A pesar de que el día se presentó con la incertidumbre de una leve e intermitente lluvia, la Cofradía del Trabajo emprendió, a la hora en punto programada para su salida, el largo camino que la separa de la Catedral. Eran las seis de la tarde y a partir de ese momento, el cielo dio una tregua. El cortejo contó con más de medio centenar de parejas de hermanos de luz tras la Cruz Parroquial. El Cristo era portado por las costaleras que lo sacan cada Lunes Santo. Las andas en la que se transportaba la imagen de Espinosa Alfambra, iban antecedidas de ciriales, incesarios y navetas, y acompañado por una capilla de la Banda de los Ángeles. Detrás los guiones de la Federación, convocante del acto, y la propia Cofradía del Trabajo.
Con extrema puntualidad llegaron al templo metropolitano, donde fueron recibidos por el Cabildo. Una vez en el interior, el Deán, D. Andrés González Villanueva, ocupó la presidencia y fue el encargado de leer los textos evangélicos de las catorce estaciones que se rezaron recorriendo las naves perimetrales, todo en un orden y compostura extraordinarios, contando con la asistencia de varios miles de fieles. El texto elegido para esta piadosa oración, fue el preparado por las Hermanas de la Cruz para la Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas este mes de agosto en España. De él se repartió un ilustrado folleto a los fieles, con el fin de facilitar su seguimiento.
El mismo orden y participación tuvo el cortejo en su retorno a la Parroquia del Corpus Christi. Una vez más la joven hermandad zaidinera dio toda una lección cofrade. Como adelantábamos ayer, un amplio reportaje gráfico de José Velasco, ilustra esta información. Nuestro compañero realizó todo el recorrido junto, lo que nos regala esta valiosísima colección.