Autor y cronología:
Encarnación Hurtado (Utrera-Sevilla), 2006-2007.
Características histórico-artísticas:
Se
trata de un conjunto de cuatro cartelas, de estilo Neo-barroco, elaboradas en medio y bajo
relieve en madera policromada. Constituyen el complemento perfecto al
paso de misterio realizado por Antonio Ibáñez. Representan escenas de la
vida pública de Jesús en Jerusalén y todas ellas están modeladas con
gran maestría. Destaca especialmente la dulzura de los rostros
infantiles representados, los cuales concuerdan perfectamente con el
espíritu de la Cofradía, otra singularidad de estas cartelas es la introducción de elementos arquitectónicos granadinos.
Breve descripción iconológico e iconográfica:
1) Jesús y los niños:
Muesta la escena de Jesús y los niños: Mc 10 13-16; Mt 19 13-15; Lc 18 15-17.
En
este pasaje los evangelistas nos indican que Jesús al ver que sus
discípulos reñian a los niños que querían acercarse a él les dijo:
"Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que
son como éstos es el Reino de Dios. Y abrazaba a los niños y los bendecía
poniendo las manos sobre ellos".
La autora desde mi punto de vista tiene en ésta su mejor cartela para la Semana Santa granadina.
Combina
de manera magistral el pasaje bíblico con elementos característicos de
la Hermandad, ya que el rostro de Jesús está inspirado en el del titular
de la Cofradía, y al fondo aparece representada la granadina Puerta de
Elvira (lugar más emblemático del itinerario de la estación de
penitencia de la corporación nazarena), pero no queda aquí el detallismo
de la cartela, ya que entre el arco de herradura se puede observar
la alhambreña Torre de la Vela.
Muy singulares son los rostros de los niños, los cuales están perfectamente
individualizados, al mostrar cada uno una actitud diferente, yo
destacaría al situado bajo la mano derecha de Jesús el cual en una
expresión muy tierna junta sus brazos.
2) Jesús y los samaritanos:
Representa el pasaje de Jesús y los samaritanos: Jn 4 1-42.
San
Juan nos indica la bondad de Jesús, el cual se acercó a los
samaritanos, el pueblo más marginado, conviviendo con ellos durante dos días. Esta escena concreta nos indica el
momento en el que habló con una mujer samaritana junto a un pozo, y le
dijo: "Todo el que beba de este agua, volverá a tener sed; pero el que
beba del agua que yo le dé no tendrá sed jamás..." Jesús no sólo mostró
su valentía al acercarse a ella, sino que logró su conversión.
La
escultora reduce esta representación a Jesús y la Samaritana, en ella hace
alardes de habilidades técnicas al adaptar ambas al marco de la cartela.
En una misma línea visual hallamos el pozo, de telón de fondo de nuevo un tema
granadino, concretamente las torres de la Alcazaba de la Alhambra, otro
elemento singular es el cántaro de la mujer, al imitar la granadina cerámica de fajalauza.
Texto: José María Valverde Tercedor.
Imágenes: Luis María Contreras.