miércoles, 20 de abril de 2016

ESTHER CABELLO #DeCerca


Seguimos una semana más con nuestra sección de entrevistas para conocer #DeCerca a los cofrades de nuestra Semana Santa. En esta ocasión, y abogando una vez más por los valores que transmite la juventud en nuestras hermandades y cofradías, os presentamos el encuentro que hemos tenido con Esther Cabello, Diputada Mayor de Gobierno de la hermandad de la Santa Cena, la diputada de gobierno más joven de nuestra semana mayor.

-Cofrade del barrio del Realejo pero vecina de Fígares desde la niñez, ¿cómo llega a ti la pasión por nuestra Semana Santa?
Nada más nacer mi tío me hizo hermana de la Santa Cena y fui bautizada en Santo Domingo con la medalla de mi hermandad, por lo que esta pasión me viene desde la cuna. Siendo ya algo más consciente recuerdo salir a ver procesiones con mi familia, especialmente con mi abuelo.
Pero es el momento en el que soy nombrada Vocal de Juventud de mi Hermandad cuando mi vida cofrade comienza a desarrollarse de una manera más intensa.
-Hermana de la hermandad de la Cena y María Santísima de la Victoria. ¿Alguna corporación más cuenta contigo en la nómina de hermanos?
Únicamente soy hermana de la Santa Cena, aunque le tengo una especial devoción al Señor de la Misericordia y a la Esperanza de Triana.

-Esther, teniendo en cuenta tus veinticinco años de edad, sin duda las responsabilidades te apremian en el núcleo de tu hermandad, y de qué modo cuando el transcurrir del cortejo en la calle está en tus manos. ¿Cómo se lleva tanta responsabilidad en alguien tan joven?
Para mí fue todo un orgullo que mi Hermano Mayor, Francisco Barroso, pensara en mí para desempeñar este cargo, asumiendo desde el momento que acepté la responsabilidad que conllevaba. He tenido muy buenos maestros, de los que he ido aprendiendo para desarrollar de la mejor forma posible este cargo. Rodearme de gente de confianza también me ha ayudado. Soy plenamente consciente de la responsabilidad que conlleva poner un cortejo en la calle para realizar Estación de Penitencia, pero con mucho esfuerzo y trabajo la edad pasa a ser más una ventaja que un inconveniente.

-El cargo que actualmente ostentas en la junta de gobierno de la corporación del Domingo de Ramos no es nada sencillo, y más aún su labor. ¿Cómo ha sido para ti esta Cuaresma de preparativos para tu primer Domingo de Ramos como Diputada Mayor de Gobierno?
Sin duda ha sido la Cuaresma más especial que he vivido, pero también la más intensa y con mayor trabajo. Ha sido una Cuaresma que para mí empezó en noviembre, con las primeras reuniones de las hermandades del Domingo de Ramos. Ya en el mes de febrero se intensificaron los preparativos. Organizar una Estación de Penitencia no es cosa de un día, son muchas las horas de trabajo tanto en la Casa de Hermandad como en casa con el ordenador: realizar la adjudicación de insignias tras la solicitud, preparación de horarios e itinerario, reuniones del equipo de mayordomos, organizar el orden del cortejo, crear la maqueta… Por suerte he tenido mucha gente a mi lado apoyándome y ayudándome en todo aquello que necesitara.

-Además este año el inicio de la semana grande se presentaba entre nubes, claros y alguna borrasca que aguó parte de la jornada. ¿Cómo se vivió la decisión de la salida procesional?
Nunca es fácil tomar una decisión de este tipo. Recuerdo que durante la Cuaresma, antes de ver los primeros pronósticos, ya les comentaba a mis amigos que puestos a tener que decidir por cuestiones meteorológicas esperaba que los pronósticos fueran seguros y que no dejara de llover para no quedarnos con la duda, pero que lo peor sería que fuera una situación intermitente, y justo fue lo que nos pasó el Domingo de Ramos. Fueron momentos complicados, ya que a los nervios que llevaba ya por ser mi primera salida como Diputada Mayor de Gobierno se unieron las condiciones meteorológicas que nos encontramos. Tú mismo allí pudiste comprobar mi estado al anunciar el retraso de la salida procesional. No estaba claro cómo iba a avanzar la situación, pero el Cabildo de Oficiales por unanimidad decidió realizar nuestra Estación de Penitencia, y acertamos, ya que finalmente la borrasca que se esperaba para las 21:00 horas no hizo acto de presencia y pudimos desarrollar con normalidad nuestra salida, aunque con mucho frío.

