Autor y cronología.
Dolores León (Sevilla), 2003.
Características histórico-artísticas:
El paso de Jesús de las Tres Caídas fue realizado por el sevillano Guzmán Bejarano en el año 2003, año del 75 aniversario de la corporación nazarena del miércoles santo.
Para dotar al paso de un discurso iconográfico, las cartelas del canasto se les encargaron a una imaginera sevillana, la cual realizó en madera policromada un "vía crucis" de cuatro estaciones, formado por las escenas de la Santa Cena, la Oración en el Huerto de los Olivos, la Coronación de Espinas y la Crucifixión. Lo más original del conjunto se encuentra en que las imágenes representadas están inspiradas en los misterios granadinos de la Santa Cena, el Huerto, la Cañilla y los Favores, todos ellos del barrio del Realejo.
Para dotar al paso de un discurso iconográfico, las cartelas del canasto se les encargaron a una imaginera sevillana, la cual realizó en madera policromada un "vía crucis" de cuatro estaciones, formado por las escenas de la Santa Cena, la Oración en el Huerto de los Olivos, la Coronación de Espinas y la Crucifixión. Lo más original del conjunto se encuentra en que las imágenes representadas están inspiradas en los misterios granadinos de la Santa Cena, el Huerto, la Cañilla y los Favores, todos ellos del barrio del Realejo.
Breve descripción iconológico e iconográfica:
1) Santa Cena Sacramental:
Muestra el pasaje de la Santa Cena, en el momento concreto del anuncio por parte de Jesús que iba a ser traicionado por uno de sus doce apóstoles: Mt 26 20-25; Mc 14 17-21; Lc 22 21-23; Jn 13 21-30.
"Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: yo os aseguro que uno de vosotros me entregará [...] el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quién el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido! [...]".
"Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: yo os aseguro que uno de vosotros me entregará [...] el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quién el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido! [...]".
La escultora representa la composición de manera abigarrada, siguiendo como modelo la disposición presentada por las imágenes en el paso de misterio, donde frente a la posición horizontal del conjunto, otorgada por Eduardo Espinosa Cuadros en su factura, aquí aparecen las figuras a lo largo de la mesa, destacando la imagen de Jesús en el centro de la misma, y San Juan a él unido. La imaginera en esta obra no escatima en detalles representando en madera los panecillos, el Cáliz o la palangana del lavatorio de pies rematada por tela real. Finalmente, fíjense en el ajedrezado del suelo, el mismo busca otorgar profundidad al conjunto, y en elementos anecdóticos como la bolsa con las doce monedas agarradas con fuerza por Judas.
2) Oración de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos:
Refleja el momento en el que San Pedro, Santiago y San Juan se durmieron, mientras Jesús oraba en el huerto de Getsemaní: Mt 26 36-43; Mc 14 32-42; Lc 22 40-46 y Jn 18 1.
"Entonces va Jesús con ellos a una propiedad llamada Getsemaní, y dice a sus discípulos: sentaos aquí, mientras voy allá a orar [...] adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: Padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú. Viene entonces donde los discípulos y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: ¿Conque no habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orar para no caer en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil [...]".
La
Oración en el Huerto de Granada se representa en este caso con gran
acierto. La escultora combina a la perfección las limitaciones del
espacio con la rigurosidad plástica del conjunto representado. El grupo escultórico que Sánchez
Mesa realizó inspirándose en el murciano de Salcillo, nos muestra a un
Jesús mirando al cielo en actitud implorante, acompañado por un ángel confortador. Un elemento significativo y normalmente desapercibido, es el pequeño Cáliz portado
por el ángel, símbolo de la pasión de Jesús. De los apóstoles destaca en primer término un San Pedro dormido, resuelto con gran soltura.
Fotografías: Luis María Contreras.