"Dios nos ama". En torno a esa frase, el Arzobispo de Granada basó
su intervención en el Campo del Príncipe este Viernes Santo. Monseñor Martínez
se postró arrodillado mientras terminaba el rezo del Vía Crucis que estuvo a
cargo del Párroco de San Cecilio, acompañado por hermanos de la Cofradía de los
Favores, al pie del monumento al Cristo de los Favores. La corporación de San
Cecilio llegaba acompañada de la corporación municipal al mismo lugar, durante el
ejercicio de esta piadosa oración, tras lo cual intervino Monseñor Martínez. En
esos momentos ya había llegado al lugar la Cofradía de los Favores, cuya
titular mariana se situó a la diestra del crucificado. A las tres de la tarde,
de acuerdo con la tradición, un agudo cornetín anunció la hora nona y se hizo
el silencio mientras tañía a duelo la campana de la Parroquia de San Cecilio.
Después el Arzobispo rezó la Oración de la Cinco Llagas. Una leve llovizna al
término del acto, no consiguió afectar esta conmemoración. Fue, como es
habitual, una cita cargada de emoción, de las más singulares de la Semana Santa
granadina.
Los Ferroviarios fueron a continuación los primeros en salir a la calle. Se
anunciaba una jornada sin lluvia, aunque a partir de las 24 hs. el pronóstico
sí señalaba esta circunstancia. De esta manera salieron también el resto de las
cofradías anunciadas, Ferroviarios, Favores, Santo Entierro y Escolapios, con
excepción de la Soledad de San Jerónimo, que ante esta circunstancia meteorológica
y dado que era la última en pasar por la Carrera Oficial, optó por sus pender
su estación de penitencia. Llamó la atención la extensión de cortejo de los
Favores. Cuando su Cruz de Guía llegaba a la Catedral, todavía parte del
cortejo discurría por la calle Ganivet. En el Santo Entierro fue notable la
presencia de numerosas representaciones civiles y militares. Así participaron
en él numerosas cofradías, la Federación, la Diputación, el Ayuntamiento, la
representación del Rey, Hermano Mayor de la Cofradía, que ostento un General
del Madoc, la Subdelegación del Gobierno ... Pero esta procesión, como el resto
de las que discurrían por las calles en torno a las 24 hs. tuvieron que
regresar antes de los programado a sus templos. El aguacero anunciado hizo acto
de presencia y obligó a esta circunstancia.