-Unos meses antes de tu primera semana grande como diputada mayor, celebrabais el LXXV aniversario de la Virgen de la Victoria. ¿Cómo viviste la preparación y salida extraordinaria de la titular mariana de tu hermandad?
Han sido los meses de trabajo más bonitos que recuerdo en mi hermandad. Me quedo sobre todo con la ilusión y las ganas con las que entre todos preparamos todos los actos de este 75 aniversario, que concluyeron con la salida extraordinaria. Para mí además fue una especie de preparación, ya que Patricio Carmona y yo desempeñamos el papel de Diputado Mayor de Gobierno aquel 24 de Octubre. Sin duda fue una jornada para el recuerdo que todos los hermanos de la Santa Cena guardaremos con mucho cariño, y durante la que estoy segura que toda la Granada cofrade que se acercó aquella tarde al Realejo disfrutó con la Novia.

-Tu juventud no ha sido nunca impedimento para acatar responsabilidades y trabajar duro en el seno de la cofradía. Durante unos años dirigías a los más jóvenes de la hermandad, durante unos meses lo hiciste así con el ámbito cultual como responsable de cultos, y actualmente la responsabilidad de la estación de penitencia. ¿Crees que eres un ejemplo de la juventud cofrade actual o no existe ese sentido de responsabilidad y compromiso en los cofrades de menor edad?
Sin querer ser ejemplo sí que creo que los jóvenes podemos hacer mucho en nuestras hermandades. Se viene demostrando en los últimos años como los jóvenes tenemos cada vez más responsabilidades, siendo ya varias las personas jóvenes que desempeñan el cargo de Diputado Mayor de Gobierno en su hermandad, como Salvador Sánchez en la hermandad alhambreña.
Por ello creo que no sólo los jóvenes deben tener el compromiso de vivir intensamente el movimiento cofrade, sino que las hermandades deben abrirse a los jóvenes y permitirles formar parte de su día a día, y eso es algo que por suerte en mi Hermandad se lleva realizando desde hace años, confiando en gente joven para formar parte de la Junta de Gobierno.
En la sociedad actual, donde por desgracia existe un desapego hacia los temas relacionados con la Iglesia, es una gran alegría ver a tantos jóvenes comprometidos, ilusionados y con ganas de trabajar por su hermandad y sus Titulares.

-¿Qué mensaje lanzarías a los más jóvenes para que vivan intensamente el movimiento cofrade?
Aunque suene a tópico es una realidad: los jóvenes no somos el futuro, somos el presente. Por ello debemos vivir cada día nuestra hermandad, no sólo de Semana Santa en Semana Santa. Tenemos que conocer nuestra Casa de Hermandad, participar en las distintas actividades que se realizan, asistir a los cultos, colaborar con albacería y priostía…
Personalmente puedo decir que participar de forma activa en mi Hermandad me ha permitido conocer a mucha gente, entre los cuales hoy en día se encuentran mis mejores amigos. 

-Sin duda, estar en una junta de gobierno necesita de tiempo, paciencia y dedicación. Tú, como otras tantas mujeres en nuestra Semana Santa, lo llevas haciendo desde hace ya muchos años ¿Te imaginas en un futuro como la primera Hermana Mayor de la hermandad de la Santa Cena?
En septiembre hará 9 años que entré en la Junta de Gobierno de mi hermandad. Me siento orgullosa de que en la Hermandad de la Santa Cena haya un gran número de mujeres en la Junta de Gobierno, no sólo actualmente, sino desde hace ya mucho tiempo, y con puestos de responsabilidad. Nuestra Semana Santa tiene la suerte de ser de las más igualitarias.  Ser Hermana Mayor sería una gran responsabilidad, exige de un gran compromiso, pero también una ilusión que sí que me plantearía en un futuro, aunque no sé si seré la primera.

-Volviendo al ámbito personal, ¿cómo vive Esther Cabello su Semana Santa particular?
Mi Semana Santa  como tal empieza el Domingo de Ramos por la mañana con la colocación de la mesa de postula y la misa de palmas en Santo Domingo, tras la cual comienzan verdaderamente los nervios de cara a nuestra Estación de  Penitencia. El resto de la Semana Santa, junto con mis amigos, preparamos nuestros horarios e itinerarios para la jornada, y disfrutamos de cada hermandad en la calle. Además como Diputada Mayor de Gobierno me he encargado de organizar las representaciones de mi hermandad en las Hermandades de la Esperanza y Santo Sepulcro.  Este año la jornada del Miércoles Santo fue muy intensa también, ya que fui adjunta al delegado de día, Víctor Hidalgo, junto con mi amigo Fernando Calvo y Paulino Barranco, pero fue muy especial poder vivir un acontecimiento histórico como fue la salida del paso de palio de la Virgen de los Remedios desde el interior de San Justo y Pastor.
Sin duda vivo muy intensamente nuestra gran semana, puede que también se deba a mi juventud, aunque también a mis grandes amigos de la Hermandad de la Alhambra siempre les comento que doy gracias por realizar Estación de Penitencia el Domingo de Ramos, porque después de los días más intensos ya no me quedarían fuerzas para aguantar el recorrido.

-Y la familia, ¿cómo lleva tu total entrega y participación en la vida cofrade?
Tengo la suerte de tener una familia que entiende esta locura, que me apoyan y me respetan. Si no fuera así no podría involucrarme como lo hago, aunque si es verdad que las faltas en casa durante esta Cuaresma se han hecho más notorias.

-Como cofrade de a pie, ¿cómo definirías el estado actual de nuestra semana mayor? ¿Qué crees que nos queda por mejorar?
Tenemos una gran Semana Santa, nombrada de Interés Turístico Internacional, de la que todos debemos sentirnos orgullosos, pero también entre todos debemos ayudar a mejorarla. Muchas veces veo que nos gusta más fijarnos en las cosas malas y no en las buenas. Nuestras hermandades deben seguir trabajando en aumentar los cortejos en la calle, involucrando a sus hermanos durante todo el año. Aquí si me gustaría recordar que nos debemos a Nuestros Titulares, que es necesario dejar de lado las rivalidades y los intereses particulares, por el bien y futuro de todas las hermandades.
Algo de gran importancia también es mejorar el andar de nuestras cofradías. Es necesario reducir el tiempo de paso de cada hermandad, para beneficio tanto del hermano en fila como del espectador en la calle. Las hermandades del Domingo de Ramos hemos sido pioneras en ello, ya que se tenía el compromiso de realizar el recorrido de Carrera Oficial en 90 minutos.

-Hace tan solo unas semanas que cerramos los días que protagonizan el centro de nuestra vida, cofrade y en muchos casos personal. ¿Cuál es tu mejor recuerdo de la Semana Santa de Granada 2016?
Por lo especial de este año, me quedo con el abrazo con mis hermanos de la Santa Cena en el momento en el que el paso de palio de María Santísima de la Victoria entró en su capilla, concluyendo la Estación de Penitencia. Fue el broche final para una jornada de Domingo de Ramos muy distinta, pero con la enorme satisfacción de haber podido realizar nuestra salida procesional.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade: Las salidas con mi abuelo para ver las procesiones en la calle San Matías, y comprarle un tambor a mi hermana que se quedaba en casa porque aún era muy pequeña.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa: El Señor de la Santa Cena.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa: María Santísima de la Victoria.
- Tu mejor recuerdo como cofrade: La unión de los grupos jóvenes de todas las hermandades para el engalanamiento de Coronaciones Canónicas y salidas extraordinarias, la realización de Operaciones Carretilla, las visitas a casas de hermandad, convivencias…
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas): El Campo del Príncipe el Viernes Santo a las 3 de la tarde.
- Tu rincón para ver cofradías: Las calles del Realejo.
- Tu momento más feliz como cofrade: Cualquier Domingo de Ramos.
- Y el que te hubiera gustado no vivir: Los malos momentos los olvido pronto, sólo hay que aprender de los errores para no volver a cometerlos. Si tuviera que decir uno sería cuando la lluvia impide la salida procesional de alguna de nuestras hermandades.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa? Ilusionante, única y joven.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido: A pesar de mi juventud, el estar viviendo de forma tan intensa el mundo cofrade, y además rodeada de buenos amigos, hace que tenga muchas anécdotas. Me quedo con lo ocurrido el Domingo de Ramos de 2003, cuando por desgracia la lluvia nos sorprendió cuando la Santa Cena avanzaba por calle Navas. Yo formaba parte del tramo de nazarenos de la sección de palio y nos hicieron volver por calle Reyes Católicos, Ganivet y Cuesta del Progreso, mientras que las camareras y el paso de Palio volverían por San Matías y Jesús y María. Al girar a la calle Ganivet me pisé la capa y caí al suelo. Tras recomponerme continúe hasta la Plaza de Santo Domingo, y mi padre, que llevaba la Cruz de Guía y había llegado hacía rato a nuestro templo, estaba allí ya buscándome, como si de la película “La Gran Familia” se tratara a la voz de: “Chiqui, dónde estás”.

Muchas gracias Esther, de parte de todo el equipo.

Gracias a vosotros por acordaros de mí para esta magnífica sección de vuestro blog, pero sobre todo gracias a todo el equipo de Cruz de Guía por la labor de comunicación e información que realizáis durante todo el año.