miércoles, 23 de marzo de 2016

LA LANZADA FUE LA ÚNICA COFRADÍA DEL MARTES SANTO QUE NO PUDO CUMPLIR CON TODO SU ITINERARIO

Se anunciaban chubascos intermitentes y así fue. Resultaron precipitaciones apenas perceptibles, pero tuvieron su consecuencia. Una de las cuatro cofradías anunciadas este Martes Santo, no completó su estación de penitencia.
Lanzada
La Hermandad de la Lanzada decidió terminar su estación de penitencia al llegar a la Catedral. El anuncio de la posibilidad de lluvia a las 11 de la noche, les aconsejó dar por concluida su estación de penitencia al llegar a la Seo, puesto que dada a distancia que les separaba de la carpa de salida, no podían llegar antes de esta hora al lugar de encierro. Todavía se desconocen cuándo serán trasladados sus titulares a la Parroquia de los Dolores.
Vía Crucis
A punto de ser centenaria, esta corporación penitente, se erige desde hace varios años en paradigma de una Semana Santa de Granada genuina, actualísima, pese a evocar la estética decimonónica y con el sello de identidad propio la convierten en un referente con pocos aditivos. La severidad del cortejo, la categoría y personalidad de sus imágenes, enseres y tronos, así como el acertado repertorio musical, provocan escena,s como las de personas que viene de lejos a conocer el Vía Crucis de Granada, porque eso sí que no tiene parangón en otra latitud. 
No pudo rezarse en la calle el Vía Crucis, debido al riesgo de lluvia y se hizo en el interior del templo de San Juan de los Reyes. La procesión ganó ritmo en su tramo final, aunque pudo perder espiritualidad. De todas maneras, la forma de disponerse el cortejo, de acuerdo con la estética de nuestro tiempo, impide que muchos hermanos participen de esta oración, de la que sí pudieron gozar todos, unas vez concluida la estación de penitencia. Podría ser una situación a estudiar.
Mención a parte, merece la Banda de los Ángeles que dirige Manuel Elvira. Se atrevió con un repertorio de marchas de corte clásico que están al margen de las modas. Además sonó cofrade y granadina, en el sentido más universal del término. Esta vez sin cornetas, como requería la ocasión, pero teniendo al frente a un Director que siendo cofrade, sabe qué hay que hacer en cada momento. Sobresaliente el cuerpo de tambores. No es necesario llevar una batería muy numerosa para hacerlo muy bien y estuvieron a gran altura.
Esperanza
En esta noche de contrastes, la Esperanza mostró otra forma diferente de procesionar. En la variedad está muchas veces la belleza. Sentimiento cofrade, belleza en el cortejo y un ramillete de sentimientos muy especiales. Recrearon a ritmo pausado los momentos. Soportaron con paciencia, como el resto de las hermandades de la jornada las lloviznas que importunaban su discurrir.
De gran emotividad la presencia de miembros de Aspace en lugar reservado en el atrio de Santa Ana a su salida. La Cofradía colabora con esta asociación de paralíticos cerebrales durante todo el año y los hace participes de su salida. Una muestra de la práctica del amor al prójimo que merece el aplauso.
Humildad
Numerosos hermanos participaban en el cortejo de la Cofradía de la Humildad. La llovizna que les sorprendía en la salida, no les hizo alterar esta acción y pudieron completar su procesión, con el sello personal que pone el Realejo. Fue una comitiva cargada de buen gusto.
En la fotografía el primer titular del Vía Crucis, desde el atrio de Santa Ana, en su llegada a Plaza Nueva, camino de la Carrera Oficial.