Cada vez tienen más fiabilidad. Conforme más cerca estamos de la Semana Santa, las previsiones tienen un margen menor de error. Actualmente incluso ya hay datos concretos que nos acercan al Domingo de Resurrección. Además de una perceptible disminución de las temperaturas, lo más preocupante es la posibilidad de lluvias. Para el Domingo de Ramos se insisten en que será durante la tarde cuando hagan aparición. Disminuye, aunque no desaparece, el riesgo de precipitaciones a partir del Lunes y lo hace progresivamente hasta el Miércoles Santo. De hecho los últimos chubascos podrían producirse en la mañana del día anterior, Martes Santo. El Jueves estaremos de nuevo bajo la influencia de otra perturbación, cuyas incidencias serán mayores conforme acabe el día, para presentar su grado de mayor actividad en la jornada del Viernes Santo. Él Sábado Santo se define como un día en el que el sol será en gran medida protagonista y a partir de ese momento, de nuevo parece que el anticiclón amenaza con instalarse y continuar prolongado la sequía. Estos son los datos que hemos considerado más fiables a tenor de la experiencia. Siempre cabe confiar en la variabilidad del tiempo durante la estación primaveral y en el margen de error de las predicciones.
Volvemos a recordar un dato. Fue en 1999 el último año en que se cumplió el programa procesional previsto por la Federación. La lluvia siempre ha terminado interrumpiendo el normal desarrollo de la Semana Santa, con la excepción de 2001. En aquella ocasión, aunque no llovió, una procesión que se había anunciado, la del Nazareno, no pudo salir a la calle debido a una suspensión de las autoriades eclesiásticas.
En este detalle estadístico al que nos referimos, hay dos datos extremos. La Cofradía de los Escolapios solo ha realizado estación de penitencia con normalidad en una ocasión en los últimos seis años. En realidad en este periodo de tiempo ha suspendido cuatro veces su salida a la calle y en otra tuvo que interrumpirla y refugiarse en la Catedral. Por otra parte, desde su primera puesta en escena, allá por 1940, la Cofradía de los Dolores, jamás ha dejado de iniciar su recorrido. Bien es verdad que con suerte dispar, pero la corporación de origen carlista, siempre ha hecho al menos parte de su recorrido.
