Francisco Barroso era el encargado de presentar el cartel y dar voz al pregón que emocionó a los alli asistentes. Francisco Labrat, presentó a Barroso, dando también la bienvenida a las 2 hermandades que se unen a los actos de las hermandades del Realejo; la de Paciencia y Penas y Jesús Nazareno.
Francisco empezó su oratoria destacando como en el Realejo se le quiere a la madre de Dios y fiel reflejo fue en la Magna Mariana. Destaca la luz del palio de la Victoria, la luz que nos alumbra día a día.
Dentro del pregón no falto las anécdotas, como gran conocedor del barrio que es y debido a su trayectoria cofrade, destacó a los grandes nombres cofrades del Realejo que ya no están entre nosotros, en especial a Jesús Luque recientemente fallecido. El pregonero fue destacando a todas y cada una de las cofradías con gran gusto y amor a los titulares de estas. Señalo las actividades que las cofradías van realizando durante todo el año: Besamanos, ensayos, obras sociales, grupos jóvenes... El alma del Realejo quien según el pregonero se recoge en las personas que lo conforman.
