de la ciudad, bajo la que se ejecuta una demolición masiva en un barrio histórico de Granada. Guarda en cierta manera muchas similitudes con la apertura de la Gran Vía: abrir una calle ancha a costa de una gran demolición y la especulación con los solares adyacentes para hacer frente a la ruina del Ayuntamiento. Llevada a cabo por el alcalde Gallego Burín, con su ejecución se incluye también el replanteamiento de alineaciones con nuevas calles paralelas y ortogonales enfrentadas a la trama original y la concesión de mayores volúmenes edificables que garantizan la rentabilidad de la operación, bloques de viviendas para las clases altas granadinas con un lenguaje arquitectónico historicista,recuperado durante estos años.
Se inicia el proyecto en el mes de junio de 1940, y el 26 de septiembre del mismo año se aprueba el definitivo desalojo de todos los vecinos de la barriada. En un mes debía hacerse efectivo el desahucio de las viviendas. Los vecinos desalojados tuvieron enormes problemas en su reubicación y la esperada reforma moral de la zona tuvo escaso éxito, ya que no será hasta finales del siglo XX que se consiga erradicar la prostitución en la zona.
Las obras, con el derribo de decenas de edificios y la apertura de la calle, se prolongaron durante tres años. La moderna Ángel Ganivet se llamó en principio Alcalde Antonio Gallego en honor a su promotor, y así fue inaugurada el 10 de mayo de 1943 con la presencia deFrancisco Franco.Poco después el mismo alcalde cambiaría el nombre por el del “ilustre escritor y filósofo granadino don Ángel Ganivet”. El nombre que se le da a la calle es completamente irónico e incluso roza el sarcasmo más granadino. Paradójicamente recibe el nombre de Ángel Ganivet, escritor nacido en 1865 que critica duramente la reforma burguesa de finales del XIX, que acarrea cambios urbanos que, a su entender, destrozan la imagen romántica de Granada. Ganivet era un declarado defensor del urbanismo medieval y las calles pequeñas, y enemigo acérrimo del urbanismo racionalista, por considerarlo “aburrido, monótono y triste”. Es un hecho que la demolición de parte de la ciudad para la apertura de esta calle junto con la construcción de los bloques que la acompañan hubiera sido objeto de la crítica más mordaz y violenta del escritor granadino.
Se tarda más de una década en completar la remodelacióncon la construcción de los edificios y esto convierte a la calle Ganivet en un buen exponente de la arquitectura de la posguerra española. Los edificios de los números cinco, siete y nueve son ejemplos de un nuevo lenguajeque tiene por referente el Estilo Internacional: el pórtico continuo, los grandes paños acristalados ylas terrazas corridas.La calle Ganivet es un espacio de experimentación para los arquitectos locales de la época, algo que no sucedía desde la operación de la Gran Vía. Es llamativo también el proyecto en sí y su proceso ya que se firma conjuntamente por Castillo Moreno, el arquitecto más influyente y con más encargos de la ciudad, y Olmedo Collantes, el arquitecto municipal, clave para entender las actuaciones urbanas granadinasen estos años de posguerra.
Afortunadamente el Plan de Alineaciones de 1951 no se llevó a cabo en su totalidad, ya que incluía el proyecto de ensanche de la calle San Matías para realizar la conexión con la calle Ganivet. Esto hubiera implicado la demolición de San Matías y zonas adyacentes para levantar bloques de la época, alterando dramáticamente la configuración urbana del entorno.