domingo, 25 de septiembre de 2016

SEPTIEMBRE, MES DE LA PATRONA #LaCartela




Para el granadino septiembre es un mes especial. El verano va muriendo lentamente mientras el otoño renace entre suspiros y poco a poco, con la dulzura de una amante, va desnudando los árboles de la ciudad. La ciudad va despertando de la soledad del tiempo estival y en cuestión de días, Granada retoma su ritmo habitual. Es precisamente en esa amalgama de cambios de luces y colores, cuando surge la oración más profunda y sincera del granadino, el rezo a esa Madre que durante todo el año acoge en sus brazos misericordiosos a sus hijos. Por eso el granadino tiene en septiembre una cita obligada con su Patrona. En esos días, la Basílica de las Angustias se convierte en un punto de peregrinación obligado para los fieles. Un lugar donde la tradición y la oración se unen conformando uno de los momentos de más emoción para los devotos. Granada se rinde a los pies de su Patrona y ella, agradecida, los ampara y protege durante todo el año. 

El primer encuentro con la Virgen, es el día 15 de septiembre, cuando se celebra la popular ofrenda floral, en la que los fieles se acercan a las plantas de María para entregarle como presente las flores más perfumadas y bellas de la ciudad. Flores en los que los devotos guardan sus dolores, sus penas y sus congojas con la esperanza de que la Virgen escuche sus súplicas y calme sus almas agitadas como sólo una madre sabe hacerlo. Por segunda vez, el granadino va al encuentro con María el último domingo de mes, cuando en esta ocasión, es la Patrona quien sale a las calles para repartir su Gracias divina a toda la ciudad, que la espera, que le reza y que le grita “¡Viva la Virgen de las Angustias!”.

Pero la celebración de la festividad de la Patrona va más allá del culto religioso. Durante todo el mes, la gastronomía toma un papel protagonista y hace las delicias de los paladares, siendo el producto estrella la famosa torta de la Virgen. Un dulce con forma ovalada, cuyo tamaño puede ser variable, compuesto de una masa con azúcar por arriba y rellena del tradicional cabello de ángel. Aunque bien es verdad que cada vez es más frecuente disfrutar de otros rellenos tales como el chocolate, la crema, las nueces o las pasas, entre otros. De la misma forma, Puerta Real se convierte en un mercado improvisado de puestos repletos de dulces y frutos de otoño. Azofaifas, acerolas, membrillos, granadas, maoletas, etc. que dan un sabor y un color especial a las calles de la ciudad.

Hoy que tiene lugar la procesión, es un día fraternidad y de oración, un día para salir a la calle, al encuentro de la Virgen, abrirle nuestro corazón y rezarle desde lo más profundo de nuestro ser y compartir con ellas y con nuestro semejantes nuestra fe y devoción. Porque como dice la una de las coplas dedicadas a la Patrona, “la Virgen de las Angustias, la que más altares tiene, porque no hay un granadino que en su pecho no la lleve”. ¡Feliz día de la Virgen!