En la tarde-noche de ayer se celebraba el XXV Pregón del Costalero del Zaidín-Vergeles en el centro Cívico de dicho barrio. En esta ocasión, motivo de Tras un cuarto de siglo pregonando la costalería de este populoso barrio granadino, los organizadores decidieron hacer una puesta especial, siendo el encargado de dar tomar la palabra para esta efeméride José Manuel Rodríguez Viedma, primer pregonero de este Pregón del Costalero del Zaidín el 24 de febrero del año 1991. Como no podía ser de otra manera, el pregón estuvo cargado de recuerdos, vivencias y lírica.
El acto comenzó con la presentación de Francisco Abuín quien dirigió el acto, guiando desde el inicio al público sobre lo que iba a acontecer en el escenario. Posteriormente, el Sexteto de Nuestra Señora de la Soledad en el Calvario, de la Iglesia de Santa Ana, interpretó dos piezas: A ti, Manué y Salve a la Virgen de las Maravillas.
Posteriormente, Jesús Ferrer López tomó los micrófonos para presentar al pregonero, destacando en sus palabras la gran labor en la fundación del pregón, así como sus principales logros en el ámbito cofrade y literario.
Más tarde, fue el turno de José Manuel Rodríguez Viedma, quién comenzó agradeciendo a todos aquellos que han hecho posible durante estos 25 años el pregón y sobre todo, agradeció haber sido nombrado nuevamente pregonero. Prosiguió contando cómo nació este acto, fruto del esfuerzo de 4 personas: Francisco Rodríguez, de la Hermandad del trabajo, Jesús Ferrer, de la Hermandad del Triunfo, Miguel Ángel Peláez, de la Hermandad de la Lanzada, y el propio José Manuel Rodríguez, de la Hermandad salesiana. Estos cuatro cofrades, que solicitaron la participación de la Cofradía escolapia que finalmente no se involucró, dieron comienzo a un acto que este año cumple su XXV aniversarios. En un principio, algunos pensaron que era una locura iniciar un proyecto tan complejo, pero en palabras del propio pregonero "los sueños son bellos porque pueden llegar a cumplirse" y ese sueño se materializó. El pregonero recordó con cariño cómo se llevó a cabo ese primer pregón en la Iglesia del Corpus Christi, con un lleno absoluto de público, destacando principalmente costaleros.
Más adelante, José Manuel Rodríguez Viedma habló de la importancia de la costalería en el barrio del Zaidín-Vergeles, y de todas las experiencias que se viven debajo de los palos, tanto en las largas noches de ensayo, como el día de la salida procesional. Del mismo modo, recordó como hace 25 años, aquellos jóvenes que con ilusión asistían al primer pregón, hoy día son padres de las futuras generaciones de cofrades del barrio.
Tampoco pudo faltar una mención a aquellos que pasaron por el atril para pregonar a los costaleros y costaleras del barrio, y sobre todo, tuvo palabras especiales para los cofrades que ya no se encuentran con nosotros y que hicieron posible que las Cofradías del Zaidín-Vergeles ocupara un lugar muy importante en la Semana Santa granadina. "¡Qué pena que desde el cielo, quede tan lejos Granada!" exaltaba José Manuel Rodríguez Viedma para homenajearlos.
Por último, la parte final de su intervención se centró en cómo había elaborado el texto del pregón, haciendo un símil entre su redacción y el trabajo del costalero. Leyó el pregón que dio en 1991 e indagó en su memoria todas aquellas vivencias, recuerdos y emociones que había sentido, tanto él, como todos los que formaron parte de las cuadrillas de las corporaciones zaidineras y vergeleñas. Tras sus palabras, y con el público en pie, recibió una gran ovación.
Más adelante, volvió a tocar el sexteto de Nuestra Señora de la Soledad en el calvario, interpretando las marchas Costalero, cantada por un grupo de mujeres cofrades, Costaleros de Fe, A esta es, y Camino al Calvario.
El acto concluyó con una entrega de recuerdos al pregonero, el presentador, los cuatro fundadores del pregón, así como a los patrocinadores y al sexteto.
Más tarde, fue el turno de José Manuel Rodríguez Viedma, quién comenzó agradeciendo a todos aquellos que han hecho posible durante estos 25 años el pregón y sobre todo, agradeció haber sido nombrado nuevamente pregonero. Prosiguió contando cómo nació este acto, fruto del esfuerzo de 4 personas: Francisco Rodríguez, de la Hermandad del trabajo, Jesús Ferrer, de la Hermandad del Triunfo, Miguel Ángel Peláez, de la Hermandad de la Lanzada, y el propio José Manuel Rodríguez, de la Hermandad salesiana. Estos cuatro cofrades, que solicitaron la participación de la Cofradía escolapia que finalmente no se involucró, dieron comienzo a un acto que este año cumple su XXV aniversarios. En un principio, algunos pensaron que era una locura iniciar un proyecto tan complejo, pero en palabras del propio pregonero "los sueños son bellos porque pueden llegar a cumplirse" y ese sueño se materializó. El pregonero recordó con cariño cómo se llevó a cabo ese primer pregón en la Iglesia del Corpus Christi, con un lleno absoluto de público, destacando principalmente costaleros.
Más adelante, José Manuel Rodríguez Viedma habló de la importancia de la costalería en el barrio del Zaidín-Vergeles, y de todas las experiencias que se viven debajo de los palos, tanto en las largas noches de ensayo, como el día de la salida procesional. Del mismo modo, recordó como hace 25 años, aquellos jóvenes que con ilusión asistían al primer pregón, hoy día son padres de las futuras generaciones de cofrades del barrio.
Tampoco pudo faltar una mención a aquellos que pasaron por el atril para pregonar a los costaleros y costaleras del barrio, y sobre todo, tuvo palabras especiales para los cofrades que ya no se encuentran con nosotros y que hicieron posible que las Cofradías del Zaidín-Vergeles ocupara un lugar muy importante en la Semana Santa granadina. "¡Qué pena que desde el cielo, quede tan lejos Granada!" exaltaba José Manuel Rodríguez Viedma para homenajearlos.
Por último, la parte final de su intervención se centró en cómo había elaborado el texto del pregón, haciendo un símil entre su redacción y el trabajo del costalero. Leyó el pregón que dio en 1991 e indagó en su memoria todas aquellas vivencias, recuerdos y emociones que había sentido, tanto él, como todos los que formaron parte de las cuadrillas de las corporaciones zaidineras y vergeleñas. Tras sus palabras, y con el público en pie, recibió una gran ovación.
Más adelante, volvió a tocar el sexteto de Nuestra Señora de la Soledad en el calvario, interpretando las marchas Costalero, cantada por un grupo de mujeres cofrades, Costaleros de Fe, A esta es, y Camino al Calvario.
El acto concluyó con una entrega de recuerdos al pregonero, el presentador, los cuatro fundadores del pregón, así como a los patrocinadores y al sexteto